En la enfermería
–Suga ¡pasame ya la pelota!– resonó en el lugar el grito de su mejor amigo.
Como en todas las escuelas, había un horario especifico para las clases de educación física, la cual se disfrutaba por los chicos de la escuela y era por lo consiguiente todo un espectáculo para las mujeres.
–En eso estoy– habló ya agotado, su amigo Hoseok le indicó que se fuera apurando a base de señas.
–¡No tengo todo el día!
–Ni tingi tidi il dii, jodete– masculló para si mismo.
Min Yoongi apenas soportaba estas horas, su cuerpo había sido creado, según el, para recostarse todo el día sin hacer un mínimo esfuerzo, casi como una roca, sin embargo, aquí estaba, completamente sudado y rojo por andar corriendo.Al llegar a la pelota el se inclino para levantarla, hasta que otra llegó para estrellarse en su cara.
"Mierda y mas mierda" pensó el rubio enojado.
El mayor había quedado en el suelo mareado y con una nariz sangrando. Era un hecho que mataría al culpable de este acto.
–¡Hyung!– se escuchó una voz aguda.
"Oh demonios"
–Vaya golpe que te dieron viejo– se burló Hoseok siendo el primero en llegar a su amigo, mirando hacia abajo observando el desastre que estaba en el suelo.
–Realmente lo siento– llegó el castaño hincándose a lado del mayor y bajando la cabeza en señal de disculpa.
–¿Park Jimin? ¿Conoces a este idiota?
–¿Hobi hyung? No sabia que estaba en esta escuela también– sonrió el menor al notar a uno de sus conocidos ahí.
–Mi pequeño Jiminnie yo tampoco sabia que te encontrabas en esta escuela de mierda.
–Ay vamos hyung no es tan mala si lo ves de esa forma.
Aunque los dos amigos estaban contentos de verse, el sonido de un carraspeo fue lo que los interrumpió. Ambos voltearon a ver al rubio que intentaba levantarse.
–¡Ah! cierto, lo lamento.
–Como sea creo que me iré a la enfermería, creo que esta es una buena excusa para saltarse lo que resta de clases.
El mayor empezó a caminar tambaleándose, Jimin no pudo quedarse en su lugar así que se despidió de Hoseok y fue siguiendo al mayor hasta la enfermería.
...
– Te dije que estaba bien por mi cuenta.
–Eso dice, sin embargo casi se llega a caer tres veces mientras llegábamos.
Y para que mentir, se encontraba bastante mareado y de vez en cuando perdía el equilibrio, pero ahí estaba Jimin para sostenerlo cuando eso pasaba.
–Solo estaba probando la capacidad del piso.
–Si claro– soltó una risa burlona.
La enfermera no tardo en hacer presencia en el lugar.
–Bien Yoongi solo tienes que descansar, el golpe no es grave, aunque prefiero que te mantengas aquí hasta finalizar el día– ella escribió rápidamente en un papel y le entrego el justificante– ¿Jimin tienes algún problema con lo que te dije?– volteó a ver al susodicho.
–Ah no se preocupe todo esta bastante bien, no he tenido ningún problema con eso.
–Bueno por cualquier cosa siempre estoy por aquí, hasta luego muchachos.
Yoongi observó a la enfermera retirarse, ¿habia escuchado bien? Parece que no era la única vez que el menor visitaba la enfermería y sonaba que andaba con frecuencia por aquí.
–¿Tienes algún problema?
–¿Mande?– Jimin lo miró curioso por la pregunta.
–De alguna forma tengo la suposición de que estas enfermo de algo.
–Ah...sobre eso, no digas nada, pero – comenzó a reír– la enfermera de aquí es mi tía y me preguntaba si me estaba yendo bien.
–¡La enfermera es tu tía!
–Pero por favor no le digas a nadie– rogó.
–Veo una nueva manera de molestarte.
–¡Hyung!
–Quieres alguna curita para ese raspón pequeño, o quizás una inyección en ese redondo trasero.
–¡Yoongi!– el menor explotó aunque luego se tapó la boca mirando sorprendido al otro– perdón te he dicho por tu nombre directo.
–Ah, no tiene nada de malo.
–Lo siento, lo siento, lo siento– dicho eso Jimin salió corriendo de la enfermería totalmente rojo de la vergüenza y un Yoongi bastante confundido por su reacción.
Sin embargo muy dentro el rubio estaba bastante feliz, ya que era la primera vez que escuchaba su nombre salir de los labios del menor y su corazón estaba bastante entusiasmado.
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Sonrojo [Yoonmin]
Hayran KurguAquellas mejillas abultadas con un tono rojizo que causaba el rubio. Pequeños capítulos de como el amor de esta pareja fue creciendo, poco a poco, expresado en un lindo sonrojo.