Porque para momentos, ese. En el que rompiste mi corazón y lo armaste de nuevo, en dos palabras y un acto.
...
― Tuve que hacerme unos exámenes de sangre.
JJ le miraba desde el sofá, mientras Nathalie y él servían la cena, sus cuñados llegarían pronto junto a su padre luego de decidir que cenarían en el apartamento.
― ¿Por qué?
― Para ver si mi sangre es roja.
Nathalie emitió apenas una leve carcajada, antes de aclararle a su hijo que el examen era para detectar alguna posible enfermedad que no fuera notoria a simple vista.
― Entiendo.
…
― ¿Por qué?
El señor Leroy hizo la misma pregunta, ante el hecho de que Yuri tuviese que hacerse los exámenes de sangre a pedido del doctor.
― Para ver si su sangre es roja.
Yuri no pudo aguantar una leve carcajada ante JJ dando la misma respuesta que él hace unos instantes, tomó su vaso de inmediato fingiendo haberse atragantado mientras la madre de JJ aclaraba de nuevo la razón del examen.
― Bueno, esperemos que no sea nada y puedas regresar al entrenamiento cuanto antes.
― O esperemos que sean buenas noticias.
― ¿no es eso lo mismo? ― Alain Leroy mira a su esposa quien solo se encoge de hombros.
…
Cuando sus suegros se fueron ambos se recostaron en la cama juntos, con las luces apagadas se mantenían en silencio, simplemente disfrutando de la compañía y el calor del otro.
Porque por supuesto JJ tenía a Yuri entre sus brazos.
― No va a pasar nada ― susurró, depositando un pequeño beso en su cabeza.
― No.
― Y si pasara…
― No lo hará.
― Te cuidaré, lo haré lo mejor que pueda.
Yuri levanta la mirada para ver a JJ sonreírle débilmente, está preocupado y lo sabe, y siente la necesidad de besarlo, así que lo hace, de forma dulce como un agradecimiento, como un te amo silencioso.
…
La lluvia por la mañana no hacía sentir a Yuri especialmente feliz, de nuevo estaba en casa acompañado por su suegra, mientras Jean había ido con su padre a entrenar directamente a la pista. Misha se mantenía junto a él recostada moviendo la cola de lado a lado, mientras escuchaban a Nathalie en la cocina preparando el almuerzo. Los planes eran volver a la clínica apenas la lluvia cesara, pero el cielo gris no parecía querer despejarse ese día. Le preocupaba el hecho de estar perdiendo valioso tiempo para entrenar, pero entendía que tal vez era mejor esperar para poder utilizar su condición física al máximo cuando regresara. Tal vez Yakov lo hubiera hecho ir a la clínica sin esperar ni un segundo extra, como lo habían hecho sus suegros.
Pasando un rato, tomaron el almuerzo juntos, para después llamar a un taxi que viniera por ellos. Por supuesto Nathalie no dejaría que siguiera posponiendo una visita al médico. Cuando el carro se detuvo justo frente al edificio el portero les hizo compañía junto a una sombrilla para evitar mojarse, Yuri se sentía más normal que días anteriores y eso lo animaba a pensar que recibiría un buen resultado de los exámenes que tenía que recoger.
