Se busca padre.

Inicio adverso.

La habitación estaba oscura y el viento helado golpeaba a la única ventana del lugar haciéndola sonar de una manera fastidiosa, o eso era lo que pensaba una pequeña niña de cabello verde mientras se envolvía en una cobija intentando guardar un poco de su calor corporal- Me duelen los huesos...

El ruido de una puerta abriéndose llamo la atención de la niña que como reflejo se pegó mas a la pared usando la cobija como una especie de escudo. El hombre que ingreso se quedo mirando detenidamente a la pequeña mientras fruncía el ceño- ¿Quien eres?

- ... Lorna... Lorna Dane.

- ¿Que haces aquí?

- ... Busco a alguien...

- ¿Mjhmn?

- Le llaman Magneto... Es mi padre.

- ...

El alpha inclino un poco su cabeza mientras observaba mas detalladamente a la niña, ese color de cabello debía ser de una mutante... Pero su rostro le recordaba algo... ¿Que podría ser? Oh... Cierto, se parece a esa omega que abandono hacia unos años- Tu eres hija de Amelía Dane ¿No?

- Si señor.

- ¿Donde esta ella?

- Murió señor.

- Oh...

El alpha soltó un suspiro de fastidio mientras pensaba en que lío se había metido al entrar a esa habitación... Luego una idea cruzo su mente, era algo arriesgada, pero podía intentarlo de todos modos. Metió una mano en su bolsillo y saco unas monedas tirándolas al suelo, el ruido que ocasionaron al golpear el suelo asusto a Lorna- Muevelas.

La pequeña miro al adulto con cierto toque de duda ganándose una mirada reprendedora- Muevelas.

- ... ¿Porque?

- Dijiste que eres hija de Magneto ¿No?

- Eso dijo mi mami...

- Si eso es cierto, entonces mueve esas monedas.

La niña fijo su vista en los pequeños metales que descansaban en el suelo, saco sus brazos de la cobija para intentar atraer el dinero hacía ella, pero por más que lo intentaba no daba resultado. El hombre solo se acomodo el cabello para abrir la puerta consiguiendo que la pequeña entrara en pánico- ¿¡Ha donde vas!?

- A seguir con mi misión, no puedo perder el tiempo con una mentirosa.

- ¿V-vas a dejarme aquí?... ¿Sola?

- Si.

Dicho eso el hombre salio por la puerta dejándola atrás en la fría habitación. Un amargo sentimiento lleno el pecho de Lorna, ya había vivido algo parecido... Y no pensaba dejar que la abandonaran de nuevo.

El alpha salio del edificio residencial para encontrarse con una mujer que lo miraba despectivamente mientras fumaba cigarrillo del barato- ¿Y?

- No tengo nada que ver con esa niña.

- Yo no quiero cargar con hijos ajenos.

- Lástima que no puedo ayudarla.

- ¿Y no le dijo nada de sus padres? Que sean ellos los que se hagan cargo.

- Dijo que era hija de...

- Magneto...

El alpha se giro para ver como las partes metálicas del pequeño edificio se despegaban y contraían demoliendo el lugar, al pie del desastre pudo ver a la niña de cabello verde con los ojos en blanco y una expresión que dejaba muy en claro que estaba furiosa- ¿¡ASÍ O NECESITAS OTRA PRUEBA!?

- ... Con eso basta...

🌕🌕🌕

Siete años después.

Un hombre caminaba en círculos dentro de su escondite mientras pensaba en una manera de ejecutar su nuevo plan sin echarlo a perder como la ultima vez que atento contra el presidente de los estados unidos; mientras tanto una beta de cabello verde lo observaba con los brazos cruzados- Si sigues así terminarás por abrir un hoyo en el suelo.

- Silencio Polaris, intento concentrarme.

- Pffff.

La chica estaba acostumbrada a ser tratada como una subordinada por su padre, incluso tuvo que adaptarse a ser llamada por el apodo que este le impuso después de aceptar llevársela con él en su "misión", pero bueno, había conseguido una pequeña parte de lo que siempre deseo: Ser reconocida por su padre.

- Polaris.

- ¿Que?

- Ayudame.

- ¿En que?

- No se me ocurre nada para levantar un golpe de estado.

- ... Pues, antes de pensar en el pastel deberías reunir los ingredientes.

- ¿Y eso significa?

- No tenemos personal para levantar un golpe de estado... Solo estamos tú y yo, y sin ofender, pero nos quedaría muy grande ese trabajo solo a nosotros.

- Bien, entonces te encargó el reclutamiento de mutantes, yo pensare en los detalles.

- Como desees padre.

Dicho eso Polaris salio del lugar con veinticinco dólares en mano y una cajeta de chicles de sabores surtidos, se demoraría bastante buscando a mutantes de calidad al azar, pero hacia poco se había encontrado con un volante que hablaba de un lugar "especial" para personas "especiales". Metió una mano en su chaqueta y sacó el papel para asegurarse de la dirección- Academia para jóvenes dotados del doctor Charles Xavier.