Capítulo 3.

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NARRA AYATO.

Si tuviera que describir este momento con una sola palabra.

Sería Perfecto.

Es el mejor momento que cualquier persona podría desear, la persona que amas, besandote con la misma pasión y voracidad que tu.

Simplemente perfecto.

Yoko es perfecta.

Sus labios eran húmedos, suaves y dulces, tenia la cantidad suficiente de cada cualidad haciendola perfecta.

La amo, amo demasiado a Yoko.

Al principio, cuando nos conocimos, podría haber llegado a decir que la odiaba, pero ahora, si alguien le tocase un pelo.

Esa persona estaría mal.

Mas que mal.

Yoko se separo lentamente, por el estúpido aire, sus ojos estaban cerrados, su boca hinchada y roja, en sus mejillas tenía ese hermoso rubor que te puede llegar a enamorar.

Simplemente perfecta.

- Eres hermosa.- Dije en su oído susurrando, ella sonrió, esa sonrisa que te hacia hacer cualquier estupidez para volver a apreciarla, Yoko era casi difícil de sonrojar, claro, conmigo era una excepción, siempre podría hacerla sonrojar cuando quisiese, obvio que no se sonroja solo por un Te vez hermosa, pero saca una sonrisa que te hace babear.

- ¡Yoko-Chan es hora de irnos!.- Una voz, una estúpida voz, proveniente de Yoshi, no tengo nada contra el, hasta lo puedo considerar un buen amigo, pero acaba de corromper un hermoso momento valioso.

Yoko se separó apenas escucho la voz de su hermano, antes se hubiera quedado y gritado que se largue, pero ahora mismo estamos en otros tiempos.

Al menos se que Mi conejita aun me sigue amando.

Ella voltio por todos lados analizando cada detalle, cuando vio que no había nada sospechoso, me voltio a ver.

Antes de que pudiera decir algo senti otra vez esos labios carnosos, inconscientemente solte un leve gemido que hizo a Yoko sonreir contra mis labios.

Se separó de mi y acuno sus manos en mi rostro, cerré los ojos disfrutando el momento.

- Te amo mucho, nunca lo olvides ni lo dudes.- La voz de Mi conejita me hizo abrir los ojos, sonreí.

- Yo también te amo y tampoco lo olvides o dudes.- Le respondi, ella me sonrío y me dio un beso rápido, se separo de mi y al instante me senti frío.

La vi alejarse con elegancia sacando su Kagune Binkaku, al rato llego el idiota de Kaneki, no se veia mal, pero tampoco bien.

- Es fuerte.- Se notaba su molestia en su voz, era cortante y fría, sin emoción alguna.

Solo me reia de el en todo el camino.

NARRA YOKO.

Visualize a mi hermano en un edificio abandonado, no tenía ningun rasguño o golpe, cuando llegue a su lado me sonrío.

- ¿Regresaste con Ayato?.- Pregunto el con una sonrisa pícara, no se si hemos regresado, no lo creo, solo me límite a sonreír y a encogerme de hombros.

Tampoco le diría que estuvimos a punto de hacer el amor en la azotea del edificio.

(...)

Ya a pasado 2 semanas desde que tuve mi encuentro con Ayato, me parece extraño, pense que el Arbol Aogiri nos estaba buscando, estaba con mi hermano en un parque, sin oficio alguno.

Te Extraño Demasiado.//Ayato Kirishima y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora