Capítulo 2

168 10 14
                                    

—¡¿Qué haces aquí?! —dice levantado de su lugar, la asistenta deja de escribir y observa la situación.

—¿Tú que haces aquí Ayayo? ¿Me estás siguiendo?

—¿Pe-pero que dices?

—Que rara eres. —Ayano suspita y toma asiento, mira su celular y en este aparece un «GAME OVER» rendida guarda su célular en su bolsillo y mira a la asistenta. Ella observa inmediatamente el ordenador, por la mirada asesina que hace nuestra protagonista hacía ella.

—Oye Ayayo. —dice mugiwara.

Ayano ¿Tanto te cuesta recordar mi nombre? —Responde mirando fijamente a la oficina del director, en ese lugar se podían escuchar murmullos. Unos murmullos de un chico que le sonaban conocidos.

—¿Me escuchaste Ayayo? —Interrumpe los pensamientos de nuestra protagonista.

—Si como sea. —responde sin haber puesto atención a lo que le decía el chico. Luffy era un chico muy estúpido en realidad y muy hostigoso. Pero Ayano no le importaba de lo más mínimo, pensaba que era un estorbo— más que el resto— Pero sabía que usarlo sería algo mas difícil de lo normal, un títere peculiar. Por eso no lo usará como usa al resto. Por ahora.

—Entonces... ¿aceptas? —dice mugiwara emocionado, tan emocionado que daba unos pequeños saltitos en su lugar. Pero obviamente no quería que se notara ese detalle, aún que sus ojos lo delataban.

—¿Que cosa?

—¡De lo que te dije!

—No me interesa lo que dices.

—¡¿No me escuchaste?!—el chico un poco molesto se levanta de su lugar y se sienta en una silla que estaba al frente con los brazos cruzados mirando al suelo, como si le hubiera dolido que la chica lo ignorara. Después de todo lo que le preguntó fue algo muy importante, algo que no le dice a muchos— a la mayoría— pero ésta vez no sería a cualquier persona sería para alguien que si importara.— Si no querías escucharme me lo hubieras dicho y no mentirme.— dice serio. Ayano le da un tic en su ojo derecho y se acerca al chico. Lo mira confundido.

—Imbécil. —Lo golpea en la cabeza.

—¡Ahu! ¡¿Y eso por qué?!

Ayano mira seriamente que podía provocar miedo, esa mirada que siempre ponía cuándo quería que alguien se alejara de ella. Siempre atemorizado a sus compañeros, a sus maestros y a sus rivales.— Eres un estorbo. —Luffy la mira fijamente a lo poco que se veía de sus ojos por la capuchas, abre la boca para decir algo pero no sale nada, levanta su mano y la acerca a su cara, con su dedo meñique lo mete en su nariz y responde de forma desinteresada: Y...?

Esto a Ayano la saca de sus casillas, provocando que salieran unas cuántas venas de su cien, pero se controla, sabe que si se descontrola lo terminaría matando a golpe. —¡¿Que no entiendes?! ¡No quiero que me hables!

Luffy no le toma importancia. —otra vez. —y se dirige al escritorio de la secretaria. Ayano suspira ya por décima vez en el día "Ya he tenido demasiada paciencia por hoy" piensa. Se dirige a la puerta que da directo al pasillo, toma el seguro con cuidado para no provocar ruido.

—¿Dónde va señorita Ayaka? —pregunta la secretaria levantándose de su asiento, ya es de costumbre que Ayano se escape del director. Luffy mira a Ayano de reojo mientras estira su brazo con cuidado a un plato que estaba en el escritorio— Un poco más. —dice el chico.

—¡Señor Monkey D Luffy NO saque mis dulces!

—Shishishi Gomen. —se rasca la cabeza. —Etto... Tengo hambre.

Quiero Vivir Feliz - One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora