El silencio de mi voz recorre
el papel en busca de tu nombre.
Desdice, corrige, dirige la comedia
de mi vientre en un viaje
que busca olvidar las entrañas,
adentrarse en el etéreo velo
de la desnudez despierta,
sentarse a ver tus bragas
pensando en el dios que sale de ellas.
Poco a poco pierdo la costumbre
de aturdirme cada día,
poco a poco olvido que te he visto
escondida en mi retina.
Y me asusto del olvido
que recojo en esta línea,
delgada y supina,
tan cierta como mezquina.
El temblor de mi mano
recorrió tu piel sencilla.
Noté como moría
en su momento de vida.
Lloré con tristeza no fingida,
tristeza deprimida, recogida
y no escogida. Y no por ti,
vida mía, sólo por la pena
que desprende la alegría.
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Poemas de madrugada
PoetryDiferentes poemas escritos en diferentes momentos de este gran misterio que es la vida.
