Por tus ojos de gitana,
por tu negro pelo al viento,
siento, amor, la fría daga
que ha de servir mi entierro.
Pobre de mi, desdichado,
juguete roto del tiempo,
no buscaba amor ninguno
ni público ni secreto.
Pero ¡ay el infortunio!
me trajo tu pelo negro,
tu voz de fino diluvio
y un fresco aroma de eneldo.
Surgió entonces el requiebro
entre dos almas gitanas,
uniendo nuestros cuerpos
pero nunca nuestras almas.
Desgracia de cruel mañana
vino a tocar a mi puerta
el día que me dejaste
por otro de piel morena.
¡Cómo quema en las entrañas
este cruel desvarío!
Tu voz dejó en mi ventana
brumas de hiel y rocío.
Pero el sol y la alborada
de los días venideros
nubes de espuma traerán
sin mácula de deseo.
¡Luna de plata fría
testigo de mi ventura;
juro dejar en destierro
la causa de mi amargura!
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Poemas de madrugada
PoesiaDiferentes poemas escritos en diferentes momentos de este gran misterio que es la vida.