Forgotten birthday

1.6K 99 20
                                    


Sakura

Hoy era el día de mi cumpleaños.

Se supone que al despertar tendría a mi marido y a mi hija trayéndome el desayuno a la cama.

Pero no fue así.

Sasuke ni siquiera se encontraba a mi lado, me levante y me dirigí al cuarto de Sarada; su cama ya estaba perfectamente arreglada y sobre su almohada se encontraba una nota.

"Me fui más temprano, quede de verme con Boruto. Nos vemos en la tarde."

Suspire. Ni siquiera un feliz cumpleaños, ni un te amo mamá...últimamente Sarada a estado distante conmigo agregando que me exige no meterme en sus asuntos.

Por otro lado Sasuke había regresado hace unos días sin embargo no había pasado más de diez minutos conmigo. Esto era deprimente sin duda.

Arregle la casa para entretener mi mañana y salí a hacer las compras.

En el camino la gente no dejo de llenarme de abrazos y felicitaciones, elogios y demás. Mi madre había preparado un pastel y mi padre había preparado algo sumamente delicioso.

-Eh, ¿Qué paso con Sasuke y Sarada? ¿Por qué no están contigo?-cuestionó mi madre. Trate con todas mis fuerzas no desvanecer la sonrisa en mi rostro cuando mamá pregunto aquello y lo que más odiaba en la vida era mentirle a mi familia.

-Ellos están entrenando, prometieron estar conmigo en la cena-mentí con lo más convincente posible.

-Oh ese par, deberían dejar de entrenar-comentó mamá

-Son Uchihas y ellos deben mantenerse fuertes-opinó papá. Mientras mis padres se enfrascaban en una conversación que sinceramente me hartaba me puse a pensar a donde debería ir después de esto. Hoy era mi día de descanso en el hospital y eso lo reprochaba en demasía.

En el hospital me sentía cómoda, feliz, querida, necesitada, al contrario en mi casa me sentía un estorbo. Sarada no paraba de gritarme un sinfín de tonterías, Sasuke sólo se resignaba a mirarme de reojo, sabía perfectamente que desde su llegada no había dormido en la cama más que en una ocasión y las demás veces han sido en el sofá.

Al menos esperaba que hoy no fuera así.

De regreso a casa me encontré con mis viejos amigos, los cuales me dieron un pequeño presente por el día de mi cumpleaños.

-¡Oh cielos, sensei!-grite avergonzada al abrir el regalo que me había dado Kakashi. Se trataba de esos típicos libros que él acostumbraba leer.

-Te dije que un día te iba a regalar uno-cometa rascando su nuca-Y bien, ¿Qué te regalo el grandísimo Uchiha Sasuke?-escuchar la mención de mi esposo me erizo la piel y me entristeció el alma.

-Él...bueno, no lo he visto desde ayer-dije con sinceridad. No podía mentir, era inútil frente a Kakashi.

-Se olvido de tu cumpleaños-mencionó

-No lo sé, ni siquiera estoy consciente de si durmió en casa-

-Sakura, ¿Qué piensas hacer?-me cuestionó y mi corazón bombeo con rapidez. Kakashi era tan ágil para leer la mente de los demás.

-Pienso hacer algo que mencione hace mucho tiempo cuando discutí demasiado con Sarada, ¿recuerdas?-

-Por supuesto. ¿Crees que es lo correcto?-

-No lo sé, todo depende de lo que ocurra cuando llegue a casa-

----••----•----••----•----••----

Aspire hondo y entre a mi hogar. Desde afuera se escuchaban los gritos de Sarada y de su padre; discutían sobre técnicas nuevas y más entrenamientos.

-Buenas noches-dije dedicándoles una sonrisa cálida.

-¡No te metas, madre!-gritaba Sarada, lo cual ya no me sorprendía pero no dejaba de herirme.

Sin decir nada más deje que aquel par siguiera con su discusión y me dirigí a la cocina. No tenía ánimos de preparar la cena pero tenía que hacerlo.

Pasados algunos minutos deje de escuchar las voces de mis dos amores y salí a la sala para encontrarla vacía, así como el resto de la casa. Ambos se habían ido y me habían dejado sola.

Deje de cocinar lo que tenía en la estufa y me senté en el sofá de la sala a esperar que llegaran.

Las risotadas que soltaba Sarada se escucharon afuera y me levante de golpe, mire el reloj y marcaba las once y media de la noche. Me había quedado dormida.

-Cielos, ¿Dónde estaban?-cuestione un poco enfadada.

-Fuimos a comer ramen con Naruto-mencionó Sasuke.

-¿Y no pudieron decirme?-

-Pensamos que no querías ir, llegaste y te pusiste a cocinar-comenta con aires despreocupados. Mi paciencia se estaba agotando, ambos se veían tan relajados que me haría explotar en cualquier instante.

-De acuerdo, es tarde...-mordí mis labios tratando de no dejar salir aquella estúpida pregunta-Por cierto, ¿hoy no se les olvido nada?-cuestione cuando vi a ambos caminar frente a mí. Sarada miró confundida a su padre y esté a mí-¿Nada?-ambos negaron.

-¿Debimos acordarnos de algo?-cuestiona Sarada, dándome un golpe al corazón con esa inocencia

-No, nada en absoluto-trate de no derramar lagrimas en ese momento, Sasuke y Sarada me dieron la espalda y desaparecieron.

El día aun no acababa y al menos esperaba que Sasuke me diera un pequeño beso de buenas noches, pero no ocurrió y tan sólo sentí como se levantaba de la cama y salía de la habitación.

Había tomado mi decisión. Yo tenía que desaparecer.


----••----•----••----•----••----

De nuevo una disculpa por este error u.u espero vuelvan a darle el apoyo a esta historia. 

Find herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora