Sasuke
Al día siguiente me levante con el mismo dolor en la espalda, este maldito sofá tenía que ser remplazado por uno nuevo y uno que se convirtiera en cama.
-¿De nuevo aquí, padre?-me cuestiona Sarada apareciendo por el umbral.
-Sí-dije algo incómodo. Sinceramente detestaría de sobre manera explicarle a mi hija por qué no dormía con su madre. Iba a dirigirme a mi habitación para asearme cuando mi hija me detuvo-¿Qué ocurre?-
-¿Sabes dónde está mamá?-
-¿No está en la cocina?-negó-Probablemente se fue al hospital-
-Pero ella siempre me deja el desayuno preparado-reprochó.
-Creo estas lo suficientemente grande para prepararte algo-mencione fastidiado, recordando la discusión de anoche donde ella me recalcaba lo grande que era ahora.
Entre a la habitación, estaba perfectamente arreglada como Sakura suele dejarla y me adentre al baño. Hoy seguiría ayudando a Konohamaru a entrenar al equipo de mi hija pero antes debía reunirme con el idiota de Naruto.
Pase por el hospital y me vi tentado a entrar para reprocharle a Sakura la razón por la cual no se preocupó en dejarle el desayuno a Sarada; el desayuno era la parte más importante de las 3 comidas del día.
Casi cuando llegaba me topé con Kakashi sensei, quien me miraba de una manera bastante extraña.
-Sensei-salude
-Sasuke, ¿Cómo está Sakura?-inició extrañamente preguntado por ella.
-¿Qué cómo está?-contra pregunte-No la he visto hoy-
-¿Y ayer?-
-¿Ayer?-me veía realmente estúpido repitiendo lo que él preguntaba pero no sabía a qué deseaba llegar-La vi perfectamente bien-Kakashi suspiró y sonrió nuevamente.
-Eres un imbécil-y se fue caminando despreocupadamente dejándome confundido e irritado. Opte por no seguirlo y me adentre en la oficina de Naruto.
-¿Y ahora que ocurre, idiota?-cuestione al rubio sentado en la silla frente al escritorio.
-¿Debo recordarte que soy el Hokage y me debes respeto?-
-¿Sabes que sigues siendo Naruto y eso me hace tratarte igual?-
-Entiendo, entiendo-se burló-te llame para decirte que después del entrenamiento vengas a mi oficina. Necesito darte algo para Sakura-
¿De nuevo mi esposa? ¿Ahora que se traía aquel par con ella? No cuestione nada, tan sólo afirme y me dirigí al lugar donde quede con Sarada.
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-Estás progresando aún más que Boruto-mencione a mi hija mientras caminábamos juntos hacía la oficina de Naruto.
-¿Eso crees?-cuestionó realmente emocionada-He estado irritable durante un tiempo por no poder superar su nivel. Esto realmente me alegra escucharlo-
Sonreí. Me encantaba esa determinación de mi hija, lo había heredado de ambos.
-Está bien, dame lo que sea que le vayas a mandar a Sakura, estoy cansado-Naruto rápidamente puso sobre la mesa una caja rosada-¿Qué es esto?-
-Bien, no sabía que regalarle a Sakura que no se echara a perder tan rápido-empezó riendo- Así que le compre un juego de cuchillos-
Mire curiosamente aquella caja rosada.
-Está bien, ¿por qué la repentina preocupación por los cuchillos?-Naruto dejo de sonreír como idiota y me miró confundido.
-¿Eh? ¿Me vas a reprochar que no se los pude dar ayer?-
-¿Ayer? ¿Qué tiene de especial el día de ayer al de hoy?-
-Realmente...tú... ¿enserio?-
-¿De qué hablas, idiota?-
-Sarada, ¿podrías aclararle la mente a tu padre?-pidió esta vez dirigiéndose a mi hija.
-Realmente no se a que se refiere-
-¡Ambos no recuerdan nada!-gritoneo espantado-Maldita sea, Sasuke. Ayer fue el cumpleaños de Sakura-
Ese comentario me helo todo el cuerpo.
-Estás bromeando, si hoy apenas estamos a...-
-Papá, hoy es 29 de Marzo-comentó alarmada, causándome más nervios.
"-Por cierto, ¿hoy no se les olvido nada?-"
Aquella pregunta rebotaba en mi mente haciéndome sentir mareado. ¡Maldita sea, se nos había olvidado por completo!
-Sarada, debemos ir a casa-sin despedirnos y pareciendo estar en estado de shock salimos de la oficina escuchando los gritos de Naruto que parecían estar en la lejanía.
-Debemos comprar algo, padre-dijo mi hija con voz quebrada-No puedo creer que hayamos pasado de largo el cumpleaños de mamá-
-Bueno, ella debe entender que entre tanto entrenamiento se nos vaya la noción del tiempo-
Sarada ya no comento nada, paseábamos por las tiendas en busca de algo que enserio valiera la pena y lográramos el perdón de Sakura. Por fortuna había recordado una conversación entre Sakura y su madre mencionando y describiendo perfectamente un juego de té que tanto anhelaba y logre encontrarlo.
Sarada también tuvo la idea de un pastel con frutillas, ambos íbamos confiados pero a la vez temerosos de la fuerza de Sakura. Sabíamos que olvidar su cumpleaños no lo iba a pasar por alto y mucho menos por ser su familia.
-Hemos llegado-grita Sarada aun temerosa. Pero la casa estaba vacía, en total silencio y fría-No está-aseguró cuando reviso cada parte de la casa.
-Ya es tarde, su turno debió haber terminado hace dos horas-
-Sabes que mamá suele quedarse horas extra por gusto-comentó-¿Crees que debemos ir por ella?-negué.
-Esperemos a que ella llegue-
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El cansancio me había ganado, cerré los ojos un momento que se convirtió en horas. Cuando me levante los primeros rayos de sol del nuevo día empezaban a colarse por la ventana e iluminaban tenuemente la sala, mire a todas partes esperando ver a Sarada y ella se encontraba sentada frente a la puerta de la entrada, con el juego de té junto al pastel. Me dio un poco de lastima verla así.
-¿No llegó?-cuestione, ella negó y note que tenía residuos de lágrimas en los ojos.
Recogí lo que tenía en el piso y lo puse sobre la mesita de café. La levante y la lleve a su habitación.
-Debes dormir-sugerí
-Quiero ver a mamá-
-Duerme y cuando despiertes iremos a buscarla-Sarada ya no reprocho nada y quedo profundamente dormida. Me dirigí a mi habitación y me recosté en la cama, mire un punto fijo en el techo y empecé a recordar los lugares que solía frecuentar Sakura sin embargo ninguno era como para quedarse toda la noche.
Entre mis manos tenía una imagen de Sakura y Sarada, sonreí a medias.
-¿Dónde estás, Sakura?-
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Find her
FanfictionSakura se siente olvidada, así que lleva a cabo lo que ha estado pensando desde hace un par de meses. Irse de la aldea. ¿Qué caso tenía seguir luchando por mantener esta familia estable? Sakura estaba cansada, el día de su cumpleaños fue la gota...