Sasuke
No iba a rendirme, yo tenía que encontrar a Sakura y remediar esta situación. No podía fallarle ni a Sarada ni a Sakura, no después de que ella hizo todo lo posible por salvarme.
-Padre, ¿por qué se detuvo la búsqueda de mamá?-la voz entre cortada de Sarada me desconcertó y gruñí para mis adentros, no había pensado que iba a decir para no dañar su corazón pero creo que no tengo otra opción más que decirle la verdad.
Rebusque entre los bolsillos de mi pantalón hasta encontrar el papelito arrugado y se lo extendí.
-¿Qué es esto?-cuestionó
-Léelo, es de tu madre-sus ojos se llenaron de un brillo especial y me miro con anhelo, mi pecho se oprimió cuando vi su sonrisa de esperanza. Mi corazón dolió cuando su rostro fue cambiando y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Se fue?-susurró
-Tal parece que así es-
-¿Cómo?- tartamudeaba y balbuceaba las palabras. Sus manos temblaban y yo cada vez me sentía peor.
-Fue mi culpa-ella me miró
-¿Qué dices?-
-Tú mamá se fue por mi culpa, ella no soporto como la trataba-
-Entonces ella se fue porque ambos la tratábamos mal-sollozo- Yo también la mal trate con mis gritos por estar tan irritada-se quedo quieta por unos segundos antes de explotar en llanto-¡También fue mi culpa!-
-Sarada, no...-
-¡Sí, padre! ¡No quiero que lo niegues, ambos la tratamos como basura!-
No podía decir nada porque efectivamente, la habíamos tratado así. Y no hicimos nada para poder remediar o amortiguar nuestro error.
Deje que Sarada soltara en llanto para que pudiera sacar lo que llevaba dentro y pudiera estar un poco más tranquila.
-Buscaremos a mamá, juntos-dije cuando empezó a moderar su respiración. Sabía que Sarada se negaría a quedarse mientras yo salía de la aldea.
-¿Qué pasara con el permiso del Hokage?-
-Me importa poco-dije apretando los dientes-Tú madre es nuestra prioridad ahora. Así que alístate y salgamos lo antes posible-ella asintió.
Mientras esperaba a Sarada me puse a pensar en lo que había mencionado anteriormente con respecto al permiso de Naruto. ¿Cómo era posible que no quisiera seguir buscándola? Sí, sabía perfectamente que ella se había ido por su cuenta pero eso no significaba que Naruto siguiera siendo mi amigo y me ayudara.
Al salir de casa nos topamos con cada uno de mis antiguos compañeros pero con ninguno dirigí la palabra, no tenía tiempo para charlas y tampoco quería que me vieran porque, de enterarse Naruto de mi fuga, ellos colaborarían con algo.
-¿Estás seguro de esto, papá?-cuestionó Sarada en cuanto nos plantamos en la puerta sur de la aldea.
-Tú mamá me importa y por eso estoy seguro de cualquier cosa que decida para poder encontrarla- sin decir más, partimos nuevamente en búsqueda de Sakura.
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Cada rincón que inspeccionábamos, cada kilometro que recorríamos y no encontrábamos alguna pista de Sakura nos hacía perder el ánimo por instantes, o al menos eso pasaba con Sarada; en cambio yo al no poder percibir su chakra, el no poder sentir su presencia cerca me hacía querer rendirme y decir, que me merecía esto.
Sin duda lo merecía pero tenía que hacer un esfuerzo mayor para al menos encontrar a Sakura, saber que estaba bien y por supuesto, pedirle perdón aunque fuera tarde. Siempre me pregunte si algún día la paciencia de Sakura explotaría pero pasaba el tiempo y eso jamás paso, hasta hace unos días.
Sabía que ella no era de piedra y admiraba lo que aguanto de mí, lo que tuvo que soportar al escuchar de la boca de Sarada que ella no era su madre.
Sakura ha soportado tanto de nosotros... ¿y si realmente era mejor dejar las cosas así? Tal vez ella estaría mejor sin nosotros o mejor dicho sin mí.
En el fondo de mi corazón sentía que Sakura necesitaba tanto a Sarada y viceversa, que tal vez el único obstáculo era yo.
Sarada se esforzaba de más por mí, por querer llenar mis expectativas y eso causaba su irritabilidad conllevando a los gritos hacía Sakura.
Sí, tal vez yo tenía que alejarme de ellas.
Pero no podía hacerlo, no ahora. Ni nunca.
Ellas son mi felicidad, la razón por la cual vivo y me mantengo cuerdo. Ambas eran mi pilar.
No tenía el valor para alejarme de ellas.
-Papá, creo debemos descansar-escuche vagamente la voz de mi hija, me detuve y asentí mirándola.
-Hemos recorrido mucho, casi estamos cerca de la frontera. Seguiremos mañana-
Al prender la fogata, Sarada saco algunos alimentos de su mochila.
-Extraño la comida de mamá-mencionó
-Lo sé, yo igual-
-Incluso extraño comer sus píldoras-ambos reímos y después reino el silencio por algunos minutos-Papá, puedo...-
-¿Quieres saber la razón por la cual no duermo en la misma cama que tú mamá?-su rostro la delato.
-¿Cómo supiste?-
-Tenía el presentimiento que pronto me harías esa pregunta. Tal vez aprovechaste la situación para cuestionarme-ella asintió con timidez, suspire-Quiero dejarte en claro, que amo a tú madre-ella sonrió con nostalgia-Y la razón por la cual no quiero dormir con ella es porque simplemente no me siento merecedor de aquel lugar-comencé a sincerarme, mostrándole un lado vulnerable- Tuve suerte de que ella me siguiera amando a pesar de mi pasado, de mis errores y mis estúpidas acciones-suspire nuevamente-cada vez que la veo, me repito mil veces la suerte que tengo de tenerla conmigo...pero no me siento merecedor de nada y aun así tengo todo-
-¿Por qué no hablas de esto con ella?-
-Sé que me dará un fuerte golpe y me dirá idiota-me reí-Después me dirá que me ama-
-¿Y no deseas escuchar eso?-
-Por supuesto, pero sigo sintiendo que aun me falta mucho por hacer para merecer aquel infinito amor-Sarada se quedo callada.
Lo que no le diría a Sarada era la otra razón; yo deseaba a Sakura en mil formas posibles. Deseaba tocar su piel desnuda...quería otro hijo con ella.
Quiero formar una familia más grande, pero si no soy capaz de cuidarla mejor simplemente no tenía derecho a nada.
-Es tiempo de dormir-mencione al cabo de unos minutos meditando, Sarada asintió y se acomodó dándome la espalda.
Dormir me era imposible sin saber dónde se encontraba Sakura.
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-¡Papá, despierta!-escuchaba la voz desesperada de Sarada, sentía sus fuertes puños en mi brazo y abrí los ojos.
-¿Qué ocurre?-
-Mira lo que encontré- extendió su mano y mostro una píldora con color desagradable, pero esa era la que Sakura fabricaba. Me incorpore y tome aquella esférica píldora y sonreí-Hay más-informó jalándome de la manga y dirigiéndome a un camino detrás de los arbustos. Vi claramente el camino que formaban las píldoras y sonreí aun más amplio.
-Ella está cerca-susurré.
Tomamos rápidamente nuestras pertenencias y seguimos aquel rastro; seguimos lo que nuestro corazón dictaba.
Sakura estaba cerca.
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Find her
FanfictionSakura se siente olvidada, así que lleva a cabo lo que ha estado pensando desde hace un par de meses. Irse de la aldea. ¿Qué caso tenía seguir luchando por mantener esta familia estable? Sakura estaba cansada, el día de su cumpleaños fue la gota...