Clues: we are close

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Sakura

Tras largos días recorriendo caminos y una pequeña parada en aguas termales en la Aldea oculta entre la Hierba, había llegado al país de la tierra. Precisamente a la Aldea oculta entre las rocas.

-Sakura, me sorprende que estés tomando el camino del fugitivo- me recibió en la entrada de la aldea-Recibí el mensaje de Naruto hace dos días-

-Gracias por permitir que me quede por un par de días-

-¿Por qué huyes de Uchiha Sasuke? Que debo mencionar y recordar es tu esposo-suspire con cansancio, esto me pasaba en cada aldea donde Naruto pedía asilo para mí.

"¿Ya no lo amas? Sí es así, ¿no crees que sería mejor afrontarlo y pedir el divorcio?" Era lo que más escuchaba.

-Larga historia-conteste caminando a su lado

-Tenemos dos días para que puedas ponerme al corriente-

Mi límite de hospedaje eran dos días en cada una de las aldeas donde me había quedado, lo que menos quería era darle oportunidad a Sasuke de encontrarme.

Pensaba que con el pasar de los días él y Sarada terminarían cansados de buscar y no encontrarme y regresarían a la aldea pero los informes de Shikamaru decían otra cosa. Me ponía la piel de gallina y los nervios a flor de piel cuando veía al águila mensajera de Konoha volar sobre mí y leer lo que el pergamino contenía.

"¿Cuándo piensas detenerte y afrontar esta situación?" fue el último mensaje que Naruto me había enviado.

Pensé que se estaba cansando de pedir asilo para mí pero no, no era eso. Él quería que afrontara esto como la persona adulta que era; y era razonable.

Después de todo lo que pasamos por conseguir el regreso de Sasuke...

Tal vez era tiempo...tal vez esta sea mi última aparada...

- Tsuchikage sama, ¿está bien si me quedo tres días?-

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Sasuke

-¡Gracias!-Sarada acababa de hacer una gran reverencia sin quitar su amplia sonrisa.

No voy negar que también me encontrara emocionado, feliz. Durante nuestra parada en un local de dango, la dueña mencionaba a un viajero tal vez conocido por ella por la notable confianza, sobre una mujer con cabello rosado.

Nos proporcionó una valiosa información con respecto a la dirección que había tomado y eso apuntaba hacía la Aldea oculta entre la Roca.

-Estamos sólo a un día y medio de llegar y está vez es seguro que encontraremos a mamá-Sarada no contenía su emoción.

Ella había descubierto el patrón de su madre; Sakura sólo permanecía en cada lugar sólo por dos días o un día y medio. Y esta vez íbamos a alcanzarla en su siguiente destino.

Después de haber descansado en aguas termales, apresuramos el paso estábamos a pocas horas de llegar a la aldea y eso significaba que pronto estaríamos frente a Sakura.

Realmente no sabía cómo sentirme, debería estar... ¿nervioso? ¿Emocionado?

Saber que estaba cada vez más cerca de Sakura me hacía recordar las palabras de Gaara; debía pensar bien lo que iba a decirle para no estropearlo más.

-Papá, estoy segura que mamá nos estará esperando en la Aldea-la voz tranquila de Sarada me saco bruscamente de mis pensamientos y me gire a verla.

-De eso estoy seguro-conteste

-¿Pero?-

-Debo hablar contigo antes de que lleguemos ahí-hice una pausa para mirarla de reojo y ella permanecía con los labios pegados, así que proseguí- Estoy seguro que mamá sólo está esperando por ti-

-¿Qué dices? Ella nos espera a ambos-

-No Sarada, no pienso vendarme los ojos para no ver la realidad que me espera cuando lleguemos y hable con tu madre-suspire-Ella se cansó de mí, está harta de todo lo que la he hecho pasar-

No haría reclamos, eso no iba conmigo tampoco pediré razones porque sabía de sobra por qué Sakura se iba a separar de mí. He sido un pedazo de basura con ella desde que éramos jóvenes, jamás en la vida podré olvidar que intente matarla y que la hice sufrir por muchos años. Nunca encontré lógica en el amor de Sakura, ¿Cómo podía seguir amándome? Yo era un maldito desertor, un estúpido que se cegó por la venganza y cortó todos los lazos que me ataban a la cordura.

¿Qué tan buena puede ser que me dio una hija?

¿Qué tanto amor me puede tener que permaneció a mi lado, siempre?

¿Qué tan bueno era yo para merecerla?

Sin darme cuenta habíamos llegado a la aldea y cuando menos lo esperaba ya estábamos dando nuestros datos para poder pasar con la Tsuchikage.

-Uchiha Sasuke-mencionó-Llegaste antes de lo esperado-se mofo-Oh, tú debes de ser la hija de Sakura-comento mirando con una sonrisa a Sarada. Mi hija hizo una reverencia.

-Sabes la razón de que estemos aquí, así que sin rodeos te pido me digas donde esta-

-Sakura seguramente está rondando por la aldea así que te sugiero salgas a buscarla-

Sin pensarlo y Sarada siendo la única en despedirse salimos de la torre y recorrimos la aldea. Mi hija se tomaba el tiempo de preguntar a los aldeanos sobre Sakura pero yo no me detenía, iba a encontrarla por mi cuenta.

-¡Papá, la vieron por aquí!-me gritó Sarada, frene en seco y gire para seguirla.

A lo lejos pudimos ver a una mujer con una ropa de Konoha, era ella...la habíamos encontrado al fin.

-¡Mamá!-Sarada fue la primera en interceptarla con un abrazo y escuche claramente su llanto. Me detuve con el corazón bombeando con rapidez y las manos me temblaban, era el efecto Sakura. Sólo ella lograba que temblara.

-Sakura...-mi voz se apagó cuando aquella figura se destapo y mostro un rostro que no conocía.

-¿Disculpen?-nos miraba confundida y un poco irritada, Sarada tardó en reaccionar y soltar aquella mujer.

-¿Dónde conseguiste esa capa?-pregunte mirándola sintiendo un vació en el cuerpo.

-Una mujer de Konoha me la presto el día de ayer, realmente la necesitaba y se suponía hoy iba a devolverla pero ella no llego a nuestro encuentro-

-¿Qué mujer?-

-Tenía el cabello rosado y ojos color jade-

-Es mamá-susurró Sarada con sollozos.

-Sí ella es tú madre, te devolveré esto-al devolvernos aquella prenda se fue.

-Mamá lo hizo otra vez-

Me mordí el labio, mire por unos segundos al cielo y me pregunte cuando iba a terminar esta persecución.

No sólo por mí sino por Sarada. Ella se estaba desmoronando y sólo quería ver y abrazar a su madre; escuchar de su boca lo mucho que la amaba y perdonara por cualquier mínimo error que haya cometido.

Ambos necesitábamos desesperadamente a Sakura.

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