Pursuit

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"No voy a volver y no quiero volver a leer un pergamino tuyo. Necesito definitivamente mi espacio, buscare y pediré asilo por mi cuenta. Gracias por todo Naruto, cuida de ellos"

Al final esa había sido mi decisión. ¿Había sido egoísta? No lo sé y no me importaba. Sin duda sabía que ellos estarían mejor sin mí; Sasuke no tardaría en encontrar a alguien con quien seguir su vida y hacer más grande el clan. Sarada lo aceptaría al final de cuentas y yo pasaría a ser solamente un recuerdo o tal vez nada.

Ellos se olvidarían de mí tarde o temprano, sin embargo, yo jamás lo haría.

Sarada había sido un nuevo color adherido a mi vida, Sasuke había sido mi todo y deseaba convertirme en todo para él, claro que no pude conseguirlo.

Naruto me había hecho el último favor y ese era pedir asilo en la Aldea oculta entre la Nube después de eso dependería de mí y exactamente no sabía que haría después.

Tarde o temprano iba a regresar a casa o establecerme en otra aldea, lo suficientemente lejos de Konoha y en un lugar donde nadie tenga conexión con ellos.

-Bienvenida seas, Sakura-Darui me recibió-Es agradable tener a una ninja medico como tú con nosotros aunque sea por unos días-

-Raikage-sama-hice una reverencia-gracias por aceptar mis caprichos-

-Eres amiga de Naruto y salvaste miles de vidas, es lo mínimo que puedo hacer por ustedes-hizo una pequeña señal para que lo siguiera-Vayamos primero a mi oficina para que me cuentes con más detalle lo que está ocurriendo, ¿está bien?-

-Por supuesto-asentí

-¿Cómo está Karui? Hace tiempo que no tenemos noticias sobre ella-

-Bueno, no mantengo mucha comunicación con ella-me sincere-Sin embargo, mi hija Sarada es muy cercana de Chōchō- sonreí a medias al mencionar a Sarada.

-Oh, me alegró-dijo únicamente y seguimos el camino en silencio. La aldea no había cambiado mucho ya que los únicos cambios que note fueron rostros nuevos. Antes de entrar al edificio escuche a lo lejos las típicas malas rimas de Killer Bee y me reí bajito. Estando dentro de la oficina de Darui este se sentó detrás del escritorio y me indico el asiento que yo debía tomar-Bien, estoy listo para escuchar tu historia-

Me sorprendía en demasía que él estuviera interesado aunque aún tenía en cuenta lo aburrido que podría tornarse la historia si le contaba la versión extensa así que opte por darle el resumen.

-Oh-giro su silla-No soy el tipo de persona que se interese o entrometa en vidas de otros, sin embargo, sólo quería asegurarme que la aldea no se vea amenazada y no me refiero a Sasuke-argumento-Como te repetí, bienvenida y puedes quedarte el tiempo que desees. El día que decidas partir te pido me lo hagas saber para yo informarle a Naruto-

-Gracias por todo-hice nuevamente una reverencia de 90° y salí de la oficina en dirección al hostal donde Darui ya había hecho una reservación para mí.

Aun me era difícil aceptar que todo por lo que había luchado iba a llegar a su fin. No iba a hacerme la fuerte todo el tiempo y sabía que tampoco me haría un bien aguantarme.

¿Qué harían cuando llegasen a casa? ¿Se desharían de mis pertenencias?

¿Qué harían con todas las fotografías?

No me gustaba pensar en posibilidades pero me era inevitable, cuando cerraba los ojos me venían imágenes de Sasuke; del día que se despidió de mí para emprender su viaje de redención y para colmo, me venían imágenes de cuando me entregue a él.

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