Capítulo 20

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Dos días después:

Ya hemos llegado a Bogotá y David me ha dejado en mi casa. No quiero imaginarme el lío que me espera en casa. Abro la puerta y mis padres, mi hermano y mi hermana están esperándome en el living. Mi padre dice:

- Buen día, Samantha. Que bellas horas de llegar ¿No crees?

Trágame tierra y escúpeme en la luna, prefiero que mi cabeza explote en la luna y no aguantarme un sermón de mil horas de mi padre. Mi madre dice:

- Samantha, ni siquiera avisaste que te irías.

- Bueno... es que fue algo improvisado, les juro que les iba a avisar pero en el camino se me apagó el celular...

- Lo importante es que está bien ¿No?- dice Santiago

- Así es...- dice Laura.

- Ustedes dos a sus habitaciones, déjennos solos con Samantha.

Mis hermanos obedecen y yo quedo sola con el hombre más frío del mundo.  Recibo un sermón de un milenio y al final se concluye que me quedaré una semana sin celular y un mes sin Netflix. No sobreviviré. Me cago en David y su puto paseito de mierda. Subo a mi habitación indignada pero no es para menos. Casi una semana fuera de la cuidad merecía un castigo mayor, me encuentro a mi hermano en el pasillo y me dice:

- Ven, tenemos que hablar...

Lo sigo hasta su habitación y nos sentamos en su cama, luego me dice:

-¿En qué diablos pensaban?

- Es que... Santiago, tú sabes en qué pensaba David.

- Dios, casi me decapitan por tu culpa. Tú sabes que yo te secundo en todo pero esto ya fue demasiado. A la próxima no te secundaré más.

- Vale. Me lo gané está vez.

- Ya, eso era todo.

- Vale. Me voy.

Salgo de la habitación de mi hermano y me dirijo a la mía. Veo televisión y escucho que golpean la ventana de mi cuarto, voy a ver quién es y resulta ser Paula trepada en el roble que está al lado de mi ventana, abro la ventana y le digo:

- Estás loca? Estoy castigada, no tengo Netflix ni celular.

- Por eso mismo estoy aquí. No me contestabas las llamadas así que decidí venir a ver que estaba pasando.

- Entra rápido...

Entra como puede y se sienta en mi cama, me dice:

- Ya me enteré que estabas de viaje con David, te perdono por no haberme contado sólo si me cuentas todo.

- Vale, vale. Pues que te digo...

Comencé a narrarle toda la historia y mi amiga al final me pregunta:

- Me ha encantado la historia pero ¿No cogieron en todo el viaje?

- Nope.

- Ajá.. y yo tengo un unicornio.

- Te lo juro por nuestra amistad.

- Vale. Te creo. Pero estoy muy orgullosa, no cediste tan fácil. Sigues siendo virgen...- se abalanza contra mi haciendo que las dos caigamos de la cama.

Me ayuda a levantar y me pregunta:

- Pero ¿Ha sido porque él no ha querido y porque tú no has querido?

- Porque yo no quise...Aunque hubo una vez en la playa que mis hormonas se dispararon y casi cogemos en la arena en la noche.

- Vaya... Samantha Casas ha sacado su lado morboso.

- Calla. No quiero hablar del tema.

- Vale. Es lindo que tu pareja te espere el tiempo que sea necesario. Eso hoy en día no se ve.

- Lo sé. Sólo es que a veces siento que me esconde algo. Su comportamiento a ratos me confunde y su mirada en algunos ratos se torna perdida, triste y desconcertada.

- Pues... si te esconde algo, lo hace muy bien. Yo creo que uno nunca llega a conocer bien a fondo a una persona. Tú sólo debes tomarte el tiempo de conocerlo realmente y no que sólo sea el David guaperas que todos en el instituto conocemos. Él es tu novio ahora. Exige que te cuente todo sobre él. TODO.

- Ya lo he tratado y siempre que le saco el tema de las novias a la luz me responde que no quiere hablar del tema o me evade el tema o me hace otra pregunta...

- Allí está el problema! Tiene que ser algo sobre una de sus novias pasadas o de su vida amorosa....

- ¿Será?

- Yo creo, amiga.

Hablamos por un rato más y luego Paula decide irse a su casa. Ya es media noche y yo sigo pensando en lo que me ha dicho Paula. No sé si sea verdad pero tendré que ponerme en plan de inspector Gadget. Alisto mis cuadernos para mañana en el instituto, me pongo el pijama y me acuesto a dormir.

Al día siguiente:

Me levanto y son las 7:20. Proceso a hacer el procedimiento de todos los santos días no sin antes alistar mi ropa: un suéter de 4-non Blondes gris, un jean Levis 311 y mis Martens negras. Me cepillo los dientes y bajo alba cocina para desayunar. Mis hermanos y mis padres están en el comedor, hablamos por un rato y mis padres nos informan que se irán a Londres mañana para volver en Navidad. Salgo de la casa y decido irme sola hacia el instituto. Pasó por un Juan Valdez y decido tomarme un café latte y un rollo de canela, voy caminando y extrañando mi celular. Llego en menos de lo pensado, me he distraído en el camino pensando en bobadas. Entro al instituto y voy a mi casillero, siento que alguien me respira en la nuca, volteo a ver y es David. Me dice:

- Por qué lo me contestaste las llamadas ni los mensajes?

- Buenos días, David. Yo estoy bien, gracias.

- Es en serio. Aún sigues brava.

- Nope. Estoy castigada. Sin celular y sin Netflix.

- Ah vale, ha sido por el paseo?

- Sí, pero no me arrepiento.

- Yo tampoco. Vamos?

- Vamos.

Nos encaminamos al salón y me encuentro con Daniel quien me abraza como nunca y me dice:

- Estás bien, Sam?

- Sí, Dani

Mira a David y le dice:

- Qué tal, bro?

- Bien y tú?

- Ay vamos!

Nos sentamos en nuestros lugares y llega Paula con los trabajos que han puesto en los días que no vine. Acordamos anoche que ella me los haría y yo le ayudaría a controlar su pena con Luis. Me entrega el mamotreto y yo los voy separando por materias, llega el profesor Collins y su aburrida clase. Decido prestar atención y estudiar arduamente para el ICFES. Este año me graduaré y ya e decidido que quiero estudiar...

Bésame Despacio que No Tengo PrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora