Capítulo 29: "Te Amodoro"

29 0 0
                                    

Abro mis ojos y veo el reloj: las diez de la mañana. Me levanto de la cama para ir a la cocina a por mi desayuno, bajo las escaleras y entro a la cocina. Saludo a mis hermanos y a Gertrudis para luego comerme el desayuno, hablo con mis hermanos de todo y de nada y concluimos que extrañamos a nuestros padres quienes vendrán en diciembre para navidad.

Termino de desayunar y subo a mi habitación, veo mi celular y tengo dos mensajes de David. Decido que primero me bañaré y luego le contestaré a David. Saco de mi armario un jean negro, una blusa blanca polo y unas Nike AF1 blancas; me meto a bañar por diez minutos y luego me visto.

Decido leer los mensajes de David:

"Buenos días, mi princesa." Recibido a las 09:34

"¿Como amaneces, nena?" Recibido a las 09:45

Le respondo rápido, pues, decido que hoy es el día perfecto para hacer el proyecto de mate:

"Buenos días, corazón. Amanezco bien y ¿Tú?"

Envío el mensaje y voy a sacar el cuaderno y la calculadora de mi mochila. Al cabo de dos minutos obtengo una respuesta de David:

"Me alegra que mi chica esté bien. Amanecí bien aunque con dolor de cabeza. ¿Qué harás hoy?" Recibido justo ahora

Al parecer los dolores de cabeza de David han vuelto y eso no me gusta para nada. Le respondo rápidamente:

"Toma alguna pasta para el dolor. Haré el proyecto de mate. Estoy sola en ello, la pesada no lo hará."

Voy a mi escritorio donde ya tengo lo necesario para comenzar el proyecto de matemáticas. Cojo mi MacBook y pongo al mejor profesor de matemáticas de YouTube: JulioProfe, quien me explica todo lo relacionado con las Cónicas, Estadística, Probabilidad y Límites. Me distraigo un rato hasta que recibo un mensaje de David:

"Yo debería hacer lo mismo pero es que no quiero ir a la casa de Amanda. Me ha dejado claro que no puede venir a la mía. Supongo que eso haré mientras mi chica termina de hacer su proyecto." Recibido justo ahora

La idea de que David tenga que ir a la casa de Amanda me produce cólera pero confío en él y sé que no pasará nada. Le respondo:

"No me hace gracia que tengas que ir a la casa de la oxigenada pero todo sea por no perder la materia. Confío en ti y en que nada pasara."

Me contesta al instante:

"Así será. Nada pasará, nada que no sea resolver los problemas de matemáticas. Tú sabes que te amo más que a nada."

Me encanta que me haga saber que me ama. Me encanta que David sea así. Le respondo:

"Sé que me amas pero también sé cómo es Amanda. Sin embargo, confío ciegamente en ti. Anda, ve a la casa de la jodida esa o se te hará más tarde y no me gustaría que llegaras tarde a tu casa y que por consiguiente no podamos salir en la tarde."

Mientras espero la respuesta escribo mi nombre y el de la pesada en la hoja examen. Pasados dos minutos recibo la respuesta:

"Voy para allá. Ojalá terminemos rápido para que así luego nos podamos ver tú y yo, y si termino tarde te juro que voy a tu casa. No me quedo con las ganas de verte hoy. Termina pronto tu trabajo. Te amo y te adoro."

Me lo como a besos! Es un lindo. Le respondo:

"Terminaré pronto y espero que tú lo hagas también. Pd: Te amodoro David González."

Así claudica nuestra conversación y yo continúo haciendo el proyecto hasta las dieciséis horas ya que mi cerebro va a explotar. Ya tuve bastante JulioProfe, bastante estadística, bastante probabilidad y bastante matemática. Decido tomarme un respiro así que me pongo una chaqueta y decido ir al Starbucks de Gran Estación. Necesito ese frappé de Vainilla que he anhelado desde que comencé a hacer el proyecto.

Bésame Despacio que No Tengo PrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora