¿ MALO? O.....

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- Aveces me daba tantas ganas de arrancarles los ojos a esas perras que lo rodeaban.....-

Miraba con ansiedad marinette a su compañero de preparatoria nathaniel, el chico mas fuerte, guapo y popular de la escuela que estaba rodeada por las chicas mas hermosas.

"Pero al final siempre una sonrisa se formaba en mis labios, puesto que aquel chico de chaqueta de cuero y cabello rojo....estaba en mi cama todas las noches, así que al final...yo ganó " pensaba la azabache alejándose de esa farsa de situación, esperando a que llegara la hora que ella amaba mas que a nada.

----- al anochecer------

Un joven pelirrojo cruzaba la puerta de su casa con bastante cansancio

- buenas noches- dijo mientras miraba  la casa vacía aparentemente, con una nota en la mesa

-" regresamos mañana temprano, cuidense  nathaniel.
                Atte: tus padres"

Como siempre, sus padres jamas estaban y eso hizo que el joven suspirara subiendo a su habitación y tomando una ducha  sin percatarse de una joven que abría su puerta y la cerraba con llave.

Salio después de unos minutos, con una toalla del baño y algo sorprendido mirando a una azabache con un baby doll color rojo carmesí que envolvía aquel cuerpo.

- ¿ quienes eran las de la tarde ?- pregunto, frunciendo el seño ante la mirada sonriente del pelirrojo

- solo unas amigas, no tienes por que enojarte mi pequeña musa- dijo dirigiéndose hacia ella y sentándose en la cama para mirarla, tomando un listón de su ropa y besándolo- sabes que no salgo con nadie mas que contigo- prosigio a decir  el de cabello rojizo para darle un beso de piquito.

Dejando a una azabache con un leve sonrojado y abrasándolo de su cuello- mas te vale, sabes como soy y aun así no las alejas - susurro ella subiéndose a las piernas de su pelirrojo sentándose y mirándole- nos dejaron de comer tus papas - decía mientras le daba besos en  su cuello haciendo que el sonriera de una  forma galante.

- vaya, pero que bien - sonrió algo sarcástico  mientras se dejaba hacer por la azabache.

Aquellos dos jóvenes que comenzaron un romance a espaldas de sus padres, ignorando que desde la secundaria ya eran algo, las dos familias por la grande amistad de los padres dejaban a sus hijos en la casa mas seguro que pensaban era la de los contrarios, sin saber en las noches lo que ellos dos hacían.

- marinette... Mi amor  ¿enserio?- sonrió abrazándola mas a el - tan celosa estas por esas chicas que no valen la pena - le separo y le miro con esa expresión que pedía a gritos que le dijera que solo era de ella con ese seño fruncido y sus mejillas sonrojadas.

- ¿acaso querías que no lo estuviera?- preguntó aun tratando de ocultarse o marcarlo para que vieran que tenia dueña.

Haciendo que la sonrisa de el se volviera mas pronunciada y la cargara para recostarla en la cama - entonces dejarme demostrarte por quien reacciona solamente mi cuerpo- siguió  sin decir mas comenzando a besar el cuello de la azabache, lamiéndolo con sumo cariño mientras sus manos acariciaban aquella ropa sensual que traía  la joven que ahora comenzaba a estremecerse por los toques que sentía, soltando pequeños suspiros

- nath... Nathaniel... - pronuncio suave mientras acariciaba ese cuerpo bien torneado por el ejercicio que hacia el pelirrojo, deleitándose con esa espalda que era capaz de cubrirla a la perfección y brindarle protección.

Posando sus labios en el del contrario mientras los besos se volvían cada vez mas apasionados, juntando sus lenguas  en un juego que comenzaba a enloquecer  al contrario, sosteniéndose de ellos mismos cual piezas que encajan perfectamente.

NOCHES ROJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora