REALIDAD

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Envueltos entre las sabanas era  nuestro bello despertar.

No sabia que viera hecho para que esa dulce azabache estuviera a mi lado, pero no quería arruinarlo con mis pensamientos así que solo decidí abrazarla.

- nath... Cariño...dejame verte -decía con una voz risueña

Hací  es ....ella es mi esposa y apesar de  tantos pero tantos líos al final ella me eligió.

- es que te quiero tener así siempre para saber que no eres un sueño mi bella musa -  le dio un besito en su cabello acariciándola.

- nath amor mio- se alzó de inmediato sentándose encima de el - amo que me mimes tanto pero yo también quiero mimarte- sonrió algo picara la joven meneándose suave en la parte baja  del vientre de el.

Sonrojándose por la acción soltó un suave  suspiro - marinette...- pronuncio nathaniel mirando como su esposa se meneaba  encima de el, moviendo la cadera de un lado al otro, sosteniéndola de la cintura y  apegándola un poco mas por la necesidad que despertaba.

- nath...amo tu cara tierna- decía entre suspiros entrecortados  y con las mejillas un poco sonrojadas por el movimiento que solo era distanciado por las pillamás de ambos.

- mi amor...- pronuncio acercándola con delicadeza para poder besarla suave en aquellos labios que el ya conocía de memoria comenzando un vaivén de ambos, friccionando la parte baja mientras sus besos subían de intensidad, volviéndose ambos de un tono rojo delatandolos  por la pasión que llevaban dentro.

Enfocando con su mirar a aquella azabache que ya tenia totalmente el cuerpo de una mujer sensual, notando los detalles de sus curvas que eran tocadas por el, desde sus piernas que estaban a cada lado hasta subir a  sus  pechos que  masajeaba  gustoso para ella.

- nath....- sonrió pícara levantándose leve para poder bajarle el pantalón a su esposo y proseguir   a subir su falda, arepegandose ahora directo contra el, de enfrente hacia atrás escuchándose ahora los jugos de ambos chocar- aa..nath... Se te esta poniendo duró- decía deleitándose de el sentir.

- no...no digas eso Mari...me..- no pudo decir mas pues estaba comenzando a perder un poco la cordura con aquellos roses, y aunque sus palabras decían que no, para el le era algo agradable oír que su esposa alentara su virilidad

Meneando la pelvis para comenzar a hacerla dar saltos suaves sobre el, chocando sus intimidades de una forma placentera que la azabache no podía dejar de admirar.

- nath.... Nath- pronunciaba perdida entrecerrando los ojos comenzando a abrir los labios poco a poco por aquellos rebotes- me..metemelo... Anda...metelo...nath...-  acercándose a el y posando sus manos en su pecho mientras lamia sus labios hambrienta de placer.

Haciendo caso a su bella amada el apenas y pudo reaccionar coherente por lo que ella le hacia, pues quien pensaría que aquella dulce chica que conoció desde la secundaria era una atrevida y sensual mujer en lo que se refería a la intimidad, lamiendo por igual el, aquellos labios dejando que sus lenguas chocaran y comenzaran a pelear por el quien dominaría, bajando una mano por el cuerpo de ella hasta sus traseras para másajearlas un rato; abriéndolas y comenzando a intentar que aquel miembro que ya estaba duró se introdujera, rosando directo con su entrada hasta sentir como esta lo comenzaba a succionar, soltando un jadeo por parte de el pelirrojo que entraba  lentamente y con una muy buena lubricación por la humedad de ambos que ya lo deseaban.

-!!! nath!!... Esta.... Esta...muy grande...- decia entre jadeos, dejando que el tomara posesión de su boca eh hiciera lo que fuera con ella, ayudándole y bajando su cadera poco a poco hasta sentirlo dentro - y yo soy  la ..ansiosa- pronunció entrecortado sonriendo percatándose de cuan duro estaba y de como no tuvo que decirle mas de una vez para que la hiciera suya.

- eh...es que...yo- apenado el de ojos turquesa por su ansiedad, ocultando sus ojos en aquel cabello semi largo que traia, sin saber que responder pues aunque casi siempre ella lo agarraba desprevenido, el era el que terminaba deseando mas, pues no podría resistirse a el deceso de su bella esposa

- siempre... Tan tierno... Por eso me ..vuelves loca - fue lo que escuchó nathaniel antes de que ella meneara su  cadera, comenzando a sacar y meter el miembro que la hacia gemir por el gusto,- aa..nath... dame... dame...muy dentro- escuchándose entrecortado y con un toque de lujuria aquellas palabras.

No haciéndola esperar, le tomo de la cadera azotándola con rapidez una y otra vez de manera consecutiva,  deleitándose  con el menear que le mostraba su esposa, impacientándose por la adrenalina del momento, decidió ahora acostarla, sin salir de ella

- lo...lo siento Mari...yo...yo- trataba de pronunciar  de una forma entrecortada pero coherente la dosis de placer que le hacia sentir en esos momentos, pero en respuesta sintió el abrasó de su esposa rasgándole la espalda y aferrándose con sus piernas a la cadera de este, y permitiendo un contacto aun mas pronunciado entre sus intimidades.

Excitando al pelirrojo aun mas,  aumentando las embestidas que le daba, escuchando gemidos muy altos en toda la habitación combinados con los sonidos del chapoteo de sus intimidades     restregándose sin cesar...

- ma...marinette... No puedo mas...- diciendo de una forma algo ronca el mayor se alzó sin salir  quedando ambos sentados pero el moviendo las caderas de ella la  penetraba rápidamente- voy a ..voy..- apenas y se escuchaba la voz que el sacaba por los jadeos que no podía dejar de soltar al sentir las paredes tan estrechas de su amante que asfixiaban su virilidad tan deliciosamente.

- ¡¡¡aaaah!!!....dentro... Dentro...- gemía la azabache que lo presionaba para que cada vez saliera menos hasta el punto en donde su cuerpo no paraba de vibrar por el orgasmo que comenzaba a tener, mordiendo el hombro de nathaniel sin saber como expresar su sentir, mientras sentía como el la llenaba hasta lo mas ondo de su ser, sin soltarlo dejando que  ambos se deleitarán con un orgasmo que cada vez mas se acercaba aun nirvana que los deleitaria en su momento.

Comenzando a relajarse se acostaron en un abrazo, ocultándola en su fuerte pecho algo apenado   por que a pesar de todo aun no se acostumbraba a semejante acción, pensando que tal vez sólo era un sueño del cual jamas quería despertar.

- te amo nathaniel- se escuchó su sonrisa picara que hacia que  aquel pelirrojo  supiera que esa era su bella realidad.

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Espero que les guste  mis conejitos

Perdonen la tardanza pero ya saben que doy medio sope ^.° pero prometo que aunque tarde siempre habrá una historia nueva que leer por aquí

...... Pero siempre suculenta XD

NOCHES ROJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora