¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SEGUNDO ACTO • CAPÍTULO TRECE: EL CHIP FALSO.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Muy bien, aquí bajo. Nos vemos luego—, se despidió Daniel antes de cerrar la puerta tras él. Faye esperó un momento antes de también bajarse, para ser detenida por Jack y Merritt.
— ¿Qué haces?—, preguntó Jack, tomándola por la muñeca y mirándole con los ojos abiertos.
—Voy a vigilarlo—, explicó Faye y Jack suspiró.
—Si no confiamos en nosotros, ¿en quién vamos a confiar?—, preguntó Merritt, mirándole por el espejo retrovisor y Faye sólo suspiró.
—Déjenme ir, sólo estaré para que Daniel no meta la pata, ¿está bien? Sé cuidarme sola, no tienen por qué preocuparse—, agregó al final al notar el rostro de ambos. Jack le observó antes de soltar un suspiro.
—Eres demasiado testaruda para discutir, así que, nos vemos luego—, murmuró Jack después de darle un beso —. Te amo—, le dijo al besar su frente.
—Y yo te amo a ti—, contestó Faye antes de darle un rápido beso en los labios y mirar a Merritt —. A ti también te amo, Merr—, le sacó la lengua Faye antes de bajarse del vehículo y cerrar la puerta tras ella.
Faye se acomodó la chaqueta negra de cuero, ya que se había cambiado el incómodo saco de piel por ésta, antes de ingresar al lugar y perderse entre el resto de las personas. El Mercado Taipa parecía estar en su horario pico debido a la gran cantidad de gente que le ocupaba, complicando la tarea de encontrar a Daniel, aunque facilitando al mismo tiempo el lograr confundirse entre ellas.
La chica caminaba por el mercado, mirando a su alrededor en busca de Daniel y, cuando le vio, se quedó sin habla. Daniel se encontraba hablando con Dylan y, aunque eso la congelo por un momento, pronto reaccionó y se escondió detrás de una puerta, ya que no tenía lugar donde esconderse.
