Día de la cita - A la tarde en el departamento de Lauren - ¿De qué te ríes? - Para sorpresa de Lauren, Lucy entraba por la puerta del departamento a la carcajada pura - Pensé que tenías una academia de danzas por dirigir y que tenías cosas importantes que hacer - Ella misma había decidido trabajar solo en la mañana porque quería prepararse para su cita con Camila y porque de nada servía estar en su oficina mirando el techo, si en lo único que podía pensar era en la morena, en la mirada de la morena, en los tatuajes de la morena y en la boca de la morena haciendo cosas en ella, y en Camila escondiéndose en su cuello, y en el pene duro de Camila sobre ella... En fin, decidió tomarse la tarde libre. Planeaba hacerse unas máscaras de pepinillos, relajarse en el jacuzzi, depilarse, no porque pensara acostarse con Camila, pero de todas maneras siempre es bueno estar lista.
En fin, Lauren quería entrar en estado de cita total y disfrutar de la tranquilidad de un departamento sin sus amigas. En realidad técnicamente hablando no era Lucy la que la molestaba, sino más bien Verónica, pero Lauren sabía que la bailarina era el punto de irritación de Verónica, así que si no estaban las dos su tarde pre cita se iba a hacer más llevadera. Desgraciadamente sus planes se arruinaron a penas la bailarina entró al departamento matándose de la risa.
Lauren esperaba una respuesta de la bailarían, pero cada vez que Lucía intentaba hablar volvía a reírse sin parar. La bailarina terminó por tirarse en los sillones y Lauren la siguió con su merjunje listo para aplicar. Mientras esperaba a que la bailarina cesara su risa, con sus dedos se lo ponía en forma circular por todo su rostro. El último toque eran dos rodajas de pepinos sobre sus ojos.
- O Dios... déjame un poco - la bailarina le sacó el cuenco y empezó a aplicarse lo que quedaba.
- ¿Me vas a decir que es lo gracioso? - ya era hora de que dejara el misterio.
Lucy volvió a sonreír y por un segundo Lauren tuvo miedo que de volviera la risa imparable, pero esta vez la voz de la bailarina salió sin parar - Vengo de ver a Keaton - contó como si eso resolviera el enigma.
Lauren frunció el ceño cuando la bailarina nombró a su novio, todavía no superaba a la Verónica totalmente borracha que se encontró en su propia oficina cuando volvió de hablar con Camila. SI no hubiera sido por la felicidad de la pelirroja probablemente Dinah estaría en la calle por haber dejado que Verónica acabara con las botellas de champagne. Lo que sí hizo fue llamara a Lucy inmediatamente y preguntarle porque Verónica no paraba de llorar y de balbucear que Lucía ya no la amaba y que ahora iba a tener pequeños nenuquitos y toda clase de cosas que solo se le escuchan a la latina cuando está pasada de alcohol. Si no hubiera sido porque la bailarina le empezó a contar que se había formado una nueva leyenda en el estudio de tatuajes llamada "Los gritos de Lauren ", de lo cual la pelirroja no estaba para nada avergonzada y porque Lucy le contó de la broma de los chicos a Camila acerca del cartel que le hicieron y de cómo Camila los despidió a todos, lo más probable es que Lauren hubiera regañado a Lucy por dejar a Verónica rodeada de botellas con la noticia de su noviazgo. Además que apenas la empresaria le contó de la cita con Camila, la bailarina empezó a hacer todo tipo de planes entusiastas para que salieran en una cita de a cuatro, a elegir vestimenta para la pelirroja y a expresar su enorme felicidad que dejó un poco enterrado el tema de Verónica.
Esa noche la latina no volvió al departamento y cuando, al a mañana siguiente, Lauren quiso entrar a la oficina de la chica recibió un enorme "vete de aquí" como respuesta. Normalmente la pelirroja hubiera insistido, es más, hubiera entrado igual, pero esta vez y con un muy buen criterio se alejó rumbo a su propia oficina. Solo le escribió más tarde para hacerle saber que se iba temprano y para contarle de su cita, la respuesta que recibió de la latina le preocupó bastante a decir verdad. "Me alegro por ti y por la rarita, de corazón" Lauren se quedó examinando el mensaje varios minutos, sabía que la noticia de que Keaton y Lucy eran novios le había hecho profundos daños a la latina, pero nunca creyó que iba a sacar la parte sentimental de ella a flote. Respiró hondo y salió del edificio esperando que Verónica no hiciera estupideces.
