¿Spencer?

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7.
Una descarga de adrenalina sacude mi cuerpo, abro los ojos de golpe y noto que me he quedado dormida y una pequeña turbulencia ha sido la causante de ponerle fin a mi siesta.
Prendo el móvil para comprobar la hora, no tengo la menor idea de si es de día o noche puesto que no me ha tocado cerca de una ventanilla de hecho puedo decir que este ha sido uno de los peores asientos que me ha tocado en la vida, me encuentro justo en medio de una señora que ronca mucho y de un chico que desde que hemos abordado se ha pasado el rato jugando vídeo juegos, estoy segura que el tampoco sabe si es de día o noche o si es el año 2050.

Una voz me hace volver a la realidad.

—Señoras y señores, aproximadamente en cinco minutos  nos encontraremos aterrizando en New York, quizá se sienta un poco de turbulencia, pero no se preocupen es normal, debido a que se aproxima una fuerte tormenta, se pide de favor que extremen precauciones.

Cuando termina de hablar noto que mi corazon se acelera, el miedo y la ansiedad recorren mi cuerpo, checo la hora 7:45am.

***

¡Por fin en New York!

Cuando deciendo del avión noto que hace un frio de los mil demonios, y yo solo llevo puesto un ligero suéter, jeans y tenis, ya que justo ayer antes de marcharme hacia el aeropuerto cheque como estaría el clima por aca, y la temperatura mas baja indicaba que seria de 23 grados centígrados.

"Bravo Emily una vez más triunfando en la vida."

¿Y ahora, que debería hacer primero? Yo... creo que, ¡si! lo primero que hago al bajar del avión es abrir Snapchat, y tomarme una selfie con ese estúpido filtro del perro con el cual mantengo una relación de amor-odio.

Volteó a todos lados, en busca de Spencer pero por ningún lado la veo, decido llamarle a mi padre y comentarle que mi avión acaba de aterrizar y que no encuentro a Spencer por ningún lado, a lo que me comenta que no debe tardar en llegar.
Decido hacer tiempo y le marco a mi mamá.

—¿Si?.— Contestan con voz adormilada.

—¿Mama?.— Trató de comprobar que es mi madre.

—¡Emmy! cariño , ¿Estas bien? ¿Necesitas algo?.— Okay, si es ella.

—Tranquila mamá, sólo marcaba para avisarte que acabo de llegar.

—Esta bien cariño, Gracias por avisarme, ¿Y tu Papa?.— Mierda, ¿y ahora que le digo?.

—Mmm, ya no debe tardar en llegar, ya sabes el tráfico neoyorquino, jaja.

—Emily por favor cuidate mucho, cuando ya te encuentres en su casa y hayas descansado me hablas ¿vale?.

—Si mamá.

—¿Sabes que te amo cierto?

—Claro que lo se mama, igual te amo.

***

Espero alrededor de 10 minutos mirando como se reciben cientos de parejas felices y enamoradas, debo admitir que siento una punzadita de celos que corre dentro de mi, pero ¡No!, no quiero novios, no quiero promesas, no quiero que alguien rompa mi maltrecho corazón.

Me quedo de piedra al ver a Spencer de lejos, estoy segura de que es ella, pero... ¡Wow! que mujer parece una modelo sacada de una revista de Victoria Secret, la última y única vez que la vi en México lucia de una manera tan natural y relajada, que si la comparó con la mujer que veo ahora aquella parecería como si recién se hubiera levantado un domingo por la mañana.

Trae una falda rosa y sacó a conjunto, y unos tacones divinos, los cuales a mi me daría vértigo usar.

—¡EMMY!.— Llega hasta mi de una manera muy eufórica y me abraza, me quedo de piedra ante tal recibimiento.

—¡Hola! ¿Spencer? ¿Cierto?.— Trato de sonar un poco indiferente.

—¡Hey! ¡SI! Me alegra que hayas recordado mi nombre.— jajaja, uff si, que buena estrategia Emily.

«Creo que al final no me cae tan mal»

—¿Estas lista?.— Pregunta con gran entusiasmo.

—¡Claro!.— Contestó con más animos de los que en realidad tengo.

—¿En serio? Dime que no sólo has traído eso contigo.— Señala con la mirada la pequeña mochila que llevo sobre la espalda.

—Oh por Dios, es cierto, mi equipaje, lo había olvidado por completo, mmm...— Giro mi cuerpo bruscamente en busca de la banda, comienzo a caminar muy segura hacia la dirección por donde he venido antes, al no encontrar la banda, volteo y Spencer solo me ha estado siguiendo todo el rato.—  ¿Y, donde se supone que debo recoger las maletas?.— Sonrojada y un tanto desconcertada me acerco a Spencer y le pregunto pues nunca antes me he tenido que hacer cargo de ello, mi madre siempre lo ha hecho por mi.

—Bueno, en realidad, digamos que, mmm, yo tampoco lo se.— Contesta apenada.— Ya que tu padre es el que se encarga de eso, pero no te preocupes que ahora lo investigó.— Se porta tan despreocupada y natural que siento que la conozco de toda la vida.

Minutos después de encontrar la banda de equipaje y por fin hayar mis maletas nos dirigimos a casa en una bella camioneta BMW, la verdad era el tipo de vehículo que me imaginaba para Spencer, aunque nunca creí que ella manejara.
Al subir a la camioneta me advierte del tráfico neoyorquino, y que donde viven queda un poco alejado del aeropuerto, en todo aquel tiempo y gran recorrido pude conocer más de cerca a Spencer y notar que es una mujer escepcional y divertida, me imagino que en cuanto a edad, ella es más chica que mi padre, ¿Como se habrán conocido, ¿Cuál será su  historia de amor?
Bueno dicen que cada día se aprende algo nuevo, y hoy compruebo aquel dicho que dice ”Para el amor no hay edades.”

Algo más que pude notar fue que mi inglés ya está un poco oxidado, Spencer trata de comunicarse conmigo en mayor parte hablando español, pero le es imposible a si que en ocasiones utiliza términos en inglés de los cuales la mitad no entiendo.

Estar con ella será una manera de entablar una buena relación y conocernos más de paso servirá para practicar mi inglés.

Mi Deseo Eres Tu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora