Extraños en casa.

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10.
Después de dormir casi 9 horas seguidas, abro los ojos y miro a mi alrededor desconcertada, tardo algunos segundos en recordar que me encuentro en casa de mi padre, aún me resulta un poco increíble pensar que me encuentro en su casa.

La cama es más cómoda de lo que en realidad parece, me encuentro arropada con una suave colcha blanca, no tengo claro en que momento me quede dormida, supongo, sobre los brazos de mi padre, ya que es lo último que recuerdo, aunque ahora que lo pienso un poco ni siquiera he sentido a que hora me ha dejado sobre la cama.

Bruscamente me levanto de ella en busca de mi teléfono necesito comprobar la hora que es, ya que no confío en el reloj que está junto a mi cama, trato de hacer un previo recordatorio de anoche, busco debajo de la cama, sobre los buros y dentro de las cobijas; nada.
Escucho un ruido extraño al parecer es alguien tocando ha la puerta, me acerco a la ventana mas próxima a donde escucho que proviene el ruido, con mucha suavidad trato de abrir las cortinas para que nadie lo note, ya que no se de quien se trate, ni siquiera se si se pueda ver algo desde aqui.

Sigilosamente abro las tremendamente pesadas cortinas para darme cuenta que la vista no era la que me esperaba, ya que está ventana da directamente hacia una especie de jardín, el cual es realmente hermoso, lleno de lo que al parecer son árboles frutales, ¡Wow, me encantan!

¿Cuántas maravillas más esconderá esta casa?

Nuevamente vuelve a sonar ese molesto ruido, corro rápidamente hacia el otro extremo del cuarto, a la otra ventana, esta vez abro las cortinas de un tirón esperando poder alcanzar a ver algo, ¡sorpresa! esta si es la ventana correcta, da la vista directamente a la puerta principal, por desgracia no alcanzo a ver quien es aquella persona, mi padre y Spencer obstaculizan mi visión, miró desde distintos angulos tratando de observar su rostro, pero la estatura de mi padre no ayuda mucho, después de tocar con tal desesperación me intriga saber quien es, lo único que alcanzo a distinguir es su cabeza, tiene el cabello corto así que probablemente es un chico, sin pensarlo dos veces busco mis pantuflas y bajo rápidamente las escaleras, voy tan deprisa que al bajar el primer escalón sale volando una de mis zapatillas directo a la sala, trato de apurarme a bajar las muchas escaleras que faltan mientras pienso lo extremadamente feliz que me haria que hubiera un tubo como el que utilizan los bomberos, todo seria mas facil y divertido, siento que voy a 1000 km por hora pero al parecer no es asi, cuando llego abajo ya se ha ido, y mi padre se encuentra ya dentro de la casa, mirandome desconsertado al verme bajar corriendo tan desaliñada, pienso rápido una excusa por si pregunta por qué la apuracion, mierda estoy en blanco y no me queda de otra; corro a los brazos de mi padre y saltó, el me estrecha fuertemente contra el y me da un gran beso en la frente.

—¿Como amaneció la más guapa de la casa?.— Pregunta mi padre.

—¡Oyee!.— Réplica Spencer.

—Lo siento amor, pero como comprenderás esta muchacha se parece a su padre.— Le guiña el ojo y se acerca hasta ella para depositar un tierno beso sobre sus labios.

¿Me pregunto si así era la relación que llevaba con mi madre.? — La verdad es que no recuerdo mucho de esos días.

Miró a Spencer, la cual en verdad parece una especie de modelo, en cambio yo miró mi atuendo y notó que aún llevo puesta mi pijama de unicornios y mi pantufla de garra de oso, ¡Que pena!

Disimuladamente camino a la sala y recojo mi pantufla faltante de la alfombra, el suelo si que está frío, me dispongo a preguntarle a Spencer quien era la persona que tocaba con tal desesperación cuando mi padre se sienta junto a mi y saca de su bolsillo del traje mi teléfono.

Ahogó un gritito al pensar la infinidad de cosas que quizá pudo ver, no tengo nada que esconder pero algunas conversaciones con mi madre y Pau pueden ser realmente vergonzosas, pero una vez que lo tengo en mis manos noto que no tiene batería.

***

El día transcurre en total calma y serenidad, después de desayunar junto a mi padre por la mañana no hago gran cosa aparte de salir a dar una vuelta por el jardín y agradecer por qué sea Verano y los árboles estén dando sus frutos, hay ciruelos, manzanas, peras, frambuesas y mis favoritos los chabacanos, como unos que otros y al sentirme un poco cansada decido darme una larga ducha dejando caer el agua caliente por mis hombros rezando por que esta alivie un poco la tensión que siento sobre ellos, no he hablado con mi madre desde anoche no se que fue lo que me paso, pero ahora mismo se me cae la cara de vergüenza, y en este momento no me atrevo a hablar con ella.

Son casi las 4:00pm cuando alguien llama a mi puerta.

Me quedo esperando a que entre, cuando nuevamente vuelve a tocar, me quedo en silencio, supongo que debe tener el seguro, con toda la pereza del mundo me levantó a abrir y me doy cuenta que estaba abierta.

—¿Te encuentras bien Emmy?.— Mi mente comienza a trabajar de una manera sorprendentemente rápida a pensar miles de cosas por las cuales me puede preguntar si estoy bien, esperaba que Spencer no se enterara de lo ocurrido anoche pero creo que eso es imposible.

—Si,sisi.- Tartamudeo un poco, aclaró mi voz y rápidamente formuló una nueva respuesta llena de seguridad.— Claro que estoy bien, ¿Porque la pregunta?

—Pues, porque no respondiste cuando llamé a la puerta.

—Oh, es por eso.— Y exhaló todo el aire que no sabía que estaba conteniendo.— ¿Y porque no solo pasaste?.—Pregunto al fin.

—¿Porque más seria Emmy?.—Pregunta con cierta obviedad.

—No, no, por nada, sólo.., decia.

—La verdad es que siempre he estado acostumbrada a tocar la puerta cuando el cuarto no es mío, ya que al igual me gusta tener mi privacidad, y claro, por si la persona que esta dentro se encuentra ocupada, pero al llamar y no escuchar ruido dentro comencé a preocuparme por ti.

—Ah, no, no, no te preocupes ya, yo estoy súper bien, lo que sucede es que en mi casa la única que toca la puerta es mi madre y si no contesto simplemente entra sin más razón.

—Jajaja, okay, bueno, sólo pasaba por aquí, para preguntar si te apetece salir a comer o hacer algo, hoy, tengo un poco de tiempo libre y bueno...— Lo pienso por un momento, justo cuando mi estómago comienza a rugir.

—Si, si me apetece.— Contestó con una sonrisa y rápidamente cojo una chamarra que está sobre la cama, creo que hará frio.

Mi Deseo Eres Tu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora