Mal día

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Jimin termina de preparar los emparedados y la ensalada. Está demasiado emocionado ya que Yoongi y él habían ideado ese picnic desde hace mucho tiempo, pero hasta hace poco Jimin había podido conseguir un día libre de su ajetreado trabajo de servidor público.

Jimin hace el conteo mental de nuevo: emparedados, sí; cajas de jugo, sí; ensalada, sí; pay, sí: servilletas, sí; cámara instantánea, sí. Al parecer todo estaba en orden sólo faltaba guardar todo dentro de la canasta y entonces él y Yoongi estarían listos para... ¡le falta Yoongi!

El castaño corre hacia su habitación para despertar al minino, no puede creer que se le haya olvidado por completo lo flojo que es su novio. Al llegar a la recámara se topa con la imagen más tierna que ha visto. Yoongi está hecho un lío con las cobijas y sábanas de la cama, su cola reposa tranquilamente sobre una de sus blancas piernas que está enredada con la sábana azul, su nariz está enterrada sobre la almohada de Jimin mientras que con la mano izquierda la sostiene por debajo, casi abrazándola. Su mano derecha envuelve a un oso negro (se supone que Jimin debería saber su nombre porque Yoongi ha estado obsesionado con él desde hace varios meses pero el peluche es horrible y demoniaco así que Jimin se resiste a aprendérselo). Una de sus orejas gatunas se mueve un poco, como si algo le picara pero la flojera le impidiera alzar su mano para rascarse, y para completar la imagen una bella melodía de ronquidos se escucha de fondo.

Jimin no quiere despertarlo pero debe de hacerlo, así que con suaves meneos sobre su brazo intenta despertar al gatito, sin embargo éste se resiste apegándose más a la almohada y lanzando breves gruñidos.

— ¡Vamos Yoongi despiértate! –Jimin lo jala más fuerte. —Hoy es nuestro picnic, –el castaño sigue rogando hasta que finalmente capta la atención del rubio con lo último que dice. –si tienes mucho sueño puedes dormirte en el autobús.

— ¿Y también podemos escuchar música juntos durante el trayecto? –Dice un Yoongi adormilado pero visiblemente feliz.

—Por supuesto que sí.

El minino se levanta y corre a vestirse con lo que ya había preparado la noche anterior. Jimin lleva cargando la canasta con comida y Yoongi lleva la cámara colgando de su cuello, Jimin cree que su novio se ve como un adorable niño de preescolar.

El autobús no tarda demasiado en llegar, suben y no tiene problema en encontrar lugares decentes pues el transporte va casi vacío. Yoongi escoge el lugar junto a la ventana y le pasa un audífono a Jimin poniéndole play a su lista de reproducción llamada "MinJimin" que reúne las canciones que más les gustan a los dos. El minino se recuesta sobre el pecho de su dueño para dormir un poco, Jimin no duda en acariciar sus orejas gatunas pues es lo único que su gorro deja visible. Yoongi empieza a ronronear golpeando el asiento con su cola en una clara señal de que ama estar de esa forma con su novio. Jimin ríe bajito para no afectar el sueño del rubio y se dispone a disfrutar la canción que suena a través del auricular.

El viaje dura alrededor de 40 minutos pues van a las afueras de la ciudad donde se encuentra un gran parque. Bajan del autobús y el gélido frío golpea sus caras. Jimin había revisado el clima y decía que estaría despejado y con un poco de frío pero no demasiado. Jimin hace una nota mental de nunca más confiar en los pronósticos del tiempo.

— ¿Estás bien? —pregunta el castaño.

— Dejando de lado que me estoy congelando, sí, estoy bien. — contesta Yoongi abrazando su delegado cuerpo en un intento de conseguir un poco de calor.

— ¿Prefieres que nos vayamos? —Jimin pregunta en un tono triste pero si es lo mejor para su novio lo hará.

—Planeamos esto por días, además hiciste horas extra en el trabajo para poder faltar hoy. Obviamente no me quiero ir, un poco de frío no hará que nuestra cita se arruine.

La palabra 'cita' hace que el castaño reciba una pequeña dosis de energía, jalando a Yoongi hacia un enorme árbol para recargarse en el tronco pues el día está tan nublado que ni siquiera necesitan sombra. Saca algunas mantas que había llevado para sentarse sobre ellas pero en lugar de eso las pone sobre sus hombros y los de su chico rubio. Una gran ráfaga de viento gélido los golpea haciendo que el ánimo del menor vuelva a estar por los suelos. El clima es un asco, decide Jimin.

Yoongi puede notar el constante puchero en los labios de su novio y las pequeñas maldiciones en voz baja que lanza en contra del clima, así que decide tranquilizarlo de la mejor forma que puede.

— ¡Vamos a jugar Jiminnie! –dice elevando sus orejas e irguiendo su cola.

— ¿A qué? Con este clima sólo podemos estar aquí sentados sin hacer nada. –contesta con tono cansado al mismo tiempo que tira su cabeza hacia adelante.

Parece que cambiaron de personalidad pues ahora Jimin es el amargado y aburrido de la relación mientras Yoongi es el que intenta alegrarlo todo, y si normalmente el castaño lo logra él también podrá hacerlo.

— Podemos hacer una carrera, así nos calentamos un poco –la expresión de Jimin no deja de ser de decepción mientras niega con la cabeza. El gatito aplana sus orejas pero no se rendirá tan fácil, así que intenta de nuevo. –O podemos comer abrazados, —Jimin levanta el rostro pero aún sin mostrar su típica sonrisa —el clima no me importa nada porque tengo junto a mí a una pequeña bola de sol que ilumina todo, sólo necesito que sonría un poco y mi corazón volverá a sentirse cálido.

Esta vez Jimin sonríe tímidamente pero al mismo tiempo con amor y se acerca para abrazar a Yoongi, recargando su cabeza sobre el hombro del rubio.

— Tomemos una foto. –Yoongi estira su brazo para enfocarlos con la pequeña y cuadrada cámara color amarillo pastel (obviamente Jimin escogió el color, Yoongi siempre votó por la negra)

Después de esperar un poco a que la foto se revele observan como Yoongi sale con una gran sonrisa y Jimin esconde la mitad de su cara en el hombro del minino luciendo aún un poco triste.

— Me gusta cuando me consientes y tratas de animarme, tus palabras siempre son las mejores y más lindas ¿lo sabías? –dice Jimin presionando un suave beso sobre la sien del gatito.

— Aún no estoy muy convencido. –Yoongi finge un puchero para que Jimin siga mimándolo.

— Al final siempre termino consintiéndote yo –el bajito ríe con fuerza mientras atrae a su regazo el delgado cuerpo de Yoongi, tapándolo con las mantas como a un bebé y dándole besitos por todo el rostro.

—Así es como debe ser. –finaliza Yoongi atrapando los gruesos labios del menor en un beso.

Por lo menos el frío sirvió como un pretexto para estar acurrucados juntos todo el día. 



Hola🐈 Gracias por leer 💞 Espero que les esté gustando la historia.

Purr || yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora