Purr || yoonmin

Separación

Jimin no es una persona que tiende a odiar a la gente (ni siquiera al niño que le robó su lápiz favorito de Superman durante el preescolar) pero tal vez Jungkook pueda cambiar eso. Ni siquiera ha cruzado más de 5 palabras con él pero ya siente que lo odia, y la principal y mayor razón de ese odio es solamente una persona: Min Yoongi.

Ya habían pasado dos semanas desde que el pequeño hibrido había llegado a su casa y según Yoongi solamente iban a ser unos días. Parecía que el chico con orejas negras le tenía miedo puesto que siempre que Jimin llegaba de trabajar el menor se escondía detrás de Yoongi o simplemente huía a su habitación (que en realidad era la habitación especial de Yoongi; la habían adecuado para que Jungkook pudiera dormir ahí). Tal vez se escondía de él por las miradas llenas de odio que Jimin le enviaba siempre que podía, y no eran por nada ¡Jungkook y Yoongi pasaban todo el día juntos ignorándolo!

Un día los había encontrado demasiado juntos rozando sus narices y con las colas entrelazadas, cuando Jimin aventó la puerta los dos se separaron sorprendidos y muy sonrojados. "Es una cosa de híbridos para reconocernos, no te estoy engañando Jimin" había dicho Yoongi mientras lo abrazaba pero Jimin no le podía creer del todo, esa sólo era la primera evidencia de que algo raro pasaba entre su novio y Jungkook.

Jimin también ha notado cómo Yoongi se levanta más temprano de lo normal para prepararle el desayuno a Jungkook. También puede notar que desde la llegada del híbrido pelinegro Yoongi pasa mucho más tiempo encerrado en su habitación especial, compartiendo sus letras y melodías con Jungkook y no con él.

Jimin está cansado física y psicológicamente. Necesita hablar con su mejor amigo rápidamente.

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Taehyung está a mitad de su segundo pay de queso cuando Jimin termina de contarle todo (incluyendo las pruebas que indican que muy posiblemente está siendo engañado) lo que ha estado pasando en las últimas 2 semanas de su vida

—No lo sé Jiminnie...—es la respuesta que da Taehyung antes de meter una enorme porción de pay en su boca. —Creo en tus palabras, lo juro, pero también sé que a veces eres un poquito dramático. Tendría que verlo con mis propios ojos para darte el veredicto final.

Jimin asiente despacio, eso estaría bien. Continúan comiendo, ahora Jimin escuchando atentamente los problemas y pormenores que han pasado en la vida de Taehyung durante esas dos semanas que no se han visto.

Mientras Taehyung cuenta una divertida historia de cómo peleó con una señora en el supermercado por la última bolsa de pan, Jimin se da cuenta de que se siente mucho más ligero y sin una carga sobre sus hombros. Tal vez su amigo tiene razón y sólo está siendo demasiado paranoico sobre todo el asunto con Yoongi...

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A pesar de ya no sentirse tan preocupado, Jimin quiere acabar rápidamente con aquel asunto, así que invita a Taehyung a su casa para que pueda conocer a Jungkook (y obviamente también para que haga su labor de detective). Los dos chicos llegan riendo y jugando al departamento del mayor. Jimin está despegando las llaves de la cerradura cuando escucha como la risa de su amigo se corta de golpe. Un poco asustado el castaño mayor voltea a ver lo que sorprendió tanto a su amigo para que cesara su escandalosa risa. La escena frente a él es lo que lo quiebra completamente: Yoongi y Jungkook están acurrucados en el sofá grande en el que él y el hibrido rubio solían tomar siestas siempre.

—Dios, espero no haberlo despertado, si no me va a matar. —Susurra Taehyung mientras intenta huir del departamento de su mejor amigo.

—T-Tae... ¿puedo dormir hoy en tu casa? —Casi ruega Jimin con los ojos llenos de pequeñas lágrimas.