No recordaba cuándo fue la última vez que se sintió tan tranquilo. Le habían deseado la muerte pero él seguía en su mundo, tocando cuidadosamente las cuerdas de la guitarra acústica. Su madre aún le quería, o al menos eso parecía. No dejaban de llegarle las cartas desde Nueva York, así que eso comprobaba que ella aún pensaba en él.
Incluso si su medio hermano lo miraba mal, incluso si su tío lo maltrataba; él podía tomarlo si contaba con el apoyo de sus padres.
—¿Por qué un vago como tú tendrá más del setenta por ciento del dinero de tu padre? Veo que MingJong desperdició tiempo al preocuparse por ti. Tu madre te arruinó al llevarte a Nueva York contigo. —El hombre interceptó al chico mientras este subía las escaleras. El menor tuvo que levantar la cabeza para poder verlo, mostrándose serio como otras veces.
—Tío, yo tampoco sé por qué tengo más del setenta por ciento de su herencia, así que si quiere quejarse, hágalo con mi padre y no conmigo. —Respondió tranquilamente, ignorando que mencionó a su madre para no perder la paciencia. El hombre bajó un escalón, quedando lo bastante cerca de su sobrino como para tomarlo de los hombros, cosa que hizo.
—Sabes que si mueres, la herencia quedará en mis manos, ¿verdad? —Cuestionó con una sonrisa burlona. Por otro lado, el chico miró hacia su hombro, mirando despectivamente la mano regordeta de su tío.
—¿Y? Para mi fortuna aún soy joven y con un gran, gran futuro como <vago> por delante. Entonces, si me permite. —Se zafó del agarre del mayor de un rápido movimiento, esquivándolo para seguir su camino hacia su habitación.
—¡Mocoso, detente ahí! —El hombre se giró para tomar a su sobrino por la muñeca, jalándolo hacia él. El muchacho perdió el equilibrio con aquella acción, e incluso si el mayor pretendía ayudarlo, no lo hizo.
MyungSoo cayó escaleras abajo, haciendo un horrible ruido al crujir la madera bajo su cuerpo cuando finalmente quedó a los pies.
—My-MyungSoo... estúpido mocoso. ¡MyungSoo! —El hombre corrió a socorrerlo, pero el chico quedó inconsciente.
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—Entonces esa perra le echó un ojo a mi novio apenas desaparecí. ¿No es una zorra? Estúpida loca... —
—Deja de decir tantas groserías, por favor. —Murmuró irritado. La chica a su lado lo miró de reojo, así que él se acercó más a la ventana.
—¿Por qué? Ni que fueras un santo que no puede oírlas. —Respondió ella, curvando una amplia sonrisa en sus labios. —Zorra, perra, malnacida, pxxx... —
—¡Dije que te detengas! —Levantó la voz, provocando que no sólo la chica a su lado lo mirara, sino también todos los presentes en el autobús.
—Debe estar loco... —Escuchó que susurraron. Miró hacia el frente, notando que la chica de tez pálida lo miraba sonriente.
—Con permiso. —La chica se hizo a un lado y el castaño pasó hacia el pasillo, aferrándose a su mochila antes de bajar.
Seguramente la gente murmuraría cosas de él más tarde, y desearía estar acostumbrado, pero hay cosas a las que uno no puede acostumbrarse así como así.
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Oh my g̶h̶o̶s̶t̶! boy!
FanfictionNam WooHyun: 22 años, estudiante de biología en la universidad de Seúl, empleado de fin de semana en el restaurante de su madre y también... ¿ve fantasmas? L: fantasma de edad desconocida que acosa a WooHyun para que lo ayude a encontrar su identid...