capítulo 3

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Estaba sentada en el marco de mi ventana pensando en como volver a tener esa preciada libreta en mis manos.

Pensé que lo primero que debería hacer es buscar un ayudante, alguien inteligente, valiente y sobre todo que no tenga miedo de morir conmigo.
No se me había pasado por la mente que sea Misa, ella ahora no es muy confiable.

Salté por la ventana, como de costumbre,y salí hacia el paradero de buses.

Sentí una presencia algo pesada en mi espalda.
No le tomé mucha importancia pero después de caminar como 3 cuadras entre la multitud aun podía sentir su presencia.

Me giré con un poco de cuidado para lograr ver quien era pero cuando logre voltear no vi a nadie.

Apreté el mango de mi mochila con algo de nerviosismo y analice todo mi alrededor.

Volviendo a sentir esa presencia en mis espaldas esta vez me gire con rapidez.

Logre ver una figura delgada, alta y vestida de negro esconderse entre la multitud.

Sabía que alguien me podría estar siguiendo.

Pero porque me seguirían si no soy ninguna sospechosa hacia los asesinatos.
Nadie me conoce y no creo ser de gran importancia en el mundo ahora.
A menos que sea un ladrón que trate de robar mi mochila.

Intente despistar a quien sea que me sugiera caminando rápido e intentando adentrarme en una de las calles cercanas.

Me adentre en un callejón por el cual sólo se lograba ver en una pared una escritura que decía.

"Kira es un Dios, el ama el mundo y por eso ellos  deben de morir"

Fue ahí cuando sentí un pequeño mareo, no se cuanto tiempo ha pasado desde entonces, pero cuando desperté estaba rodeada de muchas personas vestidas como la anterior.

-¿¡Quienes son y que mierda hago aquí?!

Una voz que por alguna razón se me hizo conocida me contestó.

-Conocido detective con el seudónimo de L, gusto en conocerte ____________

Conocía mi nombre.
Probablemente vienen espiandome hace días.

-No me importa quien seas, sólo quiero saber ¡¿Qué mierda hago aquí?!- contesté parandome y tratando de escapar.

Un hombre con un computador y una L dibujada en la pantalla se acercó.

-No queremos hacerte daño, sabemos que tienes conocimiento de las muertes que están ocurriendo...-

-Creo que todos son conscientes de las muertes que están sucediendo- respondí rápidamente sin dejar terminar de hablar a la voz que procedía del computador.

Una risa se podía escuchar entre los presentes en la sala.

Yo sólo me mantenía tranquila, fresca e incluso trate de mostrar desinterés por el tema.

-Creemos que podrías ayudarnos con este caso, dar un pequeño aporte para el mundo con tu inteligencia, sabemos de tu capacidad intelectual y venimos siguiendo tus pasos el suficiente tiempo para tener claro que eres indicada para esto..-

-No estoy interesada...- volví a cortale la palabra.

No me interesa ser un instrumento, un aporte o una ayuda.
No es el mundo y yo, es, siempre ha sido y será YO y lo que quede del mundo.

Todos en la sala se miraron entre ellos.

-¿Y si negociamos?

Levante la mirada y les mostré una sonrisa algo psicópata.

La death note es mía (L, Kira y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora