CAPÍTULO 3

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Kara aterrizó con suavidad sobre la terraza que Lena le había indicado. La liberó de sus brazos y Lena dio unos pasos hacia una puerta de vidrio.

—Siempre la dejo abierta —dijo con una sonrisa mientras deslizaba la hoja y entraba dentro del ático de aquel edificio.

Kara la siguió y se quedó asombrada, aquel apartamento era por lo menos seis veces el suyo. Lena Luthor poseía varios edificios en National City, además de la sede de L Corp, y tenía su residencia en uno de ellos. Le explicó que así, vivía tranquila, sin molestias vecinales, pues hasta entonces, nadie más lo ocupaba.

Kara seguía caminando sin rumbo fijo por el amplio salón cuando Lena le dijo que iba a cambiarse. La kriptoniana aprovechó para seguir contemplando aquel lugar desconocido. La decoración era moderna y de líneas minimalistas, muy semejante a la de su despacho en L Corp. Sobre los escasos muebles había algunas fotos en donde aparecían ellas dos, bueno, no, Lena y la otra Kara. Qué sensación más extraña era verse a sí misma y no recordar todos aquellos momentos. Su atención se detuvo en una foto en particular. Era muy sencilla, un primer plano junto a Lena en el que ambas se mostraban felices y naturales, sin maquillaje ni ropas caras. Seguramente, se la hicieron en algún momento cotidiano. Sin querer, sintió felicidad, casi como si aquella foto mostrase un recuerdo propio. Frunció el ceño, sorprendida por su propia reacción ante una imagen realmente ajena a ella. Después, sintió tristeza, al recordar que la Kara de la foto había desaparecido, y que Lena llevaba un tiempo sin sonreír así.

Lena ya había vuelto al salón, pero no dijo nada, permanecía junto a la puerta, en silencio, observando a Kara, que sostenía aquella foto entre sus manos. Cerró los ojos y escuchó su voz.

—Tenemos que celebrar el primer fin de semana que pasamos juntas —sugirió Kara.

—¿Has pensado en algo? —preguntó Lena alzando una ceja.

—De momento, esto merece un selfie —exclamó Kara. Sujetó el teléfono delante de sus caras y disparó una foto— O varios.

Entonces, besó a Lena en la mejilla y volvió a accionar la cámara. Pero al cuarto selfie, el móvil quedó olvidado en un rincón del sofá. Tenían cosas más interesantes que hacer, como por ejemplo, besarse y acariciarse.

—Tengo ganas de que te vengas a vivir conmigo —dijo Lena de pronto, tras separarse de los labios de su novia.

—¿Habrá suficiente espacio aquí para las tres? —bromeó Kara aludiendo a sus dos personalidades.

—Podemos empezar por comprobar si lo hay en la cama, ¿te parece? —Se mordió el labio inferior y Kara sintió que su corazón se aceleraba.

—Lena... —susurró antes de besar su boca y levantarla en brazos para dirigirse a la habitación principal.

—¡Lena! —Kara se sobresaltó al verla allí— Sólo estaba mirando —dijo mientras dejaba la fotografía en su lugar.

—Tranquila, entiendo tu curiosidad —aseguró. Kara la miraba y estrechó los ojos— ¿Qué?

—Oh, perdona, es que nunca he visto a Lena Luthor con ropa tan... cómoda.

Lena se ruborizó, había olvidado que aquella Kara no conocía muchas de sus facetas.

—Ya ves, incluso Lena Luthor utiliza pijama en su apartamento —dijo sin dejar de sonreír, haciendo gestos con las manos. Kara también sonrió.

—¿Y dónde voy a...? —preguntó.

—¡Ah sí! —exclamó Lena— Ocuparás una de las habitaciones de invitados, tiene baño incorporado, sígueme.

Tierra - 40 [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora