Azul y verde, ¿quién lo diría?

Beso.

Narra Adrien.

Entramos al salón y ella ya estaba en su lugar, pero no estaba sola. Estaba con Nathaniël. Cuando Alya llegó el se fue a su lugar dejando por fin a Marinette.

-Hola Marinette- le dijo Alya.

-Hola Alya- le dijo Marinette.

-Oye, ¿podrías cambiar lugar con Nino?- le dijo Alya un poco nerviosa.

-¿Por qué?- le dijo Marinette.

-Por qué... Por qué quiero estar más cerca de Nino-

-Claro, pero oye, eso significa que yo...- dijo sonrojada.

-Que estarás conmigo- le dije mientras le tomaba la mano.

Vi la cara de Nathaniël, daba risa su cara de enojado.

Alya, te debo una.

Marinette se puso en el lugar de Nino, yo estaba super contento de estar con ella.
Las clases empezaron y la profesora me pidió ir por unos libros a la biblioteca.

-Marinette, ve con el- dijo la profesora. -Son muchos libros los que tiene que traer y no podrá solo-

-Ash, ¿por qué ella?, puedo ir contigo Adrien- dijo la fastidiosa de Chloe.

-No Chloe, ¿no escuchaste a la profesora? Irá Marinette conmigo por que quiero que ella me ayude-. le dije enojado.

Exageré. Todos me voltearon a ver por como hablé de Marinette.

-Si Chloe, yo dije que irá Marinette- dijo la profesora.

Salí del salón con Marinette, y caminamos a la biblioteca.

La biblioteca estaba sola.

-Bueno, busquemos los libros- me dijo ella.

-Claro- le dije con una sonrisa.

Ya casi teníamos todos los libros, faltaba que Marinette alcanzara un libro que estaba hasta arriba del librero. Con ayuda de una escalera pudo tomarlo.

-Ay no- dije asustado.

La escalera de Marinette estaba moviéndose mucho y ella no podía sostenerse bien.

Ella se cayó y pude tomarla en mis brazos.

Ella estaba asustada con los ojos cerrados esperando el golpe. El golpe que nunca llegó.

-Adrien- me dijo ella aún en mis brazos.

-Marinette- le dije sonrojado.

-Gracias, que tonta soy- me dijo ella con los ojos llorosos.

-No, no llores- la bajé. -No eres tonta, yo fui el tonto por dejar que hicieras algo peligroso- la abracé.

Ella también me abrazó.

-Adrien- me vió a los ojos.
Ella tenía sus brazos en mi pecho y yo los mios en su cintura.

-No quiero que llores otra vez, y menos en frente de mi- le dije secándole las lágrimas.

Ella me veía fijamente.

La besé.

La besé y ella me correspondió. Puso sus brazos al rededor de mi cuello y yo puse mis manos en su cintura. Abrí mis ojos y la vi. Vi que hermosa era mientras me besaba con sus ojos cerrados. Los volví a cerrar y sentí que me iba a explotar el pecho. Era un beso gentil, un beso que demostraba que en serio la quería.

-Marinette...- dije mientras la juntaba más a mí.

Nos separamos por falta de aire.

Marinette tomó el color del cabello de Nathaniël.

-Lo... Lo siento Adrien- me dijo mientras se tapaba la cara.

-¿Qué?- le dije mientras me reía. -Yo fuí quien te besé, yo debería disculparme-. Le dije.

-Además...- le dije mientras la tomaba de la cintura y acercaba mis labios a su oreja. -Me gustó mucho besarte-.

-A... A mi también- me dijo ella.

Le di un pequeño beso en los labios y recogimos los libros que se habían caído. Luego regresamos al salón con los libros.

No podía creerlo, la había besado.