Maldito pelirojo.

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Narra Adrien.

Estaba casi llegando a mi casa cuado comenzó a llover de nuevo. No me importó al principio pero después me di prisa en llegar por que si me enfermaba, no iba a ver a mi novia en la escuela.

-¿Qué fue todo eso?- me dijo Plagga que sacó su cabezita de mi chaqueta.

-Pues ya sabes, la hice mi novia- le dije sonriendo mientras caminaba.

-Fueron muchos besos- me dijo riéndose.

-¿Y eso qué? Tenía que marcarla- le dije.

-Por cierto, fuiste un poco duro con Chloe- me dijo serio.

-Lo sé, pero tenía que decírselo, siempre es cruel con los demás- le dije serio.

-Tienes razón, se lo tiene merecido la malcriada esa- me dijo saliendo de mi chaqueta y sentándose en mi hombro.

Llegamos a mi casa y subí a mi habitación a bañarme, cambiarme y luego acostarme. Estaba cansado pero a la vez felíz por que Marinette ya era mía.

Me dormí y desperté al día siguiente gracias a la alarma para ir a la escuela. Mi papá y Nathalie se habían ido de viaje por dos semanas. Estaba solo en casa.

Me fui caminando ya que el guardaespaldas también se había ido.
Me sentía como Chat Noir, sin nadie que me dijera que hacer.

Llegué a la escuela. Saludé a Nino que estaba con Alya. Los tres entramos al salón de clases.

-Nino, ¿te sentarás de nuevo alado de Alya?- le dije soriendome mientras tocaba mi nuca.

-Claro, te quiero dejar con tu novia- me dijo mientras tocaba mi hombro.

-¿Cómo lo sabes?- le dije.

-Chloe- dijo Alya. -Ella nos lo dijo por mensaje a toda la clase-.

-Estaba realmente destrozada, ¿sabes?- me dijo Nino.

-No me importa- le dije riendome. -Ella es muy fastidiosa y lo saben-.

-Tienes razón, supongo que fuiste muy duro con ella por que, te juro que la vi y estaba demacrada- me dijo Nino.

-Alguien se lo iba a decir algún día- me dijo Alya.

Se abrió la puerta y entró Marinette con Nathaniël.

Otra vez.

-Hola Adrien- me dijo Marinette.

-Hola Marinette- le dije sonriendo.

-Hola Nathaniël- dijo Alya.

-Hola- dijo Nathaniël muy serio.

-Hola- le dije mostrando mi mano.

No me contestó y se sentó en su lugar.

Sonó el timbre y la clases comenzaron.

-Marinette, ¿puedes ir a la biblioteca por unos papeles?- dijo la profesora.

-¿Puedo ir con ella profesora?-.

No puedes ser.

-Claro Nathaniël, acompañala- dijo la profesora.

Marinette y Nathaniël salieron del salón.

Maldito pelirojo.

Azul y verde, ¿quién lo diría?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora