Capitulo 3

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EL NEGOCIO

-Thomas , vamos  relajarnos - Sara seguía diciendo pero ahora estaba mas tranquila - Adam , ve a tu cuarto , ya es tarde , si no mañana no llegaras a clases - el pequeño obedeció y un poco preocupado subió a su cama .

-Sara , por favor es tarde-

-no , Thomas , ese hombre no lo conocemos y aparte viene de Barí , sabes lo que dicen de ahí?¡-

-si lo se , pero el parece un hombre decente , un poco callado y serio , pero eso es normal , es comprensible , no conoce a nadie..-

-Thomas , mas te vale que sea decente , sabes en que líos no meteríamos si no fuera asi?-acaricio su pelo .

-si lo se , amor , me cuidare y los cuidare a ustedes también- se abrazaron y terminada la platica , ambos se fueron a la cama .

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9:00 a.m 

Los Raffaello ya estaban despiertos , Sara ya habia dejado a Adam en el colegio , Thomas bebía en un vaso , el jugo de uva que había preparado Sara , el leía el periódico y Sara lavaba la cocina , cuando tocaron a la puerta , tocaba una mano tranquila que solo se limito a tocar dos veces y Sara rápidamente de secó las manos y tranquilamente fue a atender la puerta, pero su marido ya se le había adelantado y encontró la puerta abierta  con un sujeto parado en el umbral de la puerta.

-Sara , el es el señor Caruso- presentó Thomas alegre a hombre, tomando a su mujer energética mente del brazo.

-un gusto , señor Caruso-Dijo Sara estrechando su mano cordialmente .

-el gusto es mío - respondió Caruso muy educada mente.

Sara sonrió y después invitó a Alejandro a sentarse en uno de los sillones de la pequeña salita que había , los sillones eran de un color cremita y tenían unos diseños de color verde muy difuminados , debido a los años y desgaste que tenían .

Cada quien se sentó en un sillón , que eran exactamente 3 sillones , Alejandro comenzó a hablar.

-Bueno , Señora Raffaello , usted ya sabrá el increíble negocio en el que su esposo va  ser parte , no?-Alejandro cruzó sus piernas y se pudo ver un rostro de un hombre un poco viejo, que casi no tenia cabellos en su cabeza y los que tenía eran blancos ,se vieron sus ojos cafés que parecían negros , y hacían que su presencia fuera intimidante y muy violenta.

-si , estoy contenta , ¿pero en que clase de negocios esta usted?- , digo por curiosidad - 

-estoy en las ventas  de diversos productos , tengo distribuidores en toda Apulia , este negocio es verdaderamente grande¡-

- ah , que buen noticia , entonces será un placer que Thomas trabaje con usted - Sara dejo de desconfiar de Alejandro y entonces Alejandro se despidió , después de hablar con ella

-Señora , su marido irá a mi empresa , a realizar el contrato , si me permite es hora de hacer dinero¡- mencionó y después se fue hacia la puerta , se dirigió a su coche  y seguido de Thomas salieron de la casa y se fueron a la calle.

En el camino , los dos hombres no hablaban y Alejandro evitaba conversar , era cortante en sus respuestas y siempre dejaba una incógnita 

Pasó un buen rato , la calle comenzaba a estar con baches , las casas y la población iban disminuyendo , pasaron por una llanura que solía tener cultivos , en el centro de esta , había una casa de madera y con la puerta sencilla, había una calle sin pavimentar para ingresar a la propiedad , al entrar en la calle se encontraron con una reja oxidada y en mal estado , los veladores abrieron y dejaron entrar a Thomas y a Alejandro .

el coche se paró  entonces los dos hombres se bajaron , Alejandro se acerco a un tipo armado y le enseño algún objeto que estaba en su mano , el señor lo dejó entrar , Thomas entró detrás de el y desaparecieron en la cabaña ...


Adam Riffestone: La historia de un bandidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora