Carta 23.

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"Hey, Harry.

Hoy una porrista tomó mi muñeca y con una sonrisa burlona me dijo que soy lo que todos opinan, un enfermo raquítico. Empezó a decir que soy un repugnante y repulsivo anoréxico, y muchos insultos como esos... Se me llenaron los ojos de lágrimas, H. Hillary, otra de ellas, la empujó y le dijo que me dejara, que me estaba lastimando. Ella tenía razón, mi muñeca empezó a sangrar, por los cortes recientes y se encontraba muy colorada. 

Lo que más me dolió de todo fue darme cuenta que tú veías todo, y no hacías nada. 

A pesar de que me siento decepcionado de ti, quiero decirte que hoy te veías... Sereno. Como si la tranquilidad fuera tu amiga. 

Me encantaría tener a la tranquilidad de amiga, y no esta soledad violenta como compañía. 

Con muchos deseos de extinguirme, y el corazón cansado, 
L." 


Un Chico De Mangas Largas. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora