Canción de Harry para L.

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La depresión había consumido la vida de Harry, la culpa lo carcomía hace más de un año, desde que le dijeron que su pequeño ojiazul había muerto, a pesar de todo lo que intentaron.

Lúgubre domingo,
horas de insonmio.
Mis queridísimas sombras,  
Vivo con ellas, incontables,
Pequeñas flores blancas,
nunca te despertarán.
No donde los vagones negros y
la pena, te haya atrapado.
Los ángeles,
no pretenden salvarte.
No se enfadarían,
si pienso en unirme a ti.
Lúgubre domingo,
el domingo es lúgubre.
Con sombras es cómo paso el día,
Mi corazón y yo
hemos decidido acabar con todo esto.
Pronto habrá velas
y oraciones que sean recitadas, lo sé.
Pero déjales que no lloren.
Déjales saber que estoy orgulloso de irme
La muerte no es soñar.

En la muerte te estoy acariciando,
con el último respiro de mi alma.
Estaré bendiciéndote
con el último respiro de mi corazón.
Lúgubre domingo.
Soñando, soñando que sólo estaba soñando
Me desperté y estabas dormido.
En lo más profundo de mi corazón, aquí.
Querido, espero,
que mi sueño nunca te persiga.
Mi corazón te está diciendo
Cuanto te quiero
Lúgubre domingo.  

Él le escribió esa canción a su ángelito. Y luego de entonar la última estrofa se lanzó desde ese puente.

Cuanto te quiero...
Lúgubre domingo. 



Un Chico De Mangas Largas. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora