❁Siete rosas azules❁

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Era un nuevo día para muchos, para otros era un día como cualquiera y para mí era un nuevo comienzo con Victor, se que poco a poco llegaremos a ser buenos amigos, sin embargo aún no puedo asegurar si lograré corresponderle, siento que me falta algo de tiempo para superar a aquella chica por completo, tantos años enamorado no se deshacen en tres días.

Pero...¿cómo lograré olvidarme de ella si ahora vive conmigo? ¿Podré ver a Victor con otros ojos? ¿Cuándo llegará el momento en que le tenga que decir toda la verdad? ¿Cómo reaccionará cuando se lo diga? Todas estas preguntas pasaban por mi cabeza mientras estaba acostado viendo la ventana, pero no era tiempo para preocuparme por eso, mi prioridad ahora es llevarme mejor con quien actualmente se hospeda en mi casa.

Quiero causarle una mejor impresión de mí, puesto que en nuestro "reencuentro" me comporté algo frío con él, no quiero que crea que soy así, digo, no me gustaría que alguien piense mal de mí, además me ha regalado un par de patines, dos hermosas rosas azules y supongo que también me ha dedicado su tiempo, debería mostrarme más agradecido, y que mejor que decidir pasar este día con él, con lo poco que le conozco estoy seguro que esto lo alegrará.

Para empezar me dirigí a la cocina y le preparé el desayuno, afortunadamente para Victor se cocinar. Cuando terminé mi mamá me sorprendió mientras colocaba todos los platillos en una charola de madera.

—¿Qué haces Yuri?—preguntó intrigada.

—Preparé el desayuno para Vi..

—¡¿Para Victor?!—dijo ansiosa completando mi oración.

—Sí...—me coloqué mi mano en mi nuca, me daba vergüenza admitirlo.

—Eso es asombroso Yuri, mi hijito siempre tan amable.—me apretó un poco los cachetes.

—Mamá...

—¿Sí?

—Perdón por lo de ayer, no fue mi intención alzarte la voz...

—Está bien Yuri, pero me quedé preocupada de que te haya pasado algo.—mencionó estas palabras con una cara afligida y con sus manos entrelazadas.

—No te angusties mamá,—tomé la charola de los extremos y le di un beso en su frente—no pasa nada.—le dije con voz tranquila.

Seguido de esto me encaminé hacia la habitación de Victor, la cual estaba cerrada, seguramente seguía durmiendo. Abrí un poco la puerta para verificar y me llevé la sorpresa de que estaba terminando de ponerse sus pants, así que me aparté alterado de la puerta.

—¿Yuri?—abrió la puerta un poco haciendo notar sólo su cabeza.

—Yo...este, este... ¿Pu-puedo pasar?—tartamudeé por los nervios de haberlo visto cambiándose.

—¡Claro! Yuri siempre es bienvenido a mi habitación.—abrió la puerta por completo mostrando su torso al descubierto.

—Tal vez debería esperar a que te termines de cambiar...—desvíe la mirada, me estaba empezando a sentir incómodo.

—Tonterías, Yuri tiene que acostumbrarse a verme así.—Se acercó a mí y cambio mi mirada hacia él tomándome del mentón.

—No entiendo de que hablas.—pasé a lado de él y entré a su habitación, acto seguido Victor hizo lo mismo y se sentó en el piso, la verdad me hubiera gustado retirarme en ese momento, pero tenía que entregarle el desayuno que le preparé e invitarle a pasar el día juntos.

Blue Roses #AwardsOnIce [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora