Distract and Sedate (H.S)

Cap. 8

PRIMERA PARTE 

Me desperté con un dolor inmediato en la cabeza. Una palpitante punzada que era lo suficientemente aguda como para penetrar en mi sueño.

Dejé escapar un gemido involuntario mientras me sentaba. Las puntas de mis dedos se metieron en mi cabello, sosteniendo mi cabeza para ayudar al dolor de cabeza.

Dondequiera que veía estaba negro, pero sabía que la cama grande no era mía por el diferente olor. Esta era la cama de Harry.

En lugar de entrar en pánico, mi cerebro atravesó recuerdos recientes.

Val se fue, sensación de cansancio -- Entonces recordé vagamente que Harry me ayudaba a regresar a casa. ¿Por qué haría eso? ¿Por qué me traería a su casa?

Me retiré el grueso edredón y lentamente me puse de pie, sintiendo que mis ojos se nublaban por un segundo antes de que se aclarara mi visión. Me sostuve la frente y me obligué a descartar el dolor de cabeza. Una vez salí de habitación y encontré las escaleras, me agarré a los lados de las estas todo el camino hasta el piso inferior.

Él estaba acostado pacíficamente a lo largo del sofá con una manta que cubría su mitad inferior, dejando su pecho desnudo con la tinta negra de sus tatuajes. Realmente no lo había imaginado con ellos.

Me iba a retirar, pero mi pie se enrredó en la alfombra justo antes del sofá y yo jadeé, mis brazos instintivamente se agarran de algo para estabilizarme.

Harry inhaló bruscamente mientras sostenía mi cuerpo sobre el suyo, sus ojos salvajes se lanzaron hacia mi cara sorprendida y él soltó una profunda y ronca risa mientras sus cálidas manos se deslizaban de mi espalda.

"¿Qué es tan gracioso?"

"No puedes quitarme las manos de encima, ¿verdad?"

Me retorcí y me puse de pie, empujando su piel caliente. "Tropecé."

Bostezó y se sentó en el sofá mientras que con su mano se rascaba el pecho. Recorrió con la mirada lo que llevaba puesto durante un largo rato, pensando para sí mismo en silencio.

"Casi te desmayaste s-"

"¿Harry, tienes algo para el dolor de cabeza?" Lo interrumpí, encogiéndome ante la vacilante picadura en mi lóbulo frontal.

Se levantó y se dirigió a la cocina sin ningún problema en la mínima luz de la luna. Seguí detrás de él con cuidado, admirando su espalda tonificada y cómo la luna llena arrojaba sombras en contorno sobre ella.

Me preocupaba ver las aparentemente interminables pilas de diferentes medicamentos en la alacena, pero no lo cuestioné. Solo tomé la pastilla con el vaso de agua que él me sirvió.

"Me siento completamente avergonzada." Murmuré frotando mis pesados ​​ojos.

"Al menos es un sentimiento temporal." Después de que él lo dijo, sacudió la cabeza ligeramente y se fue a la sala.

"¿Qué hora es?" Me senté al final de sus pies, con las rodillas dobladas y cortando la mitad de su  rostro de mi visión.

Se volvió hacia su reloj de pulsera de metal negro. "Cinco y media"

"¿Qué hay del trabajo?" Yo no tenía la energía para enloquecer con mi dolor de cabeza. En cambio, me incliné hacia atrás y apoyé mi cabeza contra la parte superior del sofá, tratando de encontrar una posición en ls  que doliera menos.

"Llamé a tu jefe a decirle que estabas enferma. Todo en orden."

Estaba medio sorprendida al saber que él había pensado en ello. "Gracias, Harry. Si él me hubiera encontrado desmayada en el suelo..."