HarryEstaba jugando con la bebida que se encontraba en mi vaso, mientras mis pensamientos corrían libres alrededor del bar. Miré a mi alrededor parpadeando lentamente, encontrando los ojos de unas pocas personas.
Mis temblorosos dedos recorrieron a través de mi húmedo cabello, despejando de mi cara. Mi pecho se sentía como si se estuviera quemando y mi corazón latía irregularmente, sentía como si me fuera a enfermar.
Pero realmente ya se empezaba a sentir como algo normal.
Llevé el cálido borde de aquel vaso a mis labios y dejé que el whisky recorriera por mi garganta, hirviendo mi piel. Cerré mis ojos ante la sensación y sintiendo como aquel aire rancio llenaba mis pulmones.
La música ruidosa vibró a lo largo del piso y las paredes, resonando a través de mi cerebro de una manera que le haría peso por la mañana.
Encontré un par de ojos mirándome en una esquina del bar. Aquella mujer mostró una sonrisa antes de mirar en otra dirección apenada. Ella era relativamente atractiva, brillante color cafe que caía sobre sus hombros y piel bronceada que brillaba bajo la luz.
Mi cuerpo se fue levantado antes de que pudiera pensar, pero no es como si realmente lo quisiera hacer.
Puse una sonrisa en mi rostro y entablé una conversación con aquella chica durante unos minutos. Nos encontrábamos en una especie de juego de miradas, en el que aparentemente los dos sabíamos como jugarlo. Pague por su bebida y bromeamos acerca del hecho que yo quería emborracharla; sentí que su mano fue puesta en mi hombro y así iba acariciando mi brazo de vez en cuando.
La noche tomó el curso que se supone que debería tomar y ella termino en la parte trasera de mi coche, besando mi cuello mientras yo cerraba la puerta. Todo era muy sistemático, el alcohol quemaba a través de mi cuerpo nublando mi mente.
Manejé directo a un motel antes que ella arrancara la cremallera de mi pantalón mientras nos encontrábamos en el coche aún. Mientras iba manejando con una mano, en la otra iba moviendo un condón entre mis dedos y mi mente iba en blanco, a estas alturas lo mas probable es que ya todo lo hacia en piloto automático.
Ella balanceó sus caderas mientras caminaba delante de mí, realmente quería vomitar, pero tragué el sabor de la bilis que sentía subir por mi garganta. La recepcionista me dio una mirada insinuante, debe ser porque vengo muy seguido.
Guié a la mujer, Jessica, arriba hacia la habitación que iba a ser nuestro por esta noche. Ella estaba tan caliente que no le preocupó el por qué la había traído a un motel y a mi no me importó no explicarle, me atrajo hacia ella con una risita para después cerrar la puerta de un portazo.
Mantuve los ojos cerrados la mayoría del tiempo, tratando de esquivar sus descuidados labios cada vez que ella trataba de besarme después de los gemidos agudos que hacía. Fue una sesión sudorosa y desastrosa, pero la quemazón que se disparó a través de mi espalda fue satisfactoria.
De la frágil cama se escuchaba un chillido, que difícilmente lo escuchaba en mi mente. Me agarré de la cabecera que se encontraba por encima de ella, mis labios formaban una O, mientras mi visión se tornaba borrosa sobre la pintura en copos de la pared del motel.
Todo estaba todavía nebuloso, suficiente para que nuestro caos estuviera bien. Ella respiraba mientras mencionaba mi nombre, también decía cosas profanas y hasta en algún momento llegó a decir el nombre de otro hombre. Mis labios se encontraban abiertos y forcé mis ojos a que se cerraran de nuevo, cuando estaba por venirme.
Ella se vino con un gruñido afilado, mientras yo continué hasta que un clímax fue forzado fuera de mí también. Sentí como si mi liberación duró duraba solamente un segundo antes de que mi mente fuera traída nuevamente a la tierra, toda remota excitación fue perdida al instante en que me di cuenta de donde me encontraba.
"Eso estuvo realmente bueno" murmuró con una pequeña risita que venía de debajo de mí, la ignoré rodando a un lado de ella y sintiendo como me faltaba la respiración; me quedé mirando el techo gris nuevamente. Mi cabeza estaba martillando y garganta como si se fuera a cerrar.
Se paró con las piernas débiles y se dirigió al baño para tomar una ducha, dejándome solo en aquella oscura habitación. Tragué nudo que sentía en mi garganta e inhale profundamente, solo para oler el moho de las paredes y sexo.
Recogí toda mi ropa, mi billetera, me arreglé y salí de aquella habitación sin hacer ni un ruido, inmediatamente cuando escuché que la llave de la ducha era abierta.
La recepcionista me miró y me recorrió con la mirada mientras me dirigía a la salida del motel. Podía sentir su mirada atravesarme, agregando más a la quemazón que sentía por las uñas de la mujer que se encontraba en la habitación, pero no me importó.
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Distract and Sedate (H.S)
RomansaUna psicóloga es la encargada para tratar un caso de un padre alcohólico que esta preocupado por su pequeña hija y su timidez anormal. La pequeña de tres años a estado sufriendo de ansiedad social desde que su madre la abandonó. La especialista infa...