capítulo 5

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Es el cuarto día que me presento en el gimnasio para poder fortalecerme y poder practicar mi afición, el boxeo, no lo práctico profesionalmente, simplemente lo hago porque me gusta y me mantiene en forma, este último año lo he dejado un poco aparcado pero pretendo retomarlo nuevamente.
Nunca en los gimnasios en los que he asistido me han tomado enserio por el echo de ser una mujer, pero en todos he conseguido ser respetada cuándo me he enfrentado a algunos de los muchos hombres que se burlaban de mí y he acabado pateandoles el culo en el ring.

Todo estaba saliendo demasiado bien estos días como para ser verdad, algo tarde o temprano acabara con esta tranquilidad, y se que no me equivoco cuando veo entrar al imbécil, como me gusta llamar a Kevin, por la puerta del gimnasio.

No le doy mucha importancia y sigo dando golpes al saco durante media hora más, hasta que siento una mirada clavada en mi espalda y poco después unas manos rodear mi cintura. Convencida de que es Kevin, me doy la vuelta decidida a encararlo, pero me llevo una gran sorpresa al darme cuenta que no conozco en absoluto a este joven, de unos 20 años con pelo rubio y ojos oscuros, que sigue sujetándome por la cintura con cara de adolescente con las hormonas revolucionadas.

«mierda» - pienso en ese momento.

- ¿Qué hace una chica tan bonita como tú en un sitio como este? Soy Erik.- dice con una estúpida sonrisa plasmada en su cara.

-Dar golpes en el saco antes de que tu llegaras y me interrumpieras - dije cortante, mientras intentaba soltarme de sus brazos.

-¿Y tu nombre es...?

-No es de tu incumbencia, ahora suéltame si no quieres que te de un puño en la cara.

-Adelante bonita.- dice de forma burlona, pero su sonrisa se desvanece en el momento en el que recibe un fuerte golpe con el puño en su cara.

Su mirada se oscurece y forcejeo en sus brazos para poder soltarme y escapar de él lo más lejos posible. Clavo mis deportivas en el suelo mientras el intenta sacarme de ese lugar por la puerta de los vestuarios. Una vez dentro, se da la vuelta y quedamos cara a cara, haciendo que cada vez me sienta más pequeñita a comparación con su altura.

-No debiste hacer eso- dice él

Empiezo a entrar en pánico, sujeta mi hombro fuertemente y me golpea contra la pared. Suelto un gritito de dolor, cerrando mis ojos fuertemente ante el contacto de la pared con mis aún notorios golpes. Cuando los vuelvo a abrir, la mirada de el chico ha caído sobre mi pecho y sus manos se dirigen por mi espalda baja. Estoy en shock, mi mente esta a punto de estallar y hago lo primero que me pasa por la cabeza en este momento.

- ¡KEVIN! - grito. Antes de poder gritar de nuevo, ya tenía la mano sudorosa de el chico en mi boca, no puedo contener las arcadas que me provoca en ese instante.

-¡Cállate! - me gritó él.

Por mucho que no soporte a Kevin, espero que el me haya escuchado y venga a ayudarme lo más rápido posible.

Deja de hacerte la difícil, en el fondo lo estas deseando- se rie.

Se escucha la puerta abrirse, pero por el gran cuerpo de Erik delante mío, no consigo ver la persona que acaba de entrar, hasta que escucho su voz.

-¿Qué coño crees que estas haciendo Erik?- su voz ronca habla por detrás de este.

Miro a un lado de Erik, y por primera vez desde que conozco a Kevin estoy contenta de verle. Se nota que está molesto por la forma en la que aprieta los puños y su mandíbula, sus ojos comienzan a oscurecerse y su voz es más ronca de lo normal.

Venga ya Kevin, sólo nos divertíamos ¿Verdad guapa?- dijo él, pero no me atreví a responderle ni mirarle a la cara.

-Ven aquí Jade.- Kevin tiende una mano en mi dirección y por primera le hago caso y acepto su gesto. Me pongo detrás de su alta figura, ahora se encuentra frente a mí de forma protectora, mientras me mantiene pegada a su cuerpo sin camiseta y con solo un pantalón corto de deporte.

-No te vuelvas a acercar a ella.- da dos pasos más cerca de él.- Ella es solo mía.

Decido no contestar, yo no soy de nadie, pero guardo mi comentario para otro momento.

-No seas así Kevin, solo pasábamos el rato.- comienza a caminar hacia nosotros. Kevin se tensa y se acerca también a él, no comprendo lo que pasa hasta que veo el puño de Kevin impactar contra la cara de Erik, ahogo un grito y este se tambalea hacia atrás, no le da tiempo a reaccionar cuando Kevin no duda en darle un rodillazo en el estómago, Erik cae al suelo y gime de dolor. Kevin se pone encima de él y sigue dandole un puñetazo tras otro, causando daños en su cara, la sangre comienza a brotar por su boca y nariz.

No puedo seguir viendo, a este paso Kevin iba a matarlo y no se le veía con intenciones de parar.
Corro rápidamente hacia ellos, intento mover a Kevin de el sitio pero no consigo moverlo.

-¡KEVIN PARA, LO VAS A MATAR! - su brazo iba a dar otro puño, pero para de golpe cuando me escucha y nota que mis manos envuelven su musculoso brazo.
Parece volver a la realidad y cuando se levanta puedo ver la cara de Erik cubierta de sangre, cortes y contusiones, Kevin me mira, tenía su atención.

-Por favor Kevin vámonos, no quiero seguir aquí...- dije agobiada.

Me coje de la mano sin decir una palabra, se asegura de coger todas nuestras cosas y me arrastra a lo largo del pasillo  hasta la puerta de salida del gimnasio, dejando a un dolorido Erik en el suelo. Urgentemente le doy un vistazo a Kevin por el rabillo del ojo, podía ver algunos cortes en su cara, por lo visto Erik le había devuelto algunos golpes.

No me había dirigido la palabra en el camino y comienzo a pensar que esta cabreado conmigo.

Estamos en frente del coche, me detengo abruptamente y lo empujo contra la puerta del coche. Kevin me mira sorprendido y yo me inclino vacilante, su aliento caliente abanica mis labios, los rozo por un momento. Me echo hacia atrás levemente, para ver su reacción, pero no podía leer su expresión. Lentamente, me inclino de nuevo, las grandes manos de Kevin se colocan en mis caderas y su rostro se acerca al mío. Su nariz roza la mía con cautela, probando si me iba a alejar de él, pero esta vez no lo hago, no podía parar, lo necesitaba en este momento, aunque después me fuera a arrepentir de esto.
Sus gruesos labios se presionan contra los míos suavemente. Son cálidos, sus movimientos suaves y lentos.

- Jade.- murmura Kevin.

-Mmm... si?.- cierro los ojos mientras me aparto y saboreo sus labios.

-Tengo que llevarte a casa.- dice entrelazando nuestras manos, abre la puerta del copiloto y  me ayuda a subir al coche, para poco después rodear el coche y subir él.

Le doy la dirección de mi casa y conduce en silencio durante todo el trayecto, en algunos momentos gira a mirarme para poco después volver su vista a la carretera.

Cuando estamos enfrente de mi casa, compruebo que no este el coche de mi padre por ningún lado.

-¿Te gustaría pasar?-digo tímidamente.

-¿Lo dices enserio?- pregunta él confundido.

-Claro.

-Esta bien, porque no.- sonrie y me mira de forma dulce.

I'M FINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora