Stefan Fischer 26

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-Señor Fischer me han mandado por fax los documentos de la firma del contrato con la empresa del amigo de su padre.

-Muchas gracias Lucia, déjalos encima de la mesa ahora los reviso y te lo paso para que lo envíes de una vez por fax de nuevo, estamos atrasados con ese trato.

Lucia deja el documento encima de la mesa, y sale por la puerta cerrándola a su paso. Continuo concentrado en lo que estoy haciendo, leyendo una pila de documentos que había postergado hasta el último momento. Tengo un montón de trabajo que hacer y la culpa no la tiene nadie más que yo, pues últimamente he estado muy distraído, con la cabeza en las nubes, me di cuenta que estas 'distracciones' no pueden seguir ya que están afectando a la única cosa que prometí no afectar con cosas personales, además de mi familia, mi trabajo.

No me puedo dar el lujo de perder a algo tan importante como lo que tengo por tontas distracciones, estoy hablando del trabajo de muchos años realizado por generaciones pasadas de parte de la familia de mi padre para verse afectado por una mala pasada, y por mi cabeza aérea.

Hoy es lunes por la mañana y estoy desde la primera hora sentado en esta silla, a ver si mi cabeza distraída, al fin se pone en lo que tiene que estar. Tomo de la mesa los documentos que Lucia acaba de dejar sobre la mesa, y empiezo a leer cosas que no me cuadran en este contrato, noto que las clausulas pasadas pautadas en las reuniones que se hizo con el personal de la empresa del amigo de mi padre, fueron todas pasadas de largo, pues aquí no hay nada de lo que acordamos.

Lancon Enterprise es una empresa con los mismos  intereses que sigue mi empresa, hemos hecho varios negocios juntos pero siempre con mucha cautela ya que su dueño Aaron Lancon, es un gato de poco confiar. Aunque es amigo de mi padre y es todo buena actitud, para los negocios es un gato, mi padre no le ve así, cree que su amigo nunca lo engañaría y aunque he intentado hacer entender a mi padre de la clase de persona que es siempre me dice que son cosas mías... ¡Pues que el hombre está ciego por su gran amigo! Incluso Aaron Lancon se ha visto envuelto en grandes polémicas con otras empresas muy reconocidas, en la que se salva por los pelos de que su empresa no sea cerrada y que haya ido a la cárcel, el hombre tiene de abogado al mismo diablo y siempre se sale con la suya.

Sigo leyendo con el ceño fruncido todo lo que pone en los papeles y cada segundo que continuo leyendo me estreso más, seguro el hombre pensaba que no leería el documento y que firmaría de una vez porque solo un idiota firmaría este contrato, a propósito.

El contrato es para asociar ambas empresas, y formar una línea de hoteles, de por si el negocio es muy arriesgado ya que se necesita mucho capital, pero ¡lo que pacta este contrato es inaudito! Habla sobre de que Fischer Enterprise se haga responsable de invertir todo el capital de las obras y cuando ya esté en pie el hotel las ganancias sean repartidas en un 60 y 40 por ciento ¡quedando Fischer Enterprise con lo menor de las ganancias!

Me levanto enojado de la silla y esta se cae hacia atrás. Salgo a donde se encuentra Lucy y esta me mira algo temerosa cuando me ve aproximarme cuando lo hago. Me relajo un poco pues al final la pobre chica no tiene la culpa.

-Lucy has una carta dirigida a Lancon Enterprise informando que no estamos para nada de acuerdo con lo pactado en el contrato, envíaselas por fax junto con el contrato pero antes de hacer eso quiero que me lleves tres copias de este contrato a mi oficina. También quiero que le informes a James y a Joshua que los quiero en mi oficina en 10 minutos y que no se le ocurra tardarse, ahh y que no se te olvide llamar a mi padre y decirle que quiero verlo máximo en dos horas- ladro las ordenes a Lucia muy rápido y la pobre se ve un poco confundida, intento relajarme de nuevo pero el intento es mutuo ya que me encuentro como el diablo.

-Está bien señor-Dice a mis espaldas ya que inmediatamente que le entregue los documentos me gire para entrar en mi oficina.

Cuando llego a mi oficina levanto mi silla y tomo asiento. Aflojo un poco mi corbata y apoyo los codos en la mesa con mi cabeza entre las manos, y respiro profundo, comienzo a notar como un punzante dolor de cabeza se apodera de mí, cierro los ojos, y por medio del teléfono esta vez le pido a Lucia que cuando me vaya a traer esos contratos me traiga una taza de café sin azúcar y un par de pastillas para el dolor de cabeza.

Sedúceme [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora