Prólogo

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Nunca me imagine estando en el podio del Grand Prix y menos ganando el segundo puesto, pero todo cambió desde que Victor llegó a Japón para ser mi entrenador.

Actualmente me encuentro trotando en las calles de Rusia pensando que llamamos amor a todo lo que hay sobre el hielo y a medida que avanzo decido levantar mi cabeza, viendo a Yurio y a Victor, y que este ultimo me llama sonriendo, me apresuro tratando de controlarme y queriendo que nadie escuche los ahora fuertes y rápidos latidos de mi corazón.

Desde pequeño siempre he querido alcanzar a Victor, ahora he roto su recod y me encuentro junto a él. Es como un sueño del que quisiera no despertar nunca y aunque tengo sentimientos por él no se los he dicho directamente, sinceramente soy un cobarde que lo quiere.

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