Capítulo 5

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Yuri se encontraba practicando para su presentación del nacional ruso, pero no podía clavar sus saltos, todo porque su mente no dejaba de pensar en lo que decía la prensa, respecto a Victor, sobre su, tal vez, posible retiro.

- Yuri, tú puedes- decía Pichit, un tanto preocupado, a su amigo.

El entrenador se acerca a Yuri y lo anima un poco, pero al ver que su alumno no daba resultados, y se estaba volviendo muy inseguro, decidió darle un día de descanso para que reglexionara y solucionara todo, ya que si seguia así, no se presentaría en Rusia.

Al día siguiente, Pichit, fué a visitar a Yuri para animarlo un poco y darle esperanzas de que su ídolo volvería, de tal forma que logró sacarlo de la cama para que comiera algo y salieran a pasear por allí.

Se encontraban caminando normalmente por la ciudad, cuando derrepente ven a Yurio pasar por la otra acera, así que decidieron acercarsele, pero al cruzar la calle, nunca se imaginaron que el famoso Yiri Plisetsky los guiara a la famosa casa, donde se decía que se encontraba Victor, donde había un montón de gente en la entrada, casualmente patinadores rusos que se podrían considerar sus compañeros.

Al ver esto, Pichit y Yuri no desaprovecharon y se animaron a espiarlos, aunque su idea se evaporó cuando el patinador de ojos azules saludo a Yurio con un abrazo y luego lo invitó a seguir.

Pichit estaba sorprendido y se formulaba miles de preguntas acerca de lo que había visto hace un momento, mientras que Yuri estaba hecho un mar de confusiones y en su interior tenía demasiados sentimientos encontrados y si seguia no creía que su corazón pudiera aguantarlo, así que solo salió huyendo   pensando que probablemente Victor se olvidó de él, aunque no sabía que él era el único que ocupaba los pensamientos del otro patinador.

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