III.- ¿Qué se necesita...?

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Hoy estoy mal.

Hoy me siento mal.

Tengo muchas ganas de llorar y de gritar, más sin embargo las circunstancias me obligan a mantener una sonrisa en mis labios, reír y fingir que todo está bien. Hay días en los que me siento de esta manera pero una de sus sonrisas basta para hacerme sentir bien, para darme fuerzas y seguir soportando estos sentimientos que me ahogan. Pero hoy, tengo que conformarme con estar sentado en la última fila hablando con Carter sobre la fiesta del fin de semana que se llevará a cabo en casa de Jenny. Después de reírme de forma involuntaria con un comentario de Carter, desvié mi mirada hacia aquél pequeño chico que estaba hablando con una hermosa chica, un pequeño nudo se acentuó en mi pecho y mi boca se inundó de un sabor salado. Tenía ganas de llorar.

—¿Verdad que Keisi es hermosa? —preguntó Carter y lo miré—, lástima que está tan interesada en tu ratoncito, Jenny la invitó a la fiesta y se negó porque iría a casa de su abuela a hornear pasteles, ¿no es tierna la niña? Y Alix, bueno, Alix ni siquiera puede ver. Son tal para cual —terminó escupiendo con asco.

No pude evitar tomarlo de la camisa y halarlo hacia mí, en menos de un segundo todos guardaron silencio y nos observaron confundidos, Carter se rió nervioso.

—Oye, Dave... no lo dije por Alix, él me cae bien, ya sabes... a nadie le interesa su problema...

—Vuelve a decir cualquier cosa ofensiva de Alix o Keisi y te deformaré esa bonita cara que tienes.

—Estaba de joda, ¡era joda carajo! —gritó desesperado—, no quise hacerte enojar...

—¿Dave?

Solté a Carter cuando su voz anestesió mi furia, el chico miró a todos avergonzado y las chicas riéndose de él bastaron para hacerlo salir corriendo como perro callejero, por otro lado, miré a Alix quien sujetaba mi brazo.

—Hey, ¿tú no estabas allá?

—¿Qué pasó?

—Nada —sonreí, sabía que él no podía ver esa forzada sonrisa, pero más que nada sonreía por mí, para decirme que todo estaba bien—, todo está en perfecto orden —tomé su brazo y caminé con él hacia su lugar, en ese pequeño trayecto él tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, mi corazón se aceleró como el idiota que era y mi cerebro comenzó a darle cabezazos a la pared, preguntándose una y otra vez que qué había hecho mal.

Keisi estaba parada en su asiento y nos miraba con esos hermosos ojos azules que tenía, como los del cielo, su cabello castaño y ondulado estaba quebrado por el pequeño frio que hacía pero eso le daba un aire de niña tierna.

¿Qué era lo que estaba haciendo? ¿Qué cojones estaba haciendo con mi vida?

Antes, sólo éramos Alix y yo, y me conformaba con ver su sonrisa todos los días, me conformaba con tenerlo a mi lado a pesar de no poder hacer lo que tanto deseaba, como decirle que era lindo y tierno, como darle pequeños besos en su mejilla, besar su nariz. Decirle que lo amaba y estaba enamorado de él desde preparatoria. Pero el miedo al rechazo me impedía hablar.

¿Se necesitan dos ojos para ver al amor?

¿Qué necesitamos nosotros los humanos para darnos cuenta de que alguien nos ama?

¿Si la mirada no basta para ver nuestros sentimientos, entonces qué?

Hey, Alix, ¿acaso no sientes que te amo y daría todo por ti? Por tu felicidad...

—Oye... Dave —Alix se acercó a mi oído y me agaché un poco—, ¿cómo me veo hoy? Nidia me dijo que me veía bien pero no me fío de ella...

—¿Por qué te interesa eso, eh?

Sabía la respuesta, sabía quién era el responsable de que Alix se preocupara por eso, pero aun así quise preguntar, quería su respuesta, quería... engañarme a mí mismo y burlarme, molestarlo un rato y verlo sonrojarse, ver que se encogía de hombros y apretaba entre sus manos su bastón. Disfrutaba del más insignificante gesto que hacía.

—Es que... —se encogió de hombros y aguanté la risa—, bu-bueno... es por Ke-Keisi...

Comencé a reírme, suprimiendo el dolor que sentía, haciéndolo sonrojar, dolía tanto, dolía el que no pudiese verme, dolía que por mi culpa él hubiese perdido la vista, y este era mi castigo. Amarlo en secreto, y desearle la mayor de la felicidad, lo único que podía hacer era quedarme a su lado hasta que él me pidiese que me fuera, hasta que ya no me necesitara. No me importaba nada más.

Sólo él.

Así y tuviese que ver cómo día a día, esa hermosa chica lo enamoraba con su voz, con su risa, con cada tontería que sacaba como por arte de magia y lo hacía reír.

—Te ves muy guapo —volví a susurrarle—, incluso a Jenny le gustaste pero ella no es tan linda como Keisi.

—¿En verdad?

—Sí, no te miento.

—¿Crees que pueda llegar a gustarle algún día, aun si no puedo ver?

—No creo que a Keisi le interese eso —lo abracé—, si le interesara no estaría esperándote.

—Ella me gusta...

—Lo sé, iré por algo de tomar, ya vuelvo, ¿quieres algo?

—No, gracias.

—Hey preciosa, te encargo a mi mejor amigo, ¿quieres algo de la tienda?

—¡Oh! Unos panditas —sus mejillas se sonrosaron y me reí—, te doy dinero espera.

—La casa paga.

Tal vez Carter tenía razón, Keisi y Alix eran tal para cual...

El único que sobraba era yo, ¿pero qué más daba? Si él era feliz entonces yo también lo sería...

Durante el camino me fui repitiendo eso una y otra vez hasta que terminé creyéndomelo. Pero aquél nudo en mi garganta actuaba como un tapón para no gritar, para no llorar, para no arruinar las cosas, así como le había arruinado la vida a Alix. Aquella noche, al pensar que un estúpido cohete podría ir al espacio, era tonto. Tonto y estúpido al creer eso, al final Alix había perdido la vista por mi culpa, y aunque sabía que él ni siquiera me culpaba de ello, eso bastaba para hacerme sentir patético. Quería que me odiara y que me detestara, no obstante, a los dos días de haber salido del hospital ya estaba tocando la puerta de mi casa y preguntando si podía ir a jugar con él.

"¿Por qué no me odias?" le pregunté, él se rió y corrió hacia mí.

"Porque eres mi mejor amigo" respondió, esas palabras bastaron para hacerme querer quedarme a su lado por siempre, cuidarlo y protegerlo de todo y de todos.

Siempre había pensado que estar a su lado aún si él no sabía de mis sentimientos bastaría, había ignorado el hecho de que algún día alguien podría llegar a su vida. Había ignorado por completo que algún día alguien más lo haría reír.

Pensé que sería el único.

Qué equivocado estaba.

Qué tonto fui...





asdfghjklñ <3

Hola gente, tenía ganas de escribir pero no sabía qué, así que tras llegarme el sentimiento porque me acordé de algo xDD me puse a escribir LODUA ❤💕 y pues espero que les haya gustado el capítulo. Dave te amo 💔

Alix como siempre tan lindo y de la hermosa Keisi todavía no se ve mucho ah! Pero es como una Karin 2.0 💘




Los ojos de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora