Capítulo 3 | Ustedes nunca estuvieron en mi vida.

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Mi celular tocó la canción All of me y vi 4 mensajes.

Un temblor recorrió mi cuerpo, los mensajes eran de Deivy.

"Te amo, no entiendo qué te sucede, tal vez cometí un error, pero no sé cuál. Estoy preocupado, no quiero perderte."

"Leil, te extraño mucho, estoy muy angustiado, me estoy volviendo loco, al menos háblame."

"Leil, si me estas jugando una broma no es divertido, ya termina con esto no aguanto."

"Albert está preocupado por Angie, ¿qué pasa? Leila ¿por qué me haces esto?."

Angie me observa en este momento y otra estúpida lágrima se desliza por mi rostro, no entiendo al cínico de Deivy y por qué una parte de mí quiere correr y besar esos labios dulces que también besaron a Rocío.

—No puedo más, Angie —digo entre sollozos—. No puedo —digo mientras ella me abraza.

Tocaron la puerta y digo de mala gana: —Pase.

Vi a Leslie (mi madre) con cara de preocupación, sé que se preguntarán por qué no la llamo "mamá" pero esa es otra herida en mi vida que no quiero recordar. La miré con desprecio.

—Hija ¿qué tienes?

—Nada, Leslie. Puedes irte, quiero hablar con Angie.

—Pero hija, me preocupas ¿pasa algo con Deivy?

Bien, ahora estoy enojada con ella, no recuerdo haberle dicho nada de Deivy, seguro se puso a investigarme con el imbécil del director de la escuela.

—Leslie ¿por qué no le preguntas al director? de seguro él te responderá —digo con enojo y rabia.

—Hija, por favor, respóndeme.

—Leslie, déjame tranquila —digo con desdén.

—Hija dime, explícame, tengo derecho a saberlo.

Me río en su cara con picardía ¿qué derecho tenía Leslie sobre mí? Ninguno. ¿Qué se cree qué es?, no le contaré nada, ¡por favor!.  

Leslie bajó la cabeza con frustración y gesto apenado, pero eso no fue suficiente para ablandarme el corazón. Eso no basta.

—Leslie, por favor, ya vete.

—No hija, no me iré hasta que me digas —dijo pasiva.

Mi expresión cambió, estaba asombrada, ella nunca insistía tanto. Permanecimos en un silencio tenso. Y recordé que Angie se encontraba ahí.  Me sentí avergonzada con ella, yo la llevé a mi casa para que disipara un poco la mente, pero fue un intento fallido.

Leslie me mira directo a los ojos.

—Hija, por favor confía en mí y dime qué es lo qué te sucede.

—No insistas más, Leslie, pierdes tu tiempo —dije con frialdad. Ella se entristeció, algo que por varios segundos me dolió, pero ella no merece mi compasión.

—Leslie —digo ya cansada de tener esa conversación—. No averiguarás nada, quiero estar con Angie, alguien en quien confío, puedes por lo menos colaborar —digo sarcástica.

Cuando Bryant (mi papá) entra a la habitación bruscamente.

—¿Qué está pasando aquí? —dice Bryant.

—Leslie no deja de hacerme preguntas estúpidas.

—Hija, ella solo se preocupa por ti.

—Pues, Bryant, no quiero su preocupación. Ni la tuya —digo alterada.

Él me mira triste y preocupado.

—Sé que es sobre Deivy. ¿Terminaron o algo así?.

—¡DÉJENME EN PAZ! -—digo fuera de mí-—. ¡USTEDES NUNCA ESTUVIERON EN MI VIDA!.

—Siento esta medida, hija, pero mañana tomarás el primer vuelo a Inglaterra.

Mi respiración se aceleró y mi mundo se terminó de derrumbar.

***

Un capítulo intenso ¿a qué sí? 
Me siento afortunada.
Quisiera pedirles que voten y comenten  
¡Gracias por leer!
Los quiero.
Besos.

Pd: Los de la foto son los padres de Leila.

Aunque estés lejos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora