Capítulo 15 | Nos decepcionamos.

39 6 2
                                    

Deivy POV

Observo el campus de la secundaria tratando de esquivar la ola de emociones y nostalgia que viene hacía mí, ayer hice algo un tanto absurdo, consumido por la rabia y el odio me atreví a subir a mi facebook una foto mía y de Rocío, lo peor es que ahora me siento culpable, no sé porqué lo hice, tal vez porque me sentía engañado por Leila, pero no era razón suficiente para hacerlo, aunque tal vez me preocupo de más y a ella no le interese.

Observo melancólico el banquillo donde ella y yo solíamos reunirnos cuándo queríamos estar sólos, era nuestro lugar especial, no sé ni porqué vine a éste sitio, porque solo me estoy torturando.

Me doy la vuelta sintiéndome derrotado y sin fuerzas ¿cómo llegó mi mundo a cambiar de manera tan drástica? Leila está lejos, Rocío es mí "amiga con derechos" y me siento como un imbécil por eso, hacia mucho tiempo que no tenía una chica de esa forma y lo peor de todo es que acepto cualquier oferta de otra chica, ya que unos labios no son suficientes, salvo unos que están lo suficientemente lejos para no volver a probarlos.

Llego al salón de Arte dramático, lo sé ésta escuela es aficionada por las artes, aunque no me molesta. Nos toca hacer una obra creada por nosotros, la va a hacer Allondra, una chica muy simpática que es muy amiga de Albert, ya el guión casi está listo, así que es prácticamente hora libre, me siento al lado derecho de Albert y al izquierdo está Allondra con un cuaderno y un lápiz escribiendo con calma.

-Hermano ¿cómo estás? -le digo a Albert que está con el ceño fruncido.

-Terrible. Es que no puedo estar peor -dice mientras señala a Angie quien está con Joseph en una conversación muy animada.

-¡¡Bueno!! -le digo poniéndome en sus zapatos.

-¿Es que no los ves? -dice alterado.

-Primero respira profundo, segundo: tranquilízate y tercero: relajate. Estás al borde un colapso nervioso.

Albert hace lo que le pido y cuando pretendo continuar con mi charla sobre el amor «Sé que suena estúpido» Rocío viene hacía mí con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué te pasa? -le digo realmente intrigado.

-Tu ex noviesita, no pierde el tiempo -dice mostrándome una foto.

Observo la imagen sintiendo bullir la rabia en mi interior ¡maldición! ¿Quién es Howard? Vuelvo a observar la imagen y me siento cada vez peor pero ¿por qué me enojo? Yo le hice exactamente lo mismo a ella, aunque estoy 100% seguro de que a mí me molestó más. Aprieto el celular de Rocío con tanta fuerza que quiebro la pantalla y empiezo a sangrar abundantemente.

Todos captan su atención en mí, Rocío me mira horrorizada y no sé si es por su celular, la cortada profunda o mi cara que debe parecer una máscara de rabia.

-¿Qué éstas haciendo hermano? -pregunta Albert preocupado.

Aprieto más el celular y resbala mucha sangre por el piso.

Veo que el director de la escuela observa la escena atónito, luego se pone en acción y pregunta a Allondra, Rocío, y Albert de lo sucedido.

Todos me observan asustados, y miro a Angie que se tapaba lo boca muy alterada.

Me llevan a enfermería rápido porque estoy perdiendo mucha sangre. Pero antes le digo algo a Angie
Que la deja desconcertada.

-Dile a tu amiga que felicidades por conseguir lo que quería.

Cuando estoy en la pequeña clínica de la escuela, me lavan la mano derecha con abundante agua y sacan con cuidado varios pedacitos de vidrio luego me esterilizan la herida y la vendan con cuidado, me dan varios antibióticos que debo de tomar y me voy en cuánto puedo.

En el pasillo todos me observan «Genial, ahora soy el centro de atención» y nadie se atreve a preguntarme qué pasó, falta una clase para poder salir de aquí, pero decido no ir y volver al campus dónde estaba antes de ir al salón de arte dramático.

Me siento en el banquillo mirando a la nada, la herida me dolía bastante pero me preocupaba más la del corazón, las dos necesitarían tiempo pero una más que otra. Todo esto es mi culpa, si no hubiese empezado con el jueguito de las fotos, tal vez ella no me hubiese hecho exactamente lo mismo, y mierda sí que dolía.

Me levanto y entro al pequeño bosque de la escuela dominado por un recuerdo, busco nuestro árbol y lo veo a varios pasos, dice:

"Leila
Y
Deivy
Para siempre

Lucharemos siempre por nuestro amor y ninguna dificultad nos alejará. Somos imanes que se atraen por naturalidad.
Nuestro amor vencerá la maldad."

Leí el mensaje incrédulo de saber que escribimos esas frases meses atrás y que no supimos cumplir lo que prometimos. Saco mi celular y le tomo una foto.

Me siento muy abatido, Leila y yo nos decepcionamos el uno al otro.

***

¡¡Hola!!
Queridos lectores
Espero que este nuevo ciclo de vida sea de prosperidad para todos vosotros.
Este es un regalo de año nuevo
¡¡Disfrútenlo!!

-Deyarili Alcántara

Aunque estés lejos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora