Capítulo 14 | Con la misma moneda.

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Leila POV

Había tratado de superarlo, créanme que lo había intentado, no quería pensarlo y sobre todo no quería que me dolieran sus absurdas decisiones, pero era inevitable, y lo peor de todo estaba absolutamente convencida de que lo hacía para lastimarme.

En esos meses traté de olvidarlo y de arrancarlo de mí, pero no lo conseguía, el pasado de alguna forma conseguía afectar mi presente y lamentablemente mi futuro.

Wow, me dolía tan profundamente su traición y su manera de hacerme saber que está jodidamente feliz, me dolía el rechazo de Leslie de Bryant y aunque no se lo demostrase a ninguno de los dos, cada segundo que pasaba, el dolor era más insoportable.

¿Quién dijo que el dinero era sinónimo de felicidad? Porque no era cierto, jamás lo fue, siempre obtuve lo mejor en cuanto a lo material, prefería tener verdaderos padres, no extraños, y tener un novio que de verdad me amara.

Me sentía tan vacía e inútil y ni una lágrima salía de mis ojos y aunque pareciera que estaba bien, había un torbellino de emociones en mí, y todas luchaban por prevalecer, no podía llorar, no salían esas gotitas saladas que tantas veces había derramado por personas que nunca merecieron mi sufrimiento. Ya no estaba dispuesta a vivir así, ¿cómo podía ser posible que Deivy Harrison todavía me siguiera lastimando? Pues ya acabará, ya no más.

Me levanté de la cama busqué un pantalón, una blusa holgada y una zapatillas, y luego fui al cuarto de baño y me duché con agua fría, aunque a Deivy no le dolería lo que yo hiciera, al menos le dejaría claro que yo ya hice mi vida.

Tomé mi bolso, unos cuadernos con algunos apuntes y los materiales necesarios para la escuela, mis "padres" milograsamente estaban aquí así que ayer pasé un día completo con ellos, no fue tan malo como pensaba, pero no resolvió ninguno de nuestros problemas, al menos significaba un avance.

Bajo las escaleras un tanto distraída pensando en el plan que llevaría a cabo, ¡cómo me gustaría que Angie estuviera aquí!.

Sophie hizo huevos con tocino y mi habitual jugo de naranja.

-¡¡Hola!! Sophie ¿cómo estás?

-Muy bien, Leil -dice cariñosa- . Te veo de mejor ánimo.

-Es que estoy de mejor ánimo -claro que todo eso se debe al plan.

-¿Dónde está tía Nath? -digo mientras empiezo a comer.

-No ha bajado, lo cual es extraño, iré a inspeccionar -dice mientras sube las escaleras.

Yo me limito a terminar el plato y a dar sorbos a mi jugo.

Sophie baja tranquila y con delicadeza.

-¿Qué pasó?

-Ella ya se fue -dice algo misteriosa.

-¿No crees que es un tanto extraño -digo mirándola a los ojos, a lo que ella responde serena.

-Tal vez, pero todo está bien, aprésurate Leil, para que no llegues tarde -dice mientras recoge la encímera.

-Está bien, ya terminé, nos vemos, Sophie.

-Hasta luego, Leil, que la pases bien.

-Eso tenlo por seguro.

Me dirijo a la sálida y veo a Karl esperándome.

-Hola Karl ¿cómo estás?

-Bien, Leil ¿y tú?

-Bien -digo mientras me subo al coche.

El trayecto fue agradable y tranquilo, cuando llegamos, el me abre la puerta y me bajo risueña.

Me despido de Karl y entro a la escuela con seguridad y confianza. Desde que soy amiga de Howard, todos me observan, ha sido ventajoso, pero no todo es color de rosa, y había un grupo de cuatro chicas, que me odiaban, pero no me importaba, ya no era la misma y podría arrancarle sus extensiones a todas, cómo desearía tener a Rocío en frente.

Localizo a Katherine, mi amiga más incondicional de aquí, está con su amigo Luke, los dos se gustan pero no se atreven a declarar su amor, por eso yo tendría que hacer algo al respecto.

-¡¡Hola chicos!! ¿cómo están? -digo mientras tomo asiento al lado de Katherine.

-Bien, muy bien -dice Katherine observando como si estuviera embrujada el rostro de Luke.

-Estamos bien, pero algo siempre nos daña la fiesta -pongo una mano en mi pecho ofendida, pero luego me doy cuenta que lo decía, por Caroline y su trío de gemelas estúpidas, yo suelto una carcajada, porque hoy particularmente hoy, tengo ganas de convertirme en asesina.

-Aquí estás Leila -dice Caroline con su voz de ardilla.

-¿Para qué me necesitas? -digo riendo tranquila, logrando captar la atención de todos los presentes.

-Sólo quería advertirte que te quiero lejos de Howard.

Yo me levanto de la silla de la cafetería, sintiendo bullir la rabia en mi interior.

-Y yo sólo quería advertirte que no sigo órdenes de nadie, y menos de una rubia teñida estúpida -digo enojada mientras todos se quedaban sorprendidos, esta escuela era maniquíes donde todos eran dirigidos por ella.

-Oye no sabes con quién te metes.

-Lo sé y si no me crees, sólo pruébame -cuando digo esto todos me aplauden como si fuese una heroína.

Ella levanta la mano con la intención de pegarme, yo la tomo, y le doy una bofetada que enrojece su rostro y voltea su cara, ella cuando se recupera del impacto, quiere hacer lo mismo, pero yo de nuevo agarro su mano y la empujo y todos se quedan petrificados. Cuando me disponía a seguir propinándole golpes, una mano me lo impide.

Cuando volteo es Howard, con el rostro serio.

-Ya basta.

-No te metas, esto no tiene nada que ver contigo.

-Yo creo que si -dice mientras me carga y me lleva a la parte más solitaria y tranquila del patio de la escuela.

Cuando me calmo, él me observa detenidamente.

-Eres... Wow... Ibas a matarla -dice atónito.

-Esa era justo,mi intención -digo pasiva.

-Creo que a Caroline le quedará claro que eres territorio prohibido. -dice burlón.

-Eso espero porque si no terminaré lo que empecé -inmediatamente recuerdo el plan y saco mi cel-. Oye ¿Quieres tomarte una foto conmigo?

-Claro, preciosa.

Tomamos la foto y yo la subo a la redes sociales, le pagaría a Deivy con la misma moneda.

Tomamos la foto y yo la subo a la redes sociales, le pagaría a Deivy con la misma moneda

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Aunque estés lejos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora