All through the night.

Capitulo 6.

Desde su encontronazo con Goldstein en el Gran Comedor, Hermione, se encontraba al chico en todas partes. El Ravenclaw le sonreia de una manera muy calida, a veces incluso se paraba a preguntarle como estaba. Tambien Hermione habia compartido algunas guardias de perfectos con él. Y le habia parecido una compañia muy agradable y no se quejaba. Pero cada vez que tenian que hacer guardias, rezaba para que no le tocase Malfoy. O eso pensaba ella, porque realmente deseaba con todas sus fuerzas compartir sus guardias con el platino. Pero ella nunca lo reconocería, jamás.

Pero esa noche, cuando los jefes de cada casa nombraron a las parejas Hermione sintió florecer algo extraño en su estomago.

-Hermione Granger compartirá guardia con Draco Malfoy, vigilareis en esta planta.- Había dicho profesor de defensa contra las artes oscuras. Hermione nada mas oír las palabras levantó la cabeza y nada más hacerlo se encontró atrapada bajo la atenta mirada del platino. Malfoy parecía indiferente aunque algo decepcionado, o eso era lo que creía Hermione.

Cuando los profesores acabaron de anunciar las parejas y sus respectivas zonas esperaron a que todo el mundo se fuese junto a su pareja. Dean Thomas, el otro prefecto de Gryffindor le lanzó una mirada significativa a Hermione. Draco se aproximó sigilosamente hacia ella. Hermione por su parte dio un respingo, del susto. Que finalmente se sintió ridícula y se rió con nerviosismo.

-En marcha, Granger.-Hermione asintió y caminó durante un rato silenciosamente junto a Malfoy. Hasta que finalmente Hermione habló, incomoda por el silencio.

-¿Entregaste tu la redacción para Defensa contra las Artes Oscuras?- Draco hizo una mueca molesta por la pregunta, pero contestó a Hermione.

-No.- Fue su única respuesta, y la leona entendió que el chico no iba a querer hablar más del tema.

-Bien.- dijo ella.- Yo tampoco.- Malfoy la miró sorprendido alzando una ceja y con una sonrisa sardónica.

-Vaya eso no me lo esperaba, la prefecta perfecta Granger no haciendo los deberes.- Hermione le miró ceñuda aunque algo divertida por su respuesta. Y siguieron caminando en silencio. No en un silencio incómodo como anteriormente. Era un silencio acogedor. Hasta que Draco se paró en seco muy serio. Hermione se giró interrogativamente y se giró para mirarle.

-¿Escuchas eso?- Le pregunto a la chica.

-Suena como si alguien estuviese...

-Llorando.- finalizó la serpiente. Emprendió otra vez el camino dejando a la chica atrás. Vio como Draco susurraba un alohomora y entraba en un aula.Hermione le siguió. Pero se quedó parada bajo el marco de la puerta. Había una niña dentro. Llorando en un rincón. Hermione no sabía de que casa era. Draco estaba inclinado hablando con ella en susurros. Tranquilizándola. La niña asintió. 

-Ha sido Zabini, Draco.- Hermione se sorprendió al escuchar como la niña pronunciaba el nombre de su compañero.

-¿Otra vez?- El tono de voz de Draco era tranquilo, casi hasta dulce pensó Hermione. La niña asintió ante la pregunta del perfecto de Slytherin. Hermione vio como Draco se levantaba y tomaba de su mano a la niña, mientras pronunciaba un vamos. La morena se apartó de la puerta y les dejó pasar. Draco le miró a los ojos al pasar a su lado. Hermione apartó la mirada y cerró la puerta.

Draco y Hermione acompañaron a la niña hasta su sala común que resultó ser de Slytherin. Draco se metió dentro con ella. La Gryffindor esperaba fuera a Malfoy para seguir con su ronda. Le perturbaba haber visto esa fachada de Draco, que nunca había visto. 

Hermione estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Draco estaba a su lado.

-Es mestiza.- Hermione se sorprendió y le miró sin entender lo que Malfoy quería decir.- Por eso algunos de Slytherin se meten con ella.- Hermione percibió el gesto que hizo el platino que cerraba fuertemente el puño. Hermione asintió.