Capítulo XV

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NARRADOR UNIVERSAL
-¿Soldado?
-Listo para obedecer.

El soldado ya no controlaba su mente ahora su mente hablaba por él. Por culpa de esas palabras la mente de el soldado se había vuelto oscura y vacía. Ya no era Bucky Barnes ahora era el Soldado de Invierno, un hombre oscuro y sin piedad, un hombre al que no le temblaba el pulso a la hora de disparar.

El soldado solo veía, no sentía nada ni se acordaba de nada, ya que lo único que hay en su mente es una gran pantalla negra que impide recordar algo o sentir algo.

Aturdido observó su alrededor, se encontraba en una sala color verde sucio con luces de tonalidad amarilla, detrás suya había una gran máquina de metal, la que en el medio tenía un sillón. Ver la silla le deba escalofríos, sabía que él salía de ahí.

-Soldado- un hombre bajo de estatura llamó su atención, el soldado solo lo miró amenazador, algo casual en él, -acompañe a los soldados, ellos te explicaran lo que tienes que hacer.

Bucky asintió y se fue con los soldados que esperaban en la entrada, se posicionó en medio de ellos y salió con ellos de la sala.

En otra parte de la base...
Rumlow estaba desesperado, la chica no despertaba, temía que la prueba hubiera fracasado otra vez. Los marcadores indicaban que la chica tenía pulso, pero este era demasiado bajo, parecía que en cualquier momento se iba a desvanecer.

-¡Joder!, ¿porqué coño no despierta?- le gritó Rumlow a los científicos de la sala.
-Soldado, la chica tiene que adaptarse a la nueva sustancia que ha entrado en sus venas, ahora mismo su cuerpo está peleando contra la muerte.
-Iré a otro lugar, me avisas cuando abra los ojos- Rumlow habló amenazante.
-De acuerdo señor- Rumlow miró por última vez a la castaña y salió de la sala echo una furia.

Rumlow caminaba por el pasillo cuando se topó con la persona que quería ver.
-Mi soldado favorito- dijo burlón.
-Señor- habló uno de los soldados que rodeaban a Bucky.
-Dime.
-Ya está listo- contestó el soldado refiriéndose a Bucky.
-Perfecto, llévenlo a su celda- ordenó Rumlow, lo soldados solo se limitaron a asentir, cogieron a Bucky bruscamente de las axilas, él no respondía, ni se quejaba.

-¡Rumlow!- gritó un hombre desde el final de el pasillo.
Rumlow se giró para verle, -ha despertado.

WANDA
Abrí los ojos y rápidamente los cerré, la luz me molestaba. Cuando los abrí sombras comenzaron a aparecer por mis alrededores haciendo que gritara descontrolada mente.

-¡Hay que sedarla!- escuché gritar a un doctor.
-No, veamos de qué es capaz, ¡aíslen el lugar!- gritó otra persona de voz conocida.

Poco después unas cristales aparecieron de el suelo formando cuatro paredes, cuatro paredes de tortura.

Iba corriendo de un lado para otro, lo único que conseguía ver eran sombras persiguiéndome, mi respiración estaba demasiada agitada, mi corazón en cualquier momento iba a explotar, mis venas estaban hinchadas, y mi cabeza palpitaba.

No sé cómo pero de un momento a otro voces resonaban por toda mi cabeza, algunas hablaban en mi idioma pero otras no. Miré mis manos y de ellas salía un humo color escarlata, me asusté al verlo y puse mis brazos hacia delante esto hizo que ese humo se desprendiera y chocará contra el cristal, haciendo que este se rajara.

Ahora si me estaba faltando el aire, las sombras habían desaparecido pero las voces no, me tiré al suelo y llevé mis manos a mis orejas, empecé a gritar y dar patadas a el suelo. Cerré los ojos y los abrí, la habitación estaba inundada de el humo de antes que al parecer procedía de mí.

Llevé mis manos dirección a la camilla y la lancé por el aire, haciendo que chocara con el cristal. Ya sabía cómo manejar el poder con las manos, pero no interiormente.

NARRADOR UNIVERSAL
Rumlow junto a los científicos observaban aquella imagen tan desagradable para algunos, en cambio para Rumlow era una imagen victoriosa y llena de esperanza.
-Señor se está des controlando, debemos intervenir.
-Sédenla, que vengan los soldados y que la lleven a su celda y por favor haga algo para que todo este bajo control- ordenó Rumlow y se marchó de la sala.

El científico presionó un botón y humo verde llenó las cuatro paredes dónde estaba encerrada la chica, esta calló inconsciente al suelo.

Con Bucky...
Bucky estaba sentado en una silla rodeado por cinco soldados, estos estaban a la espera de que Rumlow apareciera.

La puerta se abrió y Rumlow apareció.
-Déjenme a solas con el soldadito- ordenó Rumlow, los soldados sin rechistar se marcharon, -supongo que ahora mismo no sepas nada de ti, ni cómo te llamas, ni dónde estás y ni que va a pasar contigo, pero eso no es lo importante lo importante es que sepas que estás aquí para obedecer mis órdenes y como no lo hagas tendrás una tortura demasiado dura y aunque no lo recuerdes sabes cuál es- Rumlow andaba alrededor de el soldado.
-¿Que tengo que hacer?- se limitó a preguntar Bucky.
-Ese es mi chico- Rumlow paró delante suya y sonrió victorioso.

Tardé en escribir el capítulo por dos razones.
1. No tenía inspiración.
2.La escuela me lo impedía.

Pero ya lo tenéis aquí :)

Para los que seáis Team Romanogers no os preocupéis que en el próximo capítulo es el turno de ellos.

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