Capítulo I

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Era una fría mañana de invierno, la luz chocaba contra las grandes ventanas de la castaña, su habitación era enorme pero para nada lujosa, en cambio su amiga Natasha tenía una casa enorme rodeada de lujo, llevaban vidas diferentes pero se querían como eran, el dinero no importaba, la pobreza no importaba, lo único que importaba era su amistad que con el tiempo fue mejorando hasta llegar a ser inseparables.

La familia de Natasha siempre ha sido afortunada pero la de Wanda siempre lo ha pasado mal. Natasha conoció a Wanda un día en un parque cuando tenían diez años. Desde aquel momento supieron que iban a estar juntas el resto de su vida.

Natasha es una mujer con un fuerte carácter que no se deja pisar por nadie.

Wanda es tímida y débil por fuera, pero por dentro es una bomba oculta que cuando nota algo a su alrededor que no le agrada explota.

WANDA
Abrí los ojos al notar la luz entrar por la ventana, seguramente me la haya dejado abierta por la noche.

Me levanté con los ojos cerrados por el sueño que seguía teniendo y me dirigí torpemente al baño.

NATASHA
Estaba durmiendo hasta que la voz de Margaret, nuestra empleada, me despertó.
-Señorita a desayunar- dijo detrás de la puerta, yo lentamente abrí los ojos y agarré la almohada para taparme la cara, la luz me molestaba.

Después de unos segundos de dar vueltas en la cama decidí levantarme y fui al baño para asearme.

WANDA
Ya vestida bajé a la parte de abajo de mi casa, allí estaban Pietro y mi madre desayunando.
-Buenos días Wanda- dijo Pietro mientras se comía su tostada con mermelada.
-Buenos días- dije aún con voz dormida. Me acerqué a la mesa y agarré una tostada, sin sentarme en la silla empecé a comer.
-¿Porque no te sientas?- me preguntó mi madre.
-No me apetece- terminé de comerme mi tostada y le di un sorbo al zumo de Pietro.
-¿Tienes prisa?- me preguntó Pietro mientras veía como me tomaba su zumo velozmente.
-Si, he quedado con Nat para ir a pasear- dejé el zumo en la mesa.
-Cariño no os podéis ir, en esta época los secuestradores están por las calles en busca de gente a la que llevarse, no te puedes ir- mi madre tenía un tono preocupado que tanto la caracterizaba.
-Mama no nos ocurrirá nada, ya verás- le sonreí y le besé tiernamente la mejilla.

NATASHA
Me puse ropa cómoda y bajé al comedor allí estaban mis padres cada uno con su periódico en la mano, siempre son así mi madre con su trabajo y mi padre con el suyo es como si viviera sola.
-Buenos días- dije alegre entrando al salón. Mi padre bajó su periódico y me miró, luego volvió a leer.

Lo ignoré y agarré una taza, la puse debajo de la cafetera y presioné el botón. Esperé unos segundos y ya estaba hecho. Me lo tomé en cero coma.
-Voy a salir con Wanda- dije apoyada en la puerta ya dispuesta a irme.
-Vale, adiós cariño- dijo mi madre, mi padre no dijo nada, cabreada salí de mi casa. Odio tener unos padres así.

Aquí está el primer capítulo de esta bellísima historia, espero que os haya gustado, si es así decírmelo en comentarios.

Gracias por leer :)

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