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- Tai...
Tai ...
TAI.
Coño, con que ímpetu llaman a la puerta, ¿quién será?, estoy muy nervioso por lo que pueda pasar esta noche, espero que no venga nadie ahora a tocarme los huevos.
Me asomo a la mirilla a ver quién es y acto seguido vuelven a gritar:
- TAI, ABRE OSTIAS
Son Sandra, Mery y Belén. A Belén la conocí este último año, es atleta, de pelo moreno y rizado, muy rizado, tanto que no se puede pasar el cepillo y de piel un poco oscura, ella es hetero, una de las pocas del grupo.
La que grita es Sandra, siempre tan verdulera.
Les abro la puerta para que no me griten más.
- Calla loca, que te oyen todos los vecinos.
- ¿Que hacías?
- Nada. Anda pasad.
Van rápido a sentarse al sofá, putas vagas.
- ¿A que habéis venido?
- A prepararnos para la fiesta.- dice Sandra
- ¿Y no tenías otro lugar?
- No.
- Hemos visto salir al chico con el que te chocaste anteayer, el que iba a nuestra clase, ¿que ha pasado pillín?
- Vais a flipar.
Les cuento lo que pasó, lo que me dijo y lo de los calzoncillos. Se quedan locas.
- HAS LIGADO- dice Mery.
- CON UN BUENORRO- dice Belén.
- ¿COMO TIENE LA POLLA? - dice Sandra.
- No te lo voy a decir so marrana.
- Pero que fuerte, no parecía que le gustaran los chicos, ni nada. - dice Belén.
- Ya, bueno. Vamos a prepararnos para la fiesta. Que me ha dicho Mark que viene a buscarme en coche.
- Encima con lujos, que capullo. - dice Belén.
Media tarde para vestirse, hijas de puta, la que me han liado en el baño con el puto maquillaje.
Tampoco vamos a ir súper elegantes, pero los potes que se dan en la cara no se los quitan nadie. Mery es la única que no se pinta, no es como las demás chicas, no usa faldas ni vestidos. Me encanta porque es ella misma y hace lo que le sale del coño. Belén lleva un top rojo, unos pantalones negros y unos tacones rojos, que nunca entiendo porque los lleva si siempre acaba borracha y se aostia contra el suelo. Sandra lleva solo ropa negra y una chupa de cuero. Mery unos pantalones azul oscuro y una sudadera. Yo me pongo unos pantalones rotos azul claro ( que me resaltan el culo ) y una camisa blanca.
-Nenas, son las nueve, ¿donde vamos a ir a cenar?
- Yo quiero kebab, vamos a cachimbas.- dice Sandra.
Cachimbas es un lugar en el que sirven comida y además si quieres te dan una cachimba para fumar, no sé cómo coño se llama el sitio pero lo llamamos cachimbas.
-SI. - me sobresalto porque me encanta esa mierda.
- Por favor no, otra cosa. - dice Belén.
Doy gracias porque aunque es mi amiga es vegetariana y no vegana.
- También hay pizzas y ensaladas.
- Tai, te ha sonado el móvil, es Mark.
" Voy hacia tu casa, llego en nada"
Le escribo: "Están unas amigas que te quieren conocer, no seas borde"
"Vale. 😘"
¿Ese emoticono? Madre mía.
-Chicas, vamos bajando que Mark nos espera abajo.
Las tres van delante de mí cuando salimos del portal. Ya estaba Mark allí. Las tres le miran como juzgando su ropa y esperando expectantes a ver qué pasa cuando estemos los dos cara a cara. Salgo y Mark me mira embobado.
- Que... Guapo... - dice en voz baja aunque lo oímos todos.
Él llevaba unos pantalones verde oscuro y una camisa azul oscura.
- Que pijo vienes. - digo con una sonrisa.
- ...
Esta completamente empanado mirándome.
- EH- le chasco los dedos delante de su cara para ver si sale de su trance.
- ¡Perdón! Es que pensaba...
- Uyuyuyuyuyuy.- dicen Sandra ,Mery y Belén.
Les encantaba ver la situación, solo les faltaban las palomitas.
- Vámonos, que hay hambre. - digo yo.
De camino a cachimbas Mark y las otras hablan y entablan amistad. Ya llegamos y allí ya dejo de escucharlos, me centro en el kebab.
O sea, es que no... No sé cómo cojones hay algo tan sabroso como esto. Cuando cuente en mi vida cuál ha sido mi primer orgasmo diré que ha sido con uno de estos. Ya a las diez y media vamos camino al hotel. En la puerta hemos quedado con Jandro.
Es un amigo que conocí al principio de bachillerato. Es un poco más alto que yo, tiene un cuerpo ancho pero es todo músculo.
Una vez dentro estaban todos los del curso, por una parte me alegro de ver a algunos pocos, al resto los odio a todos, son una panda de repulís sabiondos. Saludo a unos cuantos amigos y nos ponemos en una parte de la sala, haciendo como un corrito para nuestro espacio. La sala es impresionante, el techo altísimo, todo dorado con una lámpara enorme en el centro. Estaban las luces apagadas, solo habían puesto las típicas luces que se ponen en las fiestas. La mayoría de las canciones son reggaeton. Jandro se va con otros amigos, solo habíamos estado un rato, pero había estado a gusto en su compañía. A otro lado de la sala estaba Jorge, un chico que a mí me gustaba mucho antes pero es que es muy gilipollas y le gusta crear salseo. Ahora mismo ponen la canción de "Safari" de J.Balvin. Me encanta esta canción y aprovecho para restregarme con Mark, mi espalda y su pecho juntos. A mitad de la canción me tocan el hombro:
- Hola Tai.
Que hace Jorge aquí, como venga a joderme va a haber un problema gordo.
- Hola.
Me coge del brazo, me saca del grupo y me lleva a una parte un poco lejos.
-¿Que coño haces?
Intenta besarme de repente y le hago la cobra del siglo. No sabía que le gustaban los hombres aunque siempre había tenido un rollo muy raro con los chicos. Le doy un empujón y me vuelvo a mi grupo. Mark lo ha visto y mira con enfado a Jorge.
- Mark, no ha pasado nada, no se porque lo ha hecho pero no le pegues.
Me coge de la cintura y me da un gran beso.
- Solo yo te beso, solo yo te abrazo, eres mío, eres mi novio.
Me encanta que me diga esto aunque tampoco voy a hacer lo que me dice, yo haré lo que quiera pero se nota que está celoso. Me agarra la mano y me lleva con él. Mery y yo nos miramos y sabemos que ya no nos vamos a ver hasta mañana. Se acerca a recepción, enseña la invitación y le entregan la llave de una de las habitaciones. Llegamos a la habitación, y antes de entrar me besa y me mete mano.
- Mark, tranquilo.
Se le ve con muchas ganas de follar. Yo no estoy preparado, es decir, necesito más confianza, pero lo de esta mañana ya ... es confianza.
Entramos y me pone de espalda a la pared para besarme y acaricia mis nalgas. Rodeo su cuello con mis brazos mientras nos besamos. Empieza a desabrocharme la camisa a la vez que yo le bajo la bragueta. Agarra su camisa por los botones del centro y de un fuerte movimiento rompe su camisa y la tira al suelo dejando al aire sus pectorales y abdominales. Me agarra por el trasero y me sube a su cintura, transportándome a la cama. Me echa encima de ella y me saca los pantalones dejando mis bóxers fuera marcando mi erección. Se posiciona encima de mi dándome pequeños besos en el hombro derecho. Baja hasta mi miembro arrastrando su lengua por mi torso. Empieza a lamer la punta por encima de la tela.
No puedo evitarlo y se me escapa un suspiro indicando el placer que eso provoca. Agarra el tejido por los lados y los baja lentamente haciendo que se erize mi piel y exponiendo mi virilidad. La agarra con su mano izquierda y lo mete en su boca, subiendo y bajando con suavidad. Expulso al aire unos gemidos que conllevan a un aumento de movimientos por parte de Mark.
- Espera... espera...
Para y vuelve a besarme pasando su lengua por mis labios. Me abraza y da un giro haciendo que quede encima de él. Le quito los pantalones agarrando los calzoncillos y apartándolos a la vez. Sale su miembro, grande y consistente. Lamo desde donde empieza hasta la punta provocándole varios gemidos como suplicándome que lo lamiera desde el fondo de mi boca. Lo incluyo con mi lengua como puedo, debido a su tamaño y hago los mismos movimientos que me hizo a mí. Sigo así fomentando sus gemidos haciéndolos altos y claros.
- Para... estoy a punto... y quiero hacerlo dentro de ti...
Sacó su miembro fuera de mi boca. Se levanta y me pone de cara a la pared. Agachado, empieza a lamer mi ano. Me quito la camisa dejándola caer por mi espalda debido al calor que me provoca la situación. Mark la agarra y la deja en el suelo al lado de la suya. Sigue lamiendo a la vez que me dilata, es un placer enorme. Sube por mi espalda siguiendo la línea que hace mi columna arrastrando su labio. Me doy la vuelta y me subo a su cintura rozando mi entrada con la punta de su pene. De un movimiento de cadera esta dentro de mi. Agarra con las palmas de las manos abiertas mi trasero y empieza a dar leves sacudidas. Con mis piernas hacen en él su pared y continúa empujando. A cada sacudida suelta suspiros y yo un sonoro gemido arañando su espalda debido al dolor placentero. Empieza a dejarse caer hacia la cama quedando sentado yo en su férrea erección. Sujeta mi cadera haciendo movimientos hacia arriba llegando más dentro de mi. No aguanto más y me corro en sus abdominales dejando su torso manchado. El gime fuerte y sube su cadera corriéndose y llegando a lo más profundo de mi recto. Me tumbo encima de Mark, cansado, solo puedo suspirar. Sale de mí, se levanta y va al baño para traer papel para limpiarnos los dos. No sé porque, pero los dos no hablamos, quizá de la vergüenza debido al calentón. Solo nos limitamos a tumbarnos en la cama, para dormir, aunque sea desnudos.

Solo el tiempo nos juzga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora