Capítulo 43. "Lily".

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Salí del Starbucks desorientada y con el corazón en la garganta, sosteniendo aquel papel suave y perfumado en mi mano. Sabía que no debí haber aceptado la invitación en primer lugar, sabía que no debí meterme en esto por primera vez. Todo estaba hecho un desastre. Si antes estaba entre la espada y la pared, ahora estaba entre la vida y la muerte, entre la felicidad y la miseria, entre las oportunidades y el fracaso. 

Respirando agitadamente y con las manos temblando como gelatina, metí el papel en mi mochila negra a empujones, escuchando el sonido del papel arrugándose, y deslicé el cierre violentamente. Seguidamente, encendí un cigarrillo y comencé a fumar y a fumar como una desquiciada, consumiendo un cigarrillo tras otro. A este paso sabía muy bien que me freiría los pulmones, pero es que no me quedaba ninguna otra opción disponible para calmarme los nervios antes de poder pisar el departamento de Harry y fingir que todo estaba bien, cuando en realidad había más cosas que no sabía de las que realmente sabía. Tragué saliva. 

Veinte minutos después, apagué el quinto cigarrillo, dando una última calada antes de tirarlo hacia unas plantas, y saqué las llaves del departamento, deslizándola en la ranura y abriendo la puerta con cautela. Cuando me di la vuelta tras haber cerrado la puerta, me encontré con la mirada de Harry subiendo automáticamente hacia mí. Estaba sentado en el suelo con los codos apoyados en las rodillas, y Zayn a su lado apretando su hombro y hablando. Cuando me vio, se calló, y se aclaró la garganta con incomodidad, levantándose del suelo.

-Bueno –suspiró, frotándose las manos en el pantalón. –Creo que debo irme. Mis hermanas están solas en casa –dijo, dándome una última mirada antes de dirigir sus ojos color miel a Harry, quien lo miró y asintió tensamente. El moreno sonrió hacia mí con incomodidad.

-Te veo luego, Lily –dijo, y yo asentí, antes de que él cerrara la puerta suavemente detrás de mí.

Si me preguntaran qué esperaba de todo esto, probablemente diría que no esperaba que Harry se quedara ahí sentado mirando al vacío sin hacer nada, en lugar de gritar, despotricar, hacer algo. Pero lo hizo, y entonces comencé a dudar sobre que lo conocía lo suficiente. Estaba ya claro que no.

Tragué saliva y puse mi mochila en el sillón negro, suspirando. Sabía que si le decía algo explotaría. Y no lo culpaba. No lo culpaba en absoluto. Ya hasta había comenzado a imaginarme lo que ocurría, y rezaba porque estuviera equivocada.

-Tuve visitas hoy –dijo, y yo me apoyé contra el sillón negro, escuchándolo y mirándolo con atención. Él subió su mirada hacia mí. Estaba furioso. –A que no adivinas quién fue.

Ladeé la cabeza, suspirando, y me humedecí los labios, sin decir una palabra. 

Rió entre dientes con cinismo, como si no pudiera creerlo aún. –Era Chuck –dijo, humedeciéndose los labios. –Me restregó en la cara que su sesión de fotos había sido todo un éxito, otra vez –enfatizó -. Y luego dijo que tenía una sorpresa más para mí.

Bajé la mirada. Claro que tenía idea de lo que estaba hablando. No me había equivocado en lo absoluto.

Harry se levantó del suelo y se acercó a mí, suspirando. Se humedeció los labios otra vez antes de hablar. –Te agradecería que aliviaras el golpe y me lo dijeras de una vez.

Tragué saliva, mirándolo fijamente. Estaba esperando, y yo todavía no me había decidido en si debía decirle o no. 

-Yo también hablé con Chuck hoy –dije, desviando la mirada hacia otra parte porque sabía que no podía decírselo a la cara. Mi voz era débil -. Dijo que el artículo había sido todo un éxito y que los patrocinadores de otras revistas habían comenzado a buscarme, y… -suspiré con cansancio, y me corté, vacilante. Harry se cruzó de brazos, y aún sin mirarlo, pasé por su lado hacia la mochila, abriéndola y sacando los documentos con lentitud, intentando alisar las partes del papel que se habían arrugado durante el camino, y se lo entregué. Él lo tomó con desconfianza.

Wild. ||A Harry Styles Fanfiction||. -BarbiieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora