Capitulo uno

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Me mire una última vez al espejo, mi pelo castaño estaba desordenado en una cola de caballo en lo más alto de mi cabeza, mis ojos cafés sin brillo miraban a una extraña, con la nariz corta y pequeña, las cejas perfectamente cuidadas eran dos curvas delgadas encima de mis ojos, una chica atractiva pero descuidada, tenía ojeras bajo mis ojos y mi cara no tenía ni un toque de maquillaje, siendo honesta me gusta esta yo, una yo natural. Después de ponerme los zapatos tome mi bolso y baje las escaleras de par en par, Alexis, alta, pelo rubio y ojos azules, un poco neurótica, insegura pero única me esperaba en la puerta hablando por teléfono con su mama, al verme sonrió y me llamo con un gesto de cabeza para salir al aeropuerto, últimas vacaciones antes de empezar el año escolar, último año escolar, después de la graduación Alexis y yo iremos a la universidad de Toronto, jamás había estado más emocionada, mi padre prometió que cuando nos graduemos de la secundaria me dejaría comprar un apartamento en Toronto con Alexis, con la condición de que trabajáramos y una vez fuera posible empezáramos a pagar las facturas por nuestra cuenta, claro nuestros padres se encargaran de pagar la universidad pero nuestra idea de tener un apartamento propio es volvernos independientes por lo que, si, la idea es pagarlo por nuestra cuenta en un punto

-¿Todo bien?- pregunte después de que colgara con su mama

-todo genial, me dijo que nos recogerá en el aeropuerto y saldremos a almorzar, luego iremos a la casa- Alexis quiere estudiar derecho, siempre ha sido muy buena en la manipulación y sueña con ayudar a los inocentes

-no puedo creer que tu madre conociéndote nos deje quedar en su casa

-hey, yo puedo ser responsable, además es viaje de chicas así que no invitare a ningún chico a la casa- las dos nos miramos y estallamos en risas, ¿Ella? ¿Responsable? Claro

-¿Hablaste con sexy Bomer sobre el apartamento?

-no llames así a mi papa- dije asqueada, esta chica enferma siempre le ponía apodos sexuales a mi progenitor, no sé que le ven de especial todas las chicas, aunque claro no es algo enfermo ni nada de eso, es solo que ella sabe lo mucho que me molesta como las mujeres se le lanzan a mi padre por lo cual me molesta, amigos después de todo, así son todos

-¿Qué quieres que haga? Paul Bomer es posiblemente el hombre más atractivo del planeta

-sí y es mi padre, te lo recuerdo

-perdón señorita Bomer

-es la primera vez que oigo ese apellido saliendo de tu boca sin algo sexual- reímos- y si, ya hablamos, el apartamento lo compraremos los tres al volver de Orlando

-¡Orlando!- empezamos a gritar sin control como dos lunáticas que deberían ir a un manicomio, iríamos a la casa de la madre de Alexis en Orlando a pasar primavera lo cual es bueno ya que estoy cansada de estar en casa con papa y su nueva Barbie embarazada 

El aeropuerto estaba frío a diferencia del exterior donde me estaba asando como pollo, literalmente, agradezco a dios haberme puesto una camisa sin mangas y los vaqueros que me llegan hasta más arriba de los tobillos, aunque un chico de veinte o más se me quedo mirando y cuando le fui a pegar su novia me felicito ¡Que viva América!, Alexis por otro lado tenía unos jeans ajustados y una chaqueta de mezclilla, que no se quitaría ya que había untado la camisa de salsa en el avión y su pequeña camiseta blanca ahora era roja verdosa, en verdad no sabía que era esa salsa así que me reusé a comer. La madre de Alexis, Terry, nos llevó a comer en un SubWay que quedaba cerca de su casa, amo a Terry Smith, es la mujer más inmadura y dulce, la madre perfecta y ha sido toda mi vida como una madre, la de sangre nunca estuvo allí para mí, se la pasaba con sus amigas de viaje, compras o simplemente encerrada en su habitación por días ya que no trabajaba, mi papá la mantiene o mantenía, se divorció hace dos años, lleva un año de relación con una chica llamada Lana que fácilmente podría ser mi hermana, ¡Tiene veinticinco años! Yo tengo dieciocho ¿En qué universo una mujer de veinticinco puede ser madre de una de dieciocho? ¡No se puede! Rompe cualquier norma, Terry tiene cuarenta y uno, ella si podría ser mi madre y por más ridícula que sea, la amo, digo ¿Quién usa el apellido de su ex? Pero de todas formas, papa y mi madre tenían demasiados problemas en los últimos años de su relación y ella tenía...temas delicados que tratar, sufría de depresión y nada le alegraba, era como si todo le disgustara, nada fuera suficiente, a veces no salía de su cama por días, mi papa se cansó y le pidió el divorcio, un año después nos presentó a Lana, fue duro ya que yo no quería traicionar a mama y al conocer a Lana sentí que si la aceptaba estaría haciéndolo, rompiendo su confianza, decepcionando a mi propia madre 

Dangerous Attraction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora