Capitulo veintiséis

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Existen varias formas de romperse. Algunos lo hacen a gritos, llorando y pidiendo constante ayuda, otros lo hacen en silencio, sintiendo el dolor quemar por tus venas, gritando internamente, yo lo estaba haciendo de la segunda forma, todas las cosas acumuladas en mi interior matándome, ya no quería llorar, ni gritar, simplemente estaba en un estado de limbo, negándome a aceptar todas las cosas que habían sucedido. Ahora estaba sentada junto a la camilla de mi madre, sosteniendo su fría mano, estaba tan pálida y fría que por un segundo el miedo de que estuviera muerta me inundo pero luego el pitito del aparato al otro lado de la camilla me calmo anunciando que su corazón aun latía. Habían pasado cinco días desde lo que paso con Sam y aunque Harry me iba a ver todo el tiempo y me acompañaba a todo lado aún estaba enojado y siempre era demasiado frio y distante casi como si fuera obligado a estar conmigo y eso solo era otra herida a la enorme cicatriz en mi interior. Cuando llegue a la casa los policías habían puesto una cinta amarilla alrededor de la casa y habían unas cosas triangulares amarillas con números negros en cada lugar con alguna pista o algo, cuando el oficial a cargo me vio llegar (el cual no era el mismo de antes) me pidió que lo acompañara a la estación a responder algunas preguntas

  *Flashback*

-quiero que veas esto como una charla amistosa- que me podría mandar a prisión- soy tu amigo y solo quiero ayudar- no diría eso si supiera a verdad- ¿Ok?

-ok- asentí con las manos entumecidas, yo creí que me interrogarían en una de esas oscuras habitaciones con una mesa y dos sillas bien cutres pero en verdad era grande, e iluminada, las paredes de un color aguamarina, un sillón frente a una mesita de café donde el oficial estaba sentado y otra silla en la que yo, también había un escritorio y varias hileras grises con tres cajones cada una

-¿Qué fue, exactamente lo que sucedió?- veamos, un hombre quiere matar a mi novio y me usa para lastimarlo, ahora me quiere matar a mí y es probablemente la persona más sádica del mundo ¿Humm, linda historia, no?

-entraron tres hombres a la casa, dos tenían máscaras y el otro era negro, pero no le pude reconocer la cara porque cuando entre estaban arriba buscando cosas y al verme fueron a golpearme, quede inconsciente por unos segundos mientras ellos salían por la puerta trasera y ni siquiera pude pensar en llamarlos porque estaba demasiado preocupada por mi mama

-entiendo- el oficial se lo había creído, y es que en mi relato no pude evitar que las lágrimas salieran, ahora estaba llorando y con el miedo dominándome- está bien, ya está protegida

-no- susurre negando con la cabeza- no sabe lo agradecida que estoy porque hubieran llegado a tiempo, estaba demasiado asustada

-¿Conocía a los hombres de algún lado o se le hacían conocidos?

Si

-no- negué- para nada

  *Fin Flashback*

Hubieron muchas más preguntas, cosas de las que no me quiero acordar, y aquí estaba esperando a que reaccionara, tal parece Sam la había drogado y por eso los ataques no habían sido tan fuertes, la tuvieron que desintoxicar y debido a los ataques por protección la sedaron y aun no despertaba, su doctor había venido desde Houston y cuando despertara decidiríamos que hacer, yo rara vez salía de esta habitación, solo había salido ayer a las diez, para bañarme, comer algo y dormir, después a las cinco de la mañana volví.

Terry y Alexis también estaban constantemente aquí junto a Ian y Lauren lo cual era un poco incómodo pero los necesitaba…a todos, sobre todo a Harry pero él no era el mismo, estaba desesperada

-lo siento mami- susurre con los ojos llorosos, jamás la había visto tan débil, tan frágil, y todo era mi culpa, todo- yo jamás quise decepcionarte, todo esto es mi culpa, lo siento tanto

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