Capitulo veinte

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Abrí mis ojos sintiéndome aturdida, me dolía la cabeza como el carajo y mi espalda dolía, pero todo tuvo sentido cuando vi a Harry acostado a mi lado, viéndose tranquilo y como un niño, mire el reloj, eran las once de la mañana, no había dormido casi nada y me sentía extremadamente cansada. Necesitaba un café, quite el brazo de Harry de mi cintura con delicadeza y me levante tratando de no hacer ruido, él se removió y creí que se despertaría pero la almohada me remplazo por lo que salí de la habitación tratando de no hacer ruido. Una vez afuera me dirigí al baño ya que estaba a punto de reventar, no había ido al baño en toda la tarde desde que salí del trabajo, bueno sin contar lo poquito que me orine en mi intento de salvación. Mi pelo estaba hecho un desastre, el maquillaje corrido y sudor por toda mi cara, me cepille con los dedos el pelo y me lave la cara; ahora lo difícil, tenía que anunciarle a alguien sobre Harry y solo se me ocurría una persona.

Ya en la cafetería me tome un café doble con una dona, moría de hambre ¿Debía comprarle algo a Harry? Tal vez el hospital le diera algo de comer

-él odia la comida de hospital- me sorprendió Lauren quitándome el vaso de café de las manos y llevándoselo a los labios, hizo una mueca y me lo devolvió- le falta azúcar

La mire sorprendida, había llegado más rápido de lo que pensé. Mire de nuevo la caja transparente con sándwich, decidido, se lo compraría, tome una de pollo y camine a la caja

-gracias- murmure dejando la caja y una coca cola en la mesa de la caja, también le llevaría un paquete de papas- por venir y esto

-es mi mejor amigo- se encogió de hombros restándole importancia- es lo menos que puedo hacer

La mire sonriendo levemente y pague los treinta y dos dólares de la comida

-gracias por ayudar a Harry- la mire mientras esperaba que me devolvieran la bolsa con la comida- pero no me explicaste bien por el teléfono ¿Te puedo invitar un café con azúcar?

Reí intimidada y asentí recibiendo la bolsa, ella se posó adelante mío colándosele a unas cinco personas que la abuchearon, pero ella simplemente les mostro su dedo de en medio y pidió los cafés y unas galletas, tal vez Lauren no era tan mala, ¡Claro que lo era! Gracias a ella todo se fue al carajo con Harry, fruncí el ceño por el pensamiento. Es cierto que ella era mil veces más linda que yo, inclusive con el simple jean negro ajustado y la camisa blanca de botones había llamado la atención de todos los chicos en la cafetería, hasta estaba despeinada

-esto si es café- dijo sentándose en la mesa alta que había cogido para comer, dejo la bandeja con dos cafés y unas galletas de chocolate en el centro y yo empecé con la historia, ella asentía de vez en cuando con el ceño fruncido, claramente sabiendo quienes eran esos chicos

Una vez termine ella no dijo nada, parecía absorta en sus pensamientos, procesando la información, era claro que la única que no sabía lo que estaba sucediendo era yo y eso era frustrante, Harry me debía una larga explicación

-no se me ocurre otro nombre a parte de Sam- susurró para sí misma- ¿Me esperarías un segundo? Debo hacer una llamada- ahora comentó mirándome apenada

-claro- murmure levantándome con la bolsa de la comida de Harry en mano- veré si Harry ya despertó

-ok- ella camino a paso apurado afuera de la cafetería pero preferí no pensar mucho en su extraño comportamiento por lo que camine a la habitación de Harry

Al entrar encontré a este con el control remoto del televisor cambiando de canales, se veía cansado y machacado, y ligeramente molesto, las ojeras en sus ojos dándome una punzada de dolor en las entrañas, mire sus hematomas entre morados y verdes, se veía terrible. Me quede helada cuando su mirada se posó en mí y el alivio lleno sus ojos, sus facciones relajándose, camine hasta él pero ni siquiera me dejo dejar la bolsa en la mesa ya que me tomo por la cintura en un fuerte abrazo poniendo su cabeza entre mis pechos y el estomago

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