1- La despechada.

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Emily Brooks.

-Los pájaros ya no cantan en mi jardín...-Sueno exagerada pero ¡paren! No crean que lo hago.

-No seas exagerada Ems.- Se los dije. Ni mis mejores amigos pueden comprender.

-Ni siis ixigiridi ims.-Imité su voz de manera burda.- Estoy dolida ¿ok? Ya entiéndanlo.

-¿Por qué? ¿rompiste con tu novio de dos semanas? Por favor Emily, madura ya. Eso siquiera era una relación.-Mi mejor amigo podía ser cruel a veces...siempre.

-Escucha Ems, ustedes siquiera estaban saliendo.-¿Por qué en vez de ayudar hacen esto?

-Alisson tiene razón, y sabes que para que yo lo admita...

-Suficiente. Peter, Aliss, les agradezco que quieran ayudarme a ser medianamente menos mediocre, pero creo que no va a funcionar así y quiero respirar y pensar bien en todo.- Caminé hasta la puerta de mi habitación y la abrí.- Por favor, salgan.

Ellos se miraron como si yo fuera la loca de la situación.- Como quieras...-Alisson fue la primera en salir, chocó mi hombro como acción de toda gangster enfadada. Luego le siguió su hermano agachando la mirada, casi que me conmueve. 

Yo se que ellos quieren lo mejor para mi, pero no puedo evitar comportarme como una idiota cada vez que me dicen la verdad. Así que simplemente me recosté en mi cama a deprimirme como lo hacía constantemente, puse música alegre y me dediqué a contar las pequeñas manchitas en el techo. 

Se preguntarán quién es el pobre de las orejas coloradas en éste momento, y yo estoy aquí para contarles su historia.  Emerick Jason, hijo de un socio de mi padre. Nos conocimos en una cena de incorporación para Mr. Jason e intercambiamos números. Emme se comportó como todo un caballero en todo momento, hasta que por fin decidimos intentar algo más que solo amistad.

Todo era perfecto al comienzo, como todo. Mis padres lo conocían y lo adoraban, lo que me daba una ventaja única. Salíamos todas las semanas después de la escuela y también estábamos juntos en la misma. Él me hacía tan bien hasta que... una antigua novia que se había ido de viajes regresó, y todo se fue al carajo. Literalmente yo dejé de existir para Emerick, pero tenía que seguir viendo su cara cada vez que mi padre hacía reuniones en casa, y eso estaba terminando con mi paciencia.  

A veces en su lugar venía su hermana Judy, ella me caía demasiado bien y sinceramente ella odiaba lo que él me había hecho, porque la verdad a Judy le repelía la otra tipa.  Lux Miller, una rubia verdaderamente perfecta, de esas que te hacen sentir la persona más horrible del mundo. 

Básicamente eso fue lo que pasó, y mis amigos se niegan a que eso me duela, pero aún siento las horribles puntadas en el pecho cuando lo veo y sé que me cambió por un modelo mejor. Es por eso que me niego, no pienso volver a caer en las garras de ningún otro tipo...

¿Y si se trata de nosotros?Where stories live. Discover now